domingo, mayo 15, 2011

La firma del terror

Las coronas de flores en la puerta del local de LA PRIMERA quieren indicar que el Grupo Colina está activo y que ha puesto la puntería en este diario. El terrorismo es así. Envía mensajes para que se entiendan. Es decir pone su firma, como lo hicieron los mismos integrantes de esa organización criminal ligada al fujimorismo cuando a las semanas de lograr la fraudulenta amnistía de Yoshiyama y Rafael Rey en 1995, enviaron un arreglo fúnebre al local de la Asociación Pro Derechos Humanos APRODEH con el nombre de personas vinculadas a la lucha por los derechos humanos y con la firma de una supuesta Familia Colina. Querían que se supiera que estaban libres y quiénes eran sus blancos.

También en 1993 en pleno revuelo sobre el caso “La Cantuta”, se entregó una corona de flores en el colegio del hijo de un periodista de una revista que investigaba la desaparición de nueve estudiantes y un profesor de la Universidad de Educación, con el nombre del niño, como si hubiera muerto. Los que han decidido asustar a LA PRIMERA pretenden que todo el mundo haga la conexión sobre estos casos. Lo que produce dos efectos: el destinatario queda advertido, y los encubridores de la violencia dirán que es muy obvio, que seguro nos enviamos el macabro presente para hacernos las víctimas.

La misma obviedad de usar un vehículo oficial, del servicio de Santiago Fujimori, para perpetrar la matanza de los barrios altos, como para que el enemigo supiera de quién es la marca y los medios fujimoristas pudieran responder que eso probaba que era un montaje para acusar al gobierno. Igual se ingresó a cara descubierta a La Cantuta, con uniformes a la vista, porque quién iba a creer a los otros estudiantes estigmatizados de “rojos” y “subversivos”, y quién iba a secuestrar y matar de manera tan evidente. Pero lo hicieron de manera evidente.

Por supuesto que por ahí salieron Martha Chávez, Siura y otros con el “autosecuestro”, hasta que aparecieron los muertos. O sea que la lección es que el terror no deja dudas de su autoría y su intención de amedrentar. Pero la jauría será capaz de crear cualquier historia para echar la responsabilidad obre las víctimas. Hoy, en medio de muchos gestos de solidaridad, que valoramos, no falta un canalla que ordenó no cubrir la noticia y que ahora sugiere que esta podría ser una maniobra para contrabalancear los efectos del caso Althaus (Correo 12.05.11) Pero con esa lamentable insinuación se delata solito, ya que está confesando que todo el barullo hecho sobre los jóvenes que abuchearon al conductor televisivo al salir de América televisión, es visto como una ganancia electoral.

Por cierto en LA PRIMERA no somos locos como para sembrar angustias sobre nuestras familias y lectores y menos para maltratar la figura de nuestros principales directivos. Pero sobre todo somos conscientes que esto que ha ocurrido nada tiene que ver con Althaus, sino que está relacionado directamente a la denuncia del Plan Sábana, del que participan organismos de inteligencia del Estado, grupos empresariales y operadores montesinistas al servicio de la candidatura de Fujimori. Nos están advirtiendo que no sólo se trata de Bayly leyendo el guión de Borobio, y de audios obtenidos por los servicios del Estado, sino de directas amenazas de muerte a los que cumplimos el sagrado deber de informar con veracidad.

15.05.11
www.rwiener.blogspot.com

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