sábado, diciembre 11, 2010

General que dijo que Ollanta representa la regresión, comanda el Ejército

El general Paul Da Silva debe su grado a su participación en el operativo Chavín de Huántar en el que tuvo a su cargo el contingente de camilleros y se benefició del ascenso de todos los participantes, y su apurado nombramiento como Comandante General del Ejército a la intervención de Alan García, el mismo que dijo que ya tenía diseñado un plan para un golpe de Estado.

Fue durante su discurso por el día del Ejército, el 9 de diciembre de 2005, que el entonces jefe de de la Sétima Brigada de Infantería, general Paul Da Silva violentó todas las normas castrenses que limitan la participación en política de los altos mandos y declaró sin pelos en la lengua: “Voy a ser sincero y espero que su candidatura no prospere. Ollanta no tiene un plan de gobierno y sus ideas son retrógradas. En caso de ganar las elecciones presidenciales su gobierno sería de carácter comunista y pondría al país al filo del despeñadero”.

Esta declaración le ganó las primeras planas y fue motivo de un breve escándalo. Pero como suele ocurrir el incendio creado por estas provocadoras palabras se apagó rápidamente cuando los medios dejaron de tratar el tema y las autoridades políticas y militares hicieron como si no hubieran oído lo que se había dicho ante cientos de oficiales y soldados. No fue solo eso. Al terminar su alocución, periodistas de medios locales lo interrogaron sobre sus críticas al comandante en retiro. Entonces Da Silva añadió que Humala “traería como consecuencia la estatización de la banca y todas aquellas políticas que hicieron mucho daño al país”, con lo que concluyó imputándole los fantasmas que proceden del primer gobierno de Alan García.

Da Silva es un militar discutido y discutible. En su foja de servicios figura una investigación sobre una irregular compra de pertrechos cuando era jefe del COLOGE (logística). Fue comandante general en Piura y jefe de operaciones del norte, puesto del que fue relevado cuando no acudió a una convocatoria del general Montoya, por entonces presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, adonde envío a su segundo, el general Barrantes, que fue confirmado en ese cargo.

Más adelante le tocó dirigir la plaza militar de Arequipa y desde allí envío un informe que llegó a hacerse público, sobre las actividades del Partido Nacionalista en esa ciudad. En ese documento Da Silva ordenaba a sus subalternos hacer el seguimiento de lso militantes nacionalistas, detectar sus lazos con elementos militares y su participación en conflictos sociales. Esta fue una nueva violación del principio de neutralidad, y una prueba palpable de su intencionalidad política.

Da Silva pertenece a la promoción 1976 del Ejército, la misma de Otto Guivovich, que ocupó la comandancia general durante dos años. En los medios castrenses se interpreta que este nombramiento impuesto por García, está saltando a la promoción 77 Mariano Aragonés que le tocaba asumir el mando. La pretensión de hacer durar a Da Silva por dos años más, llevaría al retiro a las dos promociones. Este año además empezaron a ascender al grado de general los miembros de la promoción 1980, de Ollanta Humala, que estarían siendo espulgados para evitar la llegada de oficiales cercanos al candidato.

Algo que se recuerda del general Paul Da Silva, aparte de su feroz antiollantismo, es su responsabilidad en el caso del tanque que se incendió y causó la muerte de un soldado en el Fuerte Rímac, cuando se festejaba el cumpleaños del general Donayre, violando todas las normas que impiden utilizar el armamento y equipo durante celebraciones personales.

11.12.10
www.rwiener.blogspot.com

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