miércoles, febrero 29, 2012

Correa, la prensa y el golpismo

Si hacemos una encuesta para saber qué ha entendido cada peruano respecto al conflicto entre el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, y los propietarios del diario “El Universo”, es casi seguro que la mayoría respondería que este es un caso de pura libertad de prensa, en el que el presidente que no aguanta críticas ha usado todo su poder para imponer una sanción desproporcionada a un medio de prensa, dentro de una línea de conducta que se supone marca a los diversos gobiernos progresistas de América Latina, con la intención de amedrentar la opinión independiente.

Esta es la visión que no por casualidad mantienen los medios peruanos sobre este caso y la de la SIP y otras entidades por el estilo. Ningún medio se ha molestado en recordar las circunstancias en que se inicia el enfrentamiento que es el de la revuelta policial que logró secuestrar al presidente y colocarlo en riesgo de muerte. Sobre esto, la derecha periodística ecuatoriana pretendió que se trataba de un simple reclamo gremial y que nunca hubo amenaza sobre el primer mandatario, a pesar de que se blandieron armas y se hicieron disparos. Más aún, “El Universo” publicó una columna que si había alguien que había querido resolver la crisis a tiros había sido el propio Correa, ordenando hacer fuego sobre el hospital en el que lo tenían prisionero.

Era evidente que la intención de la gran prensa (“El Universo” es el equivalente a “El Comercio de Lima”), era cambiar la versión sobre el ataque al presidente, invirtiendo los hechos de modo que el agredido apareciera como agresor. De paso se quería instalar la idea de que había sido casi normal que sujetos armados rodearan, golpearan y forzaran al jefe de la nación a acompañarlos. Lo que en cualquier parte del mundo hubiera sido respondido con toda la fuerza de la ley y habría llevado probablemente a la eliminación de los atacantes, sin que nadie pudiese protestar por ello, en Ecuador, por el odio político acumulado, se convertía en una denuncia contra el presidente que se resistió a la vejación.

La pregunta de cajón es si lo que estaba haciendo “El Universo” era efectivamente un ejercicio de la libertad de opinar o estaba actuando como parte del complot. Esta fuera de dudas que en el plan de matar al presidente era necesario un soporte de prensa, ¿y cómo se puede calificar el hecho de que diversos medios y líderes de opinión opositores al gobierno lamentaron en público lamentaron en público que Correa recuperara el control de la situación? Si todos estos puntos le fueran recordados a los peruanos: ¿cómo creen que responderían a la encuesta?

Pero vamos, una multa de 40 millones de dólares es, de todos modos, exagerada a lo que se añade cuatro condenas de directivos del medio, y lo que Correa hizo durante el proceso es mostrar que los jueces respondían a él. Puede ser. Lo que está claro es que en Ecuador ha habido una batalla política entre el gobierno y la prensa de derecha, que como suele pasar en estas disputas, ha tenido de golpismo y autoritarismo. Lo que si es una falacia completa es contar el cuento de los medios buenos y los presidentes malos, cuando lo que hay en realidad son las tensiones que generan las reformas sociales verdaderas. Correa ha dado su pelea para demostrar que se va a defender de la gran prensa, y más allá de excesos, razones no le faltan.

29.02.12
www.rwiener.blogspot.com

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