A la candidatura de PPK y su asociación con Lourdes Flores, Yehude Simon, César Acuña, Humberto Lay, la han llamado “sancochado”, “arroz con mango” y “locos Adams” (los Chistosos). Habría que preguntarse, sin embargo, si esta es la única disfuncionalidad en el actual panorama político. A algunos puede parecerles a estas alturas que es de lo más normal que entre los postulantes a la presidencia se encuentre la hija de un presidario condenado por delitos contra los derechos humanos y corrupción, cuya propuesta se resume en volver a hacer lo que hizo su padre, sin cometer errores.
O que el ex presidente que frustró la transición política del año 2000, que abandonó las promesas de democratizar el país y enfrentar la corrupción, y que terminó su período apoyando a Alan García para su vuelta al poder, se presente ahora como una alternativa de “oposición” al gobierno aprista. O que el alcalde que no habla, que colaboró con el gobierno de Fujimori (presidente de la Seguridad Social y de la Caja del Pescador en nombre del gobierno) y se mantuvo como aliado de los gobiernos de Toledo y García, quiera expresar una renovación de la política nacional. O que la economista que negociaba en las mesas del TLC y que le ofreció a García seguir ese curso sin necesidad de los ex ministros y viceministros de Toledo, y que empujó al país al enfrentamiento de los decretos de la selva, por absoluta subordinación al imperio, sea en esta ocasión la candidata de un partido que en el pasado se reivindicaba antiimperialista.
Las cinco listas de derecha reflejan desorden y confusión. Eso se puede ver en detalles como que Rafael Rey está barajando si se va con el APRA o con Kuczynski; o que Alex Kouri está viendo si es con Keiko, con el APRA o algún otro. También está el caso de Jaime Quijandría que era fundador de Fuerza Social y ahora aparece en los equipos de plan de gobierno de Toledo. Si se entiende bien, los movimientos de personas de un lado a otro puede estar reflejando que realmente no hay diferencias y que lo que realmente pasa es que hay demasiados aspirantes para un reparto más bien estrecho. Pero podría también tratarse de que nadie sabe cuál es la carta ganadora del 2011. Lo que también se puede redefinir en que nadie sabe qué es lo que va a estar en el centro de las preocupaciones de la sociedad durante el próximo año: economía, distribución social, infraestructura, seguridad, corrupción, democracia, etc.
Cada candidato de derecha expresa un cierto énfasis en cada uno de estos aspectos. Pero la gente está todavía lejos de enganchar con algún discurso. Las encuestas pueden consultar un por quién votaría usted si las elecciones fueran mañana y obligar a los entrevistados a escoger sobre la nada. Y es que si algo está faltando en el Perú en estos días previos a la etapa caliente de la campaña son los temas de la diferenciación política, aquellos en los que los cinco de la derecha han hecho lo posible por mimetizarse. Es el campo de la propuesta de cambio, de nueva economía, reparto social, denuncia directa a los corruptos (muchos de los cuales son candidatos), de donde debe provenir la ruptura y la confrontación. Sólo así se saldrá del actual pantano político.
05.12.10
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1 comentario:
Qué buenos tiempos y qué buenas películas, no importaba cuántas veces las pasaran en la tele yo me veía los locos adams. Su productor Rudin, para mi que es de los mejores porque ha hecho mucho más trabajos.
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