viernes, diciembre 21, 2007

Calatos pero contentos

Calato: ¿ganarle plata al sistema y solucionar las necesidades de los pobres es ser de derecha?
Calata: pues sí.
Calato: Enfrentar al sistema y no ganar nada ¿eso es ser de izquierda?
Calata: Parece que sí.
Calato: Un dilema difícil. Esta ola económica la aprovechan los ricos más que los pobres.
Calata: Por la izquierda difícil que alguien aproveche.
Calato: Ser de izquierda ahora podría parecer ser de derecha y viceversa.
Calata: El mundo se ha vuelto demasiado concreto.
La República 21.12.07
Hace un largo número de años, los calatos de Alfredo Marcos iniciaron un diálogo sobre las hipocresías del modelo económico que hablaba de cada vez mejores cifras económicas y se negaba a mirar sus brutales consecuencias sociales. Ha pasado el tiempo y estos entrañables personajes han sufrido la mutación que se observa en el intercambio citado más arriba, que son por supuesto el reflejo de la confusión de su creador y ante todo de su estrecha relación con Alan García.

Una versión, digna de crédito, indica que el caricaturista ha sido varias veces el invitado de honor del presidente ante el Consejo de Ministros y que la forma de presentarlo ha sido poniendo énfasis en su condición de “extraordinario comunicador”, del que los ministros deberían aprender para saber cómo llegar al alma del pueblo. Si esto es verdad, como parece, Alfredo debe sentirse un tipo altamente influyente y con una responsabilidad política descomedida. Y eso está alcanzando a sus dibujos que hace tiempo que no dan risa sino línea política.

Y, ojo, el calato no habla de los que ganan plata en el sistema, porque son el sistema, sino de los que le ganan al sistema y de ahí empiezan a solucionar necesidades de los pobres. ¿A quién creen que se está refiriendo? En otras palabras, se disculpa haberse pasado a la derecha si uno hace que las ganancias ayuden a los pobres, mientras que en la izquierda tienes enfrentamientos pero no ganas nada y no puedes repartir nada. Una manera de explicar a los dos García, el de los 80 y el de los 2000.

El calato dice además que la ola económica viene para ricos y no para pobres. Y la calata, que nadie que se coloque a la izquierda puede aprovecharla. Entonces la solución es intercambiar papeles, dejar a la izquierda que por negarlo todo puede parecer derecha, y pasarse claramente a la derecha para conseguir cosas y terminar medio izquierdoso. Sólo que esa también era la teoría de Fujimori, aliado incondicional de las grandes inversiones, padre de las privatizaciones y de los contratos antinacionales, que a su vez fue el propulsor de los programas sociales más amplios y costosos de la historia. Y, de veras, Fujimori no parecía de izquierda.

Como tampoco Toledo que a eso le llamaba chorreo y García que lo designa como madurez económica y haberse dado cuenta por fin de la globalización. Pobres calatos, es demasiado pedirles explicar el Perú del crecimiento y la miseria coexistentes. Sentarse al lado del presidente parece que los marea y ya no solamente no entienden qué es izquierda y derecha en esta época, sino quién es Alfredo Marcos, después de todo.

21.12.07
http://www.rwiener.blogspot.com/

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