“…pero no se imagina el placer que ha sido ampayarlo y de desnudar así a un falso profeta, amén de mostrar a un ídolo rojo jugando al capitalismo más puro y especulativo: el bursátil!!” (Aldo Mariátegui, “La eterna víctima…”, Correo 16.10.12)
Los que han procurado tan inmenso placer al capitán de la DBA (derecha bruta y achorada, JC. Tafur dixit), son principalmente Mulder y Díaz, éticos defensores de las fechorías de Alan García y Alberto Fujimori, acompañados por el congresista pepekausa Michael Urtecho, todos los cuales ignoraron el informe técnico sobre el caso que no había encontrado falta en la conducta del líder izquierdista Javier Diez Canseco, y votaron por cruda motivación política haciendo saltar de entusiasmo a quién ya les dije.
Ensuciar la trayectoria de JDC es una antigua obsesión de AMB que viene de sus épocas universitarias y que corresponde a un nítido complejo de inferioridad: saberse que en las causas que defiende hay siempre oscuras tramoyas de corrupción y perversión política, que siempre baraja con argumentos como “mal menor”, “peor sería que vengan los rojos” y que ahora pretende que se convierta en “aquí todos pecamos”. Por eso lo de falso profeta.
Y lo de rojo con acciones, tal vez no sea sino la evidencia del sentido de propiedad que los voceros menos inteligentes del sistema tienen sobre los instrumentos del mercado capitalista. En realidad si se trata de una economía abierta, no se ve por dónde JDC o cualquiera no pudiera colocar algún excedente de ahorro en una época en que la bolsa daba buenos dividendos, sin necesidad de acciones especulativas que sólo pueden hacer los que tienen grandes capitales.
Pero lo que a Aldo M., Mulder, Díaz y Urtecho, se les pasa por la huacha como si nunca hubiera existido son las motivaciones de fondo de Diez Canseco en su iniciativa de reconversión de las llamadas acciones de inversión (antiguas acciones laborales) a acciones comunes de acuerdo a los valores de mercado. Estos documentos de valor generan derecho a una participación en las utilidades de acuerdo al valor de su participación pero no se toman en cuenta en los procesos de venta y fusión en los que los nuevos inversionistas dominantes sólo pagan de acuerdo a su interés por aquellas acciones (comunes) que dan derechos de propiedad y en la elección de los directorios.
Esta es una distorsión del mercado, en el mejor sentido capitalista del término, que favorece las transacciones entre los grandes y daña claramente a los pequeños. Y es particularmente serio con las AFP que tienen colocados casi mil quinientos millones de soles en este tipo de acciones a nombre de sus afiliados y que controlan un alto porcentaje del paquete total. Precisamente en el proceso de fusiones sucesivas y absorción final de Backus por la sudafricana SAB Miller, se compró las acciones comunes a varias veces el valor de mercado y se dejó de lado las otras entre ellas las de inversión.
Luego hubo intentos de defender a las AFP con una norma que asegurara que la valorización de las acciones de inversión fuera hecho por peritos independientes y fue vetada por el ejecutivo del que formaban parte el primer ministro PPK y el ministros Zavala que luego se convertirían en miembro de directorio y gerente de Backus-SAB Miller respectivamente. Eso que sí es conflicto de intereses aparece subsumido en la pretendida sanción a Diez Canseco. Que estafen a los afiliados a las AFP y pequeños accionistas y que los ministros sean luego cooptados por las empresas a las que favorecieron desde el poder. Lo más natural. Pero que JDC oriente a su hija y exesposa para usar sus inversiones tras haber estado metido en el tema, ahí sí duro con él, y gran placer para Aldo M.
17.10.12
www.rwiener.blogspot.com
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