martes, febrero 21, 2012

Yo engañé al presidente

Ayer si que estuvieron macabros AAR y RMP, cuando revelaron que Castilla dicta lecciones diarias de economía al presidente y su esposa, porque los que antes le hablaban sobre este tema, no sólo no le enseñaban sino que le mentían. Vaya.

Y para ilustrar la peor de las mentiras Rosa María no mencionó a Félix Jiménez, José Oscátegui o Humberto Campodónico, entre otros autores del Plan de la Gran Transformación que tanto le obsesiona, sino a alguien que le dijo que la concesión del aeropuerto había sido mala por lo que el presidente todavía vacila ante el ambicioso plan de entrega de infraestructura de su ministro de Economía.

¿Y cómo se aclara está sucia mentira? Fácil, según la Palacios, bastó que Castilla dijera, pero presidente si está es una de las privatizaciones más premiadas para que el otro entendiera. Y añade Rosa María que Ollanta entonces volteó la mirada buscando a Dammert para reprocharle con los ojos su engaño. Pero la verdad no imagino ninguna reunión reciente entre Ollanta, Castilla y Dammert, pero más importante que eso es que la especialidad de este último ha estado en los puertos y en el gas natural.

Entonces si en alguien debe haber pensado el presidente, si esta historia tiene algo de cierto, es en las muchas veces en que conversamos sobre LAP, los juicios con los que esa empresa quiso silenciarme y los diversos problemas de la concesión. Y por supuesto que él sabía de los premios y a pesar de ellos todavía pensaba que era una mala concesión. Pero como últimamente hay problemas con la memoria haré un resumen de lo que discutíamos porque, si fuera como dicen los macabros, Ollanta no habría sabido qué contestar. Vamos.

Tenemos doce años de concesión del primer aeropuerto del país y no se ha iniciado la construcción de la nueva pista de aterrizaje que era el motivo central de la transferencia al sector privado. LAP acaba de hacer una nueva reparación de la antigua pista y se sigue especulando con el precio de los terrenos de ampliación mientras los viejos propietarios oligárquicos pre reforma agraria están bien agarrados de sus títulos que canjearán por dinero mientras el Estado tendrá que echar por la fuerza a los campesinos que están en posesión de la tierra.

Silva Ruete anunció que la concesión produciría un canon de mil millones de dólares para el Estado peruano por la explotación del aeropuerto. Para esto se elevaron fuertemente todas las tarifas de servicios, pero el dinero que se recauda pasa de la mano de LAP a las del Estado y de ahí a los aeropuertos privatizados de provincias, asociados de LAP, como contribución pública a su refacción. El fisco no ve un centavo.

El aeropuerto premiado es un edificio reconstruido con dos espigones y nadie ha demostrado que fuera necesaria una concesión y supuestos expertos internacionales para este resultado. Claro que si se premia a Lima que fue precursora en América del Sur de la privatización se está alentando el mismo proceso en otros países.

Hay, además, temas jurídicos sobre el contrato original y sus modificatorias; sobre la naturaleza del operador (los que ganaron la concesión, aparentemente cumpliendo los requisitos, ya no están); sobre las tarifas; sobre el trato a los exhibidores nacionales que tenía el aeropuerto; sobre el control del narcotráfico; etc. Sólo una cosa no le dije al presidente porque no la sabía, que el ministro Castilla tiene una hermana gerente corporativa de LAP. Y le aseguro que es verdad.

20.02.12
www.rwiener.blogspot.com

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