O sea, el gobierno, a través de agentes, bajo el mando del director de la Policía, llega hasta las narices del temible Artemio, lo filma lanzando arengas y explicando su postura sobre el panorama político. Y esto es en junio de este año, después de lo cual cayeron hasta tres supuestos lugartenientes del jefe senderista y no sé si una o dos concubinas, pero nunca Artemio.
De pronto, destituyen al ministro Barrios por la increíble osadía de cobrar por su pase de la Seguridad Social al edificio Córpac una suma exorbitante como “despido arbitrario”, y su reemplazo, el ex director de la Policía, lanza un operativo al día siguiente de su nombramiento. ¿Para capturar a Artemio? No, para capturar a los dirigentes cocaleros que estaban a la mano haciendo vida legal durante cinco meses, desde la filmación de junio, en la que algunos de ellos aparecen escuchando el discurso sin decir nada.
Varias preguntas quedan al aire: ¿por qué no se actuó de inmediato tras la información obtenida mediante la filmación de inteligencia?, ¿por qué la Policía siempre está casi sobre Artemio y nunca lo captura?, ¿por qué este operativo no se hizo durante la gestión de Barrios y se desató al día siguiente de comenzada la de Hidalgo?, ¿se ha querido distraernos del tema de la corrupción e inventarnos un asunto “más importante?
La dupla Salazar-Hidalgo ya era famosa cuando el primero era ministro, por su proclividad a las cortinas de humo, la más famosa de las cuales fue el asunto de pishtacos, pero que pasó por la culpabilización gratuita de Abencia Meza en el asesinato de la folklorista Alicia Delgado, en base a una falsa “confesión” del principal implicado; el caso Fefer y la denuncia contra la hija de la acusada y su mejor amiga, sin ninguna prueba (las jóvenes aún permanecen en la cárcel); y el viaje interminable del holandés asesino, por tierra, desde Tacna a Lima, y sus múltiples “confesiones”, luego desmentidas.
El más grande mentiroso de la historia policial peruana, que desapareció los USB que incriminaban a García, Del Castillo, Garrido Lecca y otros en el caso petroaudios y que encarceló a sus subalternos por reclamar mejores condiciones salariales, quiere ahora pasar por descubridor de una red de narcotráfico, encarcelando dirigentes gremiales y alcaldes (varios de ellos Acción Popular e independientes), cuando durante su gestión en Dinandro y la dirección de la Policía no ha caído ningún capo de la droga.
2.12.10
www.rweiener.blogspot.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario