jueves, febrero 23, 2012

Ajuste y reforma neoliberal en Grecia

Doce horas les tomó a los ministros de la eurozona aprobar el nuevo “salvataje” impuesto a Grecia por el cual se le entregará por tramos una “ayuda” de 130 mil millones de euros, empezando por uno inmediato para que pueda cumplir con sus vencimientos de finales de marzo por casi 15 mil millones de euros.

El “salvataje”, tiene mucho de salvaje ya que conduce a la reducción de los salarios, las pensiones, el gasto social del Estado y el empleo público, obliga a liberalizar los mercados, a la venta de empresas públicas y la concesión de infraestructura, a generar una doble contabilidad fiscal para asegurar la prioridad del pago de la duda, etc. Por eso la magnitud de las protestas y la crisis política que ha paralizado al país.

Pero aún así, la burocracia europea dudó en confirmar lo que ya había hecho votar a los griegos y siguió cavilando acerca de si esto no será más plata perdida. La solución que halló no puede ser más elocuente: intervenir el gobierno griego mientras se aplica el salvataje para que las decisiones económicas y financieras estén bajo su control.

Nótese que el gobierno de Papademos lo puso la burocracia de Bruselas luego de forzar la salida del anterior primer ministro, convirtiéndose en el primer hombre del Banco de Europa (era su vicepresidente) llegado por arriba a la cabeza de un gobierno formalmente democrático. Ahora ni ese golpe de Estado encubierto de la banca, parece suficiente.

Y es que todo lo que estamos viendo es como se traslada la crisis del sistema de los entes financieros a la sociedad, del capital hacia el trabajo, del mundo del dinero al de las necesidades sociales. Eso está empezando a pasar en España, Italia, Portugal, Irlanda, y aún menos visible en Francia, Holanda y hasta en Alemania. Sólo que el caso griego ya está fuera de control y las reformas parciales ya se agotaron.

Pero quién asegura que lo que pasa en la península helénica no sea sino el anticipo de lo que puede ocurrir en toda Europa y en otras partes del mundo. La arrogancia de la banca hace incurrir a cada rato en el mismo error de creer que porque los grandes edificios siguen de pie y moviendo miles de millones son invencibles. Hace menos de tres años que con ese espíritu se llegó al 15 de septiembre cuando colapsó el sistema financiero, sin que haya podido reorganizarse hasta ahora.

Se puede decir que a costa de los Estados los bancos se salvaron, y que ahora los dueños del dinero están ganando tanto o más que antes. Pero todos los problemas de recirculación del capital están irresueltos y los Estados han quedado tan exhaustos que están quebrando por todas partes lanzando las peores plagas sobre sus pueblos. Lo más inquietante, sin embargo, no es eso, sino que en medio del desastre, el FMI, el Banco y la Comisión Europea, sigan incluyendo cláusulas de ajuste que se dirigen a rematar propiedad pública y levantar prohibiciones sanitarias y legales para la venta de productos calificados nocivos producidos por grandes corporaciones.

Es lo que vivimos nosotros en los 80-90: nos ajustaron hasta el cuello, nos vendieron al exterior, nos dejaron sin industria y agricultura de alimentos, como parte del paquete de deuda, nos convirtieron en mercados de otros, y luego se buscaron ministros que enseñen a los presidentes que la economía siempre tiene que ser así.

22.02.12
www.rwiener.blogspot.com

No hay comentarios.: