lunes, diciembre 06, 2010

Aunque me metan preso, Humala no será presidente

“Luego García dijo algo que me pareció gravísimo: que si el señor Humala gana las elecciones, él propiciará un golpe de Estado e impedirá, quebrantando la ley, que Ollanta Humala sea presidente. “Aunque me metan preso, Humala no será presidente”, se pavoneó García”
Jaime Bayly “La plata llega sola”
Perú 21, 6 de diciembre del 2010

Una extraordinaria revelación del escritor, periodista y hombre de televisión Jaime Bayly ha conmovido el escenario político nacional. De acuerdo con ella, el presidente Alan García y el por entonces conductor de un ahora clausurado programa de televisión, se reunieron este año en la casa de este último para conversar sobre sus aspiraciones electorales y ahí García habría hechos dos explosivos comentarios: (a) que Bayly no debería preocuparse por la modestia del sueldo presidencial, que según nuestro desmemoriado presidente debe ser “como 3 mil dólares al mes”, porque en el cargo y si uno no es cojudo “la plata llega sola”; (b) que la máxima aquella de que “el presidente puede evitar que sea presidente quién él no quiere”, puede llegar sin problemas hasta el golpe de Estado y el impedimento ilegal de que el ganador de las elecciones asuma el cargo.

En el relato de Bayly se da cuenta de su retiro de la televisión colombiana, que habría sido precedido por un intento de amedrentarlo por sus simpatías con el candidato opositor Antanas Mockus, con falsos informes del gobierno de Uribe sobre un intento de asesinato por parte de sicarios de Hugo Chávez; de su tentativa conocida de postular a la presidencia por “Cambio Radical” que se cayó en el primer semestre del año cuando Barba dueño de la inscripción de ese seudopartido decidió apoyar a Kouri para el municipio de Lima; del intento posterior de recoger firmas e inscribir un partido con Enrique Ghersi, que terminó porque no dio el dinero que le pedían y por desavenencias con la esposa del abogado, lo que debe haber ocurrido hacia mediados de año; de un sondeo para asociarse con la vieja guardia de Acción Popular, que murió tras una conversación con Lescano que aspiraba a la candidatura de dicho partido; y de una conversación con Luis Bedoya Reyes (debe ser a comienzos de agosto) para ir con el PPC que se frustró cuando el propio Bayly se negó a conversar con Lourdes Flores que habría querido utilizarlo para la campaña municipal. Este último episodio ya ha sido mencionado por los dirigentes del PPC bajo la forma de que Bayly se picó al no ser aceptado como candidato y por eso apoyó a Susana Villarán contra Lourdes.

El hecho es que de acuerdo a esta secuencia, la conversación con García debe estar situada entre agosto o septiembre. Y aunque el gobierno diga que Bayly ha interpretado como novelista lo conversado, hay demasiados elementos que tienen a confirmar que el asunto tiene sólidos visos de veracidad. Efectivamente, ha sido Alan García el que calificó su victoria del 2006, como parte de un “conflicto continental” entre la democracia y el mercado contra el estatismo y la demagogia (“A la fe de la inmensa mayoría del pueblo peruano” 28.06.09), el que aseguró a los banqueros que no ganaría el que él no quiera; y el que ha dado señales evidentes de ir adoptando candidatos, incluidos los que no son de su partido, hasta al supuesto opositor Alejandro Toledo, de manera de aislar a Humala como el peligro para el sistema. Todo eso encaja completamente con la idea de que “aunque me metan preso Humala no será presidente”, que justifica el recurso del golpe del Estado contra el candidato nacionalista.

Aunque se trate de un encuentro privado y de aparentes opiniones de lengua suelta, hay suficientes indicios de que lo que está escrito en el artículo de Bayly es el pensamiento más profundo del actual presidente. Esa noche, dice a manera de conclusión, “me quedé pensando que en efecto es así como se hace política en el Perú: con absoluta falta de escrúpulos… (y) decidí que no sería candidato”. Y con la nota de ayer, podría anotarse que dio un paso más para ayudar a desnudar lo que son los políticos en nuestro país: todas las iras y los ascos que aparentó García frente a Rómulo León, Químper, Del Castillo, Quesada, Barrios; se desnudan en su impresionante hipocresía en la frase antológica: “la plata llega sola”. Es decir, que el lobbysmo paga, que era algo que todos suponíamos, pero que de la boca del lobbysta mayor del país se escuche tamaña confesión, es apabullante. Es Bayly mismo el que anota que esta es “una manera sutil y tramposa de decir que la plata llega por debajo de la mesa, en maletines, en coimas y cuentas secretas”.

Y que alguien esté dispuesto a dar un golpe de Estado y hasta de terminar en la cárcel para que las cosas sigan así, es demasiado.

07.12.10
www.rwiener.blogspot.com

2 comentarios:

Unknown dijo...

Es asi como funciona el sistema, nada ha cambiado en los ultimos 50 años, pero la inercia en que se ha caido ahoro es por culpa de la desgarradora experiencia senderista y emerretista, que ha generado una indiferencia a la revuelta a lo contestatario por abuso. La experiencia dice que la historia va en espiral y que en pocos espacios de tiempo se generan los avances cualitativos, es solo cuestion de eperar.

Juan A. Cavero G. dijo...

¿Cómo se puede temer tanto a un candidato que, según las encuestadoras, no llega a los 2 dígitos en el porcentaje de intención de votos? El sujeto que se ufana de poder decidir quién no puede ser Presidente en el 2011, sabe que uno de los contendores en una eventual segunda vuelta electoral será Humala. De otra manera no se explica cómo puede llegar a sincerarse de la manera que lo ha hecho ante su amigo Bayly. Ahora tiene, por el momento, 5 cartas en el juego. Esas 5 cartas son 5 distintas caras de más de lo mismo. Pero, la verdad sea dicha, es preferible el fundador del circo a los payasos. El cholo, el gringo, el mudo y la frustrada reina de belleza son sólo versiones del mismo fujimorismo económico vigente. Si alguien quiere más de lo mismo, debería votar por el auténtico fujimorismo, y no perder su tiempo con los payasos. Aparecerán también los candidatos folklóricos de siempre, y uno que querrá ubicarse “al centro” (como si eso fuera posible), pero serán barridos. La confrontación principal será entre Humala y el fujimorismo (o neo-fujimorismo).