viernes, diciembre 21, 2007

Economía yuppie

Lo yuppie en el Perú es decir: y a mí que me importa que el tendero sea chileno y no unos descendientes de chinos que después de 60 años en el negocio de la venta a detalle y tras habernos contado el cuento de la empresa exitosa realmente peruana, modelo de la revolución capitalista de Althaus, que había tenido a raya a los también chilenos de Santa Isabel, que tuvieron que vender varias veces, y a los de Fallabella-Tottus, de Ripley, etc., y que eran simpáticos y organizaban corzos por fiestas patrias porque estaban tan identificados con el espíritu nacional, ahora resulta que sólo tenían 2 o 3% de rentabilidad, aunque abrían locales nuevos todos los años, creaban más empresas y se expandían hacia otros sectores, y debían a las veinte mil vírgenes, o sea que para boludos los chilenos compradores y no los peruanos que hoy lloran por Wong.

De veras, hay que ser tontonazo para lamentarse de que entren capitales chilenos al país sea para quedarse con todo el negocio de supermercados, o con el circuito turístico del Cusco, la agroindustria de Ica o las rutas de aviación interna y externa, cuando lo que nos faltaba era justamente capitales que se apropien de las empresas y se lleven las utilidades a cualquier otro país. Por ejemplo, qué importa si el gas se lo enviamos en un tubo a Chile (propuesta de la Suez) para que lo industrialice y genere energía en su región norte, en vez de los planes tontos de industrializarnos aquí y dotar de energía al sur del Perú.

Es yuppie por supuesto estar en contra de la opinión popular y reírse de lo ingenua que puede ser la gente, y lo es también acomodarse con la del gobierno que celebró con acto en Palacio el acontecimiento de la transformación de los Wong en parte del Staff de una trasnacional chilena. El ministro Rey – el mismo que había declarado al fundador del imperio Wong como prócer de la peruanidad-, fue el encargado de apadrinar la entrada de los nuevos dueños y de retar a que los críticos de la chilenización, demuestren que pueden fundar empresas que den trabajo, como si él hubiera trabajado o creado algo que valga la pena a lo largo de su vida.

De Wong, he escrito varias veces que la historia de su “éxito empresarial” es un mito que oculta su asociación con el gobierno de Fujimori y el asesor Montesinos, que le ayudaron a crear las condiciones de despegue de sus inversiones. Pero como se decía en el Chicago de los años 20, a un nivel de patrimonio todas las fallas de origen se disculpan y las mafias se hacen respetables. Así que todos hemos debido creernos aquello de que en las tiendas blanco y rojo, nos trataban como en una bodega y a la vez con categoría, y que esta era la muestra del sueño peruano de empezar abajo y llegar arriba. O sea que Wong era Wong, como decía la propaganda, lo que quiere decir que ahora es CENCOSUD, radicada en Chile.

Y una casualidad que no parece tanta. ¿Por qué vender una empresa que logró su mayor éxito en tiempos de dictadura justamente a comienzos del juicio al dictador? ¿No habrá otras en lista, pensando diluir preguntas incómodas, como se hizo con el Banco Wiese y otros poderosos actores económicos de los años 90?

21.12.07
www.rwiener.blogspot.com

1 comentario:

eldrope dijo...

Buenas preguntas.

Y buena la descripción del seudo liberal que a veces pareciera ha secuestrado todo pensamiento, reemplazandolo con cuatro máximas sacadas de algún libro de autoayuda.