lunes, diciembre 06, 2010

El Wikileaks peruano

¿Qué revelaciones podría haber sobre el Perú? Algunos diplomáticos se inclinan a pensar que los cables norteamericanos podrían revelar… el peso y la presión sanguínea de Alan García, la talla de ropa de Keiko Fujimori, los tragos preferidos de Alejandro Toledo, el número de casacas amarillas de Luis Castañeda, las páginas Web que Rafael Rey, la relación de todos los políticos peruanos que se tiñen el pelo, las fotografías del Facebook de Vladimiro Montesinos o el chat con emoticones de PPK y el pastor Lay”.
Caretas, 2 de diciembre 2010

Mientras el presidente García y la revista “Caretas”, como se puede ver en la cita, se esmeraban en banalizar hasta el nivel del ridículo los posibles contenidos de las comunicaciones interceptadas a diplomáticos estadounidenses referidas al Perú, y el canciller Joselo García Belaúnde trataba sin éxito de ocultar sus nervios, trascendía a su vez que la embajada yanqui en Lima se habría dirigido directamente al candidato Ollanta Humala para advertirle que una cierta cantidad de mails de Wikileaks lo mencionaban y que no debería tomarlos como un gesto inamistoso.

Ciertamente de los 1,388 mensajes Lima-Washington que hasta ahora han sido reconocidos que existen, el 30.7% corresponden al año 2006 y 26.5% al 2005, lo que significa que nada menos que el 57% están situados en una de las etapas electorales más intensas de la historia peruana. Y, en esa época, ¿la preocupación principal era la gordura de AGP y Keiko, o el alcoholismo crónico de Toledo? Obviamente no. Lo sabe García y “Caretas”, y todos los que hace cinco años le clavaron el mote de chavista al comandante nacionalista, no sólo pensando en asustar a los electores peruanos, sino de llamar la atención de Casa Blanca y de los inversionistas gringos. Si había un supuesto “agente de Chávez” a la cabeza de las encuestas en el Perú, ¿cómo no iba a provocar el pánico de la diplomacia de Estados Unidos?

El punto de preocupación, sin embargo, no es lo que se opina en el extranjero (alguna vez hemos transcrito comunicaciones del dueño de la norteamericana Petrotech, Kallop y su esposa, con interlocutores peruanos en los que se habla abiertamente de intervención y dinero para detener a Humala), sino la manera como políticos, medios y otros actores políticos criollos alimentan la información internacional para provocar reacciones de acuerdo a sus intereses.

Algunas preguntas se caen de puro maduras: (a) ¿tuvo que ver la embajada de Estados Unidos con el cambio de opinión en plena carrera de las elites peruanas del apoyo a Lourdes Flores a la opción Alan García?; (b) ¿hubo relación entre las preocupaciones de la embajada de EE.UU. en Lima y la campaña de demolición de prensa en contra de Ollanta Humala, que utilizó supuestas filtraciones de “inteligencia estratégica”?; (c) ¿estuvo cerca el embajador yanqui de la decisión de echar de la televisión a César Hildebrandt y cerrar su programa, a pesar del rating que mantenía en esa época y su alta credibilidad?; (d) ¿cómo reaccionaron las embajadas de EE.UU. en Suramérica luego de la victoria en primera vuelta de Evo Morales y de la posibilidad que existió en algún momento de que este fenómeno se repitiera en el Perú?; (e) ¿quiénes eran los contactos principales para intercambiar información sensible con la embajada de la calle Encalada?

Nadie de verdad se sorprenderá que Washington haya visto como propia la encrucijada que vivía el pueblo peruano y que haya pedido estar al día al detalle de lo que estaba pasando. Después de todo, es claro que estuvieron metidos hasta el cuellos en las crisis de 1992-1993, y en la del año 2000, y que en cada caso fueron usando diversos aliados y contactos para alcanzar sus objetivos que eran controlar cualquier tendencia de izquierdización y de cambio en las reglas económicas, y reconstruir la legitimidad del sistema político afectado por el golpe de Estado, el fraude y la corrupción. Actualmente nomás ya nadie se pregunta qué hacía la embajadora de Estados Unidos en el CADE 2010 en Cusco, cuando no había ningún otro diplomático en la cita. Es que ellos sienten que los problemas de América Latina son suyos.

Entonces, les aseguro que no es de sobrepesos o chats con emoticones que tratan los wikileaks peruanos.

05.12.10
www.rwiener.blogspot.com

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