Nuevas revelaciones del diálogo entre Alan García y Jaime Bayly confirman que se trató el tema del golpe de Estado para detener a Humala. El país ya sabe que tenemos una democracia recortada que sólo permite la alternancia entre los que defienden el mismo programa.
Luego de haber negado haber mencionado la palabra “golpe de Estado”, García reconoció ayer que si usó la expresión. Pero otra vez trató de arreglar sus palabras indicando que sólo habría querido decir que cualquier intento de dar un giro de 180 grados y desandar lo avanzado en los últimos gobiernos es algo que podría “generar un caos y hasta un golpe de Estado”.
Pero según explica Ricardo Letts, dirigente izquierdista y tío de Jaime Bayly, con el que ha mantenido un intercambio de correos electrónicos en estos días, esta tampoco es la verdad de la conversación. Lo que realmente dijo García en esa oportunidad fue “que si llegarse a ganar Humala por voto popular, él tenía un plan diseñado para propiciar un golpe de Estado que impidiese que Humala llegase al gobierno”.
Es decir no se trató de un hecho externo a la intervención del actual presidente, sino de un plan ya pensado y organizado. Bayly no sería además el primero al que le habría confesado sus intenciones, aunque sea el único que se ha atrevido a hacer públicos estos oscuros propósitos.
“¿Ustedes se imaginan a Alan García golpista? Nadie se imagina eso”, ha dicho el presidente desafiando la buena fe de la opinión pública peruana. A su vez, el escritor ha respondido: “No me atrevería a mentir sobre algo tan grave”. Este contrapunto, por cierto tiene en tensión a los peruanos que siguen los medios de prensa.
“Hay testigos de la sombría amenaza que lanzó García”, ha dicho Bayly, anotando que no había ninguna broma en lo que venía diciendo. Los testigos a los que se refieren son las señoras Roxana Cheesman (que acompañaba a García) y Sandra Masías, que escucharon todo lo que se dijo.
La plata llega sola
Sobre la parte del dinero Bayly ha reiterado lo obvio: que el tema se introdujo luego que él expresó su preocupación porque el monto del sueldo presidencial no le alcanzaría para cubrir sus gastos familiares, y fue entonces que le espetó que fuera cojudo, porque la plata llega sola. No después de ser presidente, sino en la campaña y en el ejercicio del poder.
Bayly además reveló que García se ofreció para conversar con su madre que habría estado recibiendo presiones de Cipriani y de Rey para no apoyar con dinero para su campaña y ahí fue donde dijo: “le pediré 5 millones. Si me los da, te doy cuatro y me quedó con uno” y luego soltó una carcajada.
08.12.10
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