El penoso final de la “izquierda moderna”, cuyos saldos inmediatos son el desbande de Tierra y Libertad de Marco Arana, y el aislamiento electoral de Fuerza Social de Susana Villarán, ha provocado que en el sector intelectual que acompaña sus propuestas, empiece a manifestarse una corriente que afirma que ya no les queda más que votar por Toledo.
Ciertamente en esta reflexión no entra la posibilidad de replantear la política de “aislar a Humala”, que en sustancia convierte casi en una razón de ser de la “izquierda moderna”, contener la tendencia de las elecciones del 2006 que favorecía una izquierda popular, tumultuosa que llamaba a realizar cambios radicales de los que ya nadie hablaba en el país.
Moverse hacia Toledo desnuda muchos de los pretextos esgrimidos contra Ollanta. Por ejemplo eso del “candidato natural”, que se le achacaba al comandante nacionalista como si persistir en luchar por la presidencia del país, sobre todo después de haber llegado al 47%, fuese una arbitrariedad, se empezó a caer con las conductas reales de Arana y Villarán, pero se vuelve una broma cuando se trata de Toledo, que según cuenta desde niño fue predestinado por un mensaje del cielo para convertirse en presidente del Perú.
Igual pasa con lo de la democracia en las decisiones, si ya sabemos que Fuerza Social se somete a un mensaje de Facebook escrito desde España y que Arana estuvo a punto de sacar una candidatura presidencial con cualquiera, sin las primarias de la que tanto hablaron sus partidarios. Pero, poner eso frente a Toledo, acompañado de dos de sus empresarios amigos, que llegaron quebrados a su anterior gobierno y ahora son parte de sus financistas, deja a la “democracia” muy mal parada. Y podemos seguir sobre la ética, los acompañantes indeseables, etc.
¿Por qué algunos intelectuales de la “izquierda moderna”, que vienen de fracasar en armar una opción nacional creíble, y que evidentemente no pueden superar sus prejuicios contra Ollanta, terminan apoyando lo que saben no es sólo una candidatura que acentúa los defectos de la vieja política criolla, sino que es además la carta de tapada de la embajada de los Estados Unidos y del núcleo fuerte de la gran empresa, como se vio en el CADE?
Hay una explicación para esta aparente incongruencia: la mayoría de esta intelectualidad rosa opera a través de ONG y en relación con la cooperación internacional, que es desde donde evalúan que en los años 2001-2006, se les dejó actuar con relativa libertad y se les abrió espacios en la colaboración con el Estado (Acuerdo Nacional, Mesa contra la Pobreza, Consejo Nacional de Educación y otras), así como varios de ellos pudieron insertarse en funciones públicas. Eso en lo que les favorece. Por otro lado Toledo es la carta aparentemente más “realista” contra su bestia negra “el regreso del fujimorismo”.
Pero aunque no sean totalmente conscientes de ello, la intelectualidad post Fuerza Social, que se refugia en Toledo, está expresando finalmente estar atrapada dentro de dos miedos: el del autoritarismo brutal a los Giampietri y Fujimori, que puede llegar hasta Castañeda y García; y el desorden social y la impredictibilidad que creen que llegaría con Ollanta, por la radicalidad de su programa y por el tipo de base social que lo acompaña. Es una izquierda (o ex izquierda) que se ha hecho conservadora y que le importa poco lo que pasará con las mayorías si el neoliberalismo sigue dirigiendo el Estado.
26.12.10
www.rwiener.blogspot.com
2 comentarios:
Al final Susana Villaran se burlo de todo su electorado al decir que no investigara el caso Comunicore, que pena, ese fue el motivo por el que muchos limeños votaron pro ella, pero claro ella es de la oligarquía que gobierna el Perú tras la sombra.
Lo mejor que le pudiera pasar al Municipio y a Fuerza Social es (revocar) mandar a su casa a Susana Villarán. Las causas sobran: desleal y pésima política. El teniente alcalde sucesor que haga las 'correcciones' pertinente para hacer gobernable la Municipalidad y darle un chance a Fuerza Social.
Comino
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