jueves, marzo 15, 2012

Fujimori y Antauro

Vaya, casi que me da ganas de aplaudir que, después de tantos intentos por plantear una discusión seria con el jefe periodístico de la peor derecha, por fin, de la montaña de respuestas ofensivas e impertinentes, haya salido algún tema, a saber si existe un paralelo entre Antauro Humala y Alberto Fujimori respecto a su responsabilidad indirecta en las muertes que ocurrieron con intervención de personal bajo su mando.

Hace algunos días escribí: “Antauro no es un criminal… es un político que se levantó contra un gobierno democrático… y que en la acción ocurrieron seis muertes, todas ellas a gran distancia de donde estaba y sin ninguna orden de su parte”. De donde DBA deduce que si se aplica este concepto a Fujimori, debería estar libre. Pero yo no dije nada de la libertad de Antauro, ni que no fuera el jefe de una asonada que fracasó. Y ya sabemos que rebelión que no triunfa lleva a sus organizadores y participantes a la prisión (los golpistas que ganan siempre son perdonados, el más famoso de ellos el propio Fujimori al que nadie ha juzgado por el 5 de abril).

Siempre he usada la expresión de “responsable de violación grave de los derechos humanos”, para distinguir a Fujimori de los integrantes directos de los escuadrones de la muerte que se crearon con su consentimiento y fueron los encargados de disparar en Barrios Altos, La Cantuta, El Santa, Huaura y otros crímenes debidamente probados. Aquí la cuestión es que estas acciones fueron planificadas y decididas para que las ejecuten Martin Rivas y sus secuaces. La finalidad del “Grupo Colina”, al que Fujimori premió por sus servicios especiales, al que protegió de las denuncias del general Robles y al que amnistió en 1995, no era otra que matar los que el régimen deseaba ver muertos. No hubo ningún enfrentamiento entre dos bandos de donde derivara un número de heridos o muertos. Fue simplemente asesinato.

Como lo fue también lo ocurrido en el Penal de Castro Castro en 1992 y se repitió en la casa del Embajador Aoki en 1997, donde los que tomaban las decisiones: Fujimori, Montesinos y Hermoza, ordenaron eliminar a los rendidos. Este es el caso Fujimori, que no se compara con el de Antauro Humala por las siguientes razones: (a) el contingente que toma la comisaría de Andahuaylas no tenía el objetivo de matar o causar daño a nadie, sino provocar un cambio político en el país; (b) las muertes de policía ocurrieron en un enfrentamiento, cuando se intentaba retomar la comisaría; (c) nunca hubo un centro que decidiera matar policías; (d) la trayectoria de las balas que mataron a los policías fueron confusas de acuerdo a los peritajes de balística (todos tienen perforaciones de atrás para adelante) pero este tema no se debatió en el proceso, como tampoco hubo reconstrucción de los hechos; (e) la historia de “Antauro asesino de policías” se creó para afectar a Ollanta y llegó a su clímax en el exaltado programa de Jaime Bayly entre primera y segunda vuelta del 2011.

Y es hoy el trasfondo de la tremenda alharaca por los “privilegios” del nuevo penal del hermano del presidente, cuyo interior nadie conoce, mostrando fotos y contando historias del penal anterior, del que no querían que lo muevan.

15.03.12
www.rwiener.blogspot.com

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