Las noticias económicas de los últimos meses son tercamente
pesimistas. La última fue el 1.84% de crecimiento de mayo y nadie espera que
Junio y julio cambien este panorama. El Banco Mundial y el FMI han corregido a
la baja la presión de crecimiento para América Latina sobre el 2%, con algunos
países bordeando el cero.
¿Qué quiere decir ello? Lo que hace más o menos un año dijo
el propio Humala acerca del final del ciclo de precios altos de materias primas
que jalaba nuestras economías y por lo cual fue apanado por sembrar el
alarmismo y el pesimismo. Ha pasado el tiempo y todavía hay idiotas que
escriben que el Perú se cayó porque el presidente “pensó” en comprar la
refinería La Pampilla.
Por cierto ahora estamos ante el tiempo perdido y tratando
aún de negar el ciclo nuevo en que nos encontramos ya de lleno, discutiendo
medidas pro-ciclo, de favorecimiento de las inversiones en los rubros en que la
demanda se ha debilitado y pagando costos ambientales y laborales que no se
deberían pagar. Hasta García reaccionó con un programa de inversiones públicas
de corto plazo para estimular la economía. Pero a Humala no hay quién le diga
que Castilla ya perdió el rumbo.
El tímido plan de diversificación de Ghezzi, cuyo mayor
mérito es haber puesto el tema en agenda, está tirado a un costado, aplastado
por las urgencias. Sin embargo, lo que más necesita ahora nuestro país al lado
de un Estado que se juegue a cambiar la inercia de la desinversión, es una
orientación consciente en pro de la actividad industrial y la agricultura, que
acelere la creación de empleo interno y la mejora del ingreso de la gente.
Así como estamos adonde vamos es no solo a una economía más
lenta sino a un probable hoyo fiscal a la vuelta de algún tiempo. Ya la señal
estaba dada con Yanacocha declarando pérdidas y Tintaya ajustando duramente el
canon. Quién crea que vamos a vivir de próximos proyectos mineros recuperando
el nivel de impuestos que existía hace una década está soñando. El problema es que
no hay consenso sobre la necesidad del reajuste del modelo y eso viene de la
inercia de veinticuatro años y del miedo
a tomar decisiones que no se apoyen en el flujo constante de capitales
del exterior, que ya no existe.
Humala es el reflejo patético de este desconcierto. Después
de todo a él lo asustaron con hacerlo culpable de que la economía dejase de
crecer y le reemplazaron el programa de transformación por el señuelo del
“crecimiento con inclusión”. Tres años después la “inclusión” es mínima, apenas
un poco más de programas asistencialistas, y el crecimiento extractivista ya ha
dado todo lo que podía dar. ¿Qué mensaje económico se le puede enviar al pueblo
peruano en esas circunstancias? Lo
veremos en muy pocas horas.
28.07.14
7 comentarios:
Si hasta el "doctor" ex pp hoy día con el máximo desparpajo declaró luego del discurso del gobernante de turno que “El balance en desnutrición, anemia, mortalidad materno infantil es negativo. Regalar billetes sin crecer huele a reelección”, el mundo al revés.
Así las cosas el Perú festeja otro aniversario patrio sumido en la mediocridad más espantosa de su élite gobernante y de su clase política. Estamos en manos de un partido que no existe y que encima está en crisis y en descomposición, un partido que no es más que una PYME familiar de los Humala-Heredia y una cofradía de inútiles chupamedias de la talla de Josué Gutiérrez, el gusano parlamentario que ha decorado su oficina (si se puede llamar así a la huachafería) con gigantografías de Nadine, como si fuera actriz porno. Y no digamos nada de la actual presidenta del Congreso, alguien cuyo perfil político entra en un tuit.
Lo que escuchamos ayer fue –por otro año consecutivo– una lista de cosas hechas por el gobierno en lo que va de su gestión mezclada de manera desordenada con otra lista de lo que se espera hacer en los próximos dos años. Ninguna de las mencionadas, sin embargo, constituye una reforma estructural y de fondo. Y, prácticamente, todas las medidas anunciadas en el discurso tienen algo en común: suponen un mayor gasto estatal.
El crecimiento se ha reducido por menores ingresos provenientes de la exportación de minerales debido a precios más bajos, a una menor demanda y una producción más débil (gracias tambien a nuestro compatriota goyo santos). El crecimiento del PBI fue del 5,8% el año pasado, pero entre enero y mayo, la tasa cayó al 3,6% en comparación con el mismo período del año pasado. Este mes, el bcr sorprendió a los analistas al reducir su tasa de interés de referencia en un intento por estimular el crecimiento.
Pero el hecho de que el gobierno peruano haya respondido a un menor crecimiento económico con reformas en lugar de un gasto populista es algo positivo, No le parece?
Parece que Wiener Olvida que la Gallina de los Huevos de oro en Materia de recaudación de Impuestos es la Minería y que ningún despilfarro populista como el que plantea se lograría sin el dinero proveniente de la minería. De concretarse todos los programas de inversión, (60 mil Mills hasta el 2021 de acuerdo al MINEM. Son un total de 47 proyectos, de los cuales 32 son de extracción de cobre.) La producción de cobre podría incrementarse en 140% para el 2024 y dichas inversiones incrementarían el aporte de la minería al fisco en 143% hasta el 2024.
De manera que es enorme el costo de demorar o atrasar las inversiones mineras. No parece haber otra actividad económica con un aporte macroeconómico potencial tan positivo como la minería. (Haga su análisis de la agricultura e industrialización como plantea…) Frenar las inversiones sería además frenar el desarrollo regional pues la minería es una actividad económica descentralizada por antonomasia. Finalmente, el aporte tributario de la minería puede servirnos para financiar bienes públicos esenciales que tanto necesita el Perú.
Y Hablando sobre que estamos… “pagando costos ambientales y laborales que no se deberían pagar. “ Pareciera que a Wiener, Lévano, El Cura Arana, Veronika Mendoza, todos los progres, Caviares y demás Hueveras no comentan nada del derrame de crudo en Loreto de los 10 mil barriles de petróleo de la estatal Petro-Perú que han generado una contaminación sin precedentes en la historia reciente de nuestro país. Muestra más clara de cómo las empresas extractivas estatales son una amenaza para las comunidades, la conservación ambiental y el desarrollo sostenible, El doble estándar moral es más que peligroso.
Debería el Estado Peruano gastar más en educación de calidad e infraestructura en lugar de gastar en una refinería inservible que costará, en términos relativos, el triple que el escandaloso costo de los estadios brasileños.
Nada de “anónimo”, soy Ambrosio
No te hagas, Raúl; tú sabías que “Humala es el reflejo patético de (cualquier) desconcierto”. Hoy das saltitos de alegría porque las “las económicas de los últimos meses son tercamente pesimistas”. ¡Qué felicidad, qué maravilla: los peruanos están jodidos! Y crees que lo que el Perú necesita “un Estado que se juegue a cambiar la inercia de la desinversión”. ¿Qué es eso? ¿La nueva política guevarista del hombre nuevo de la dictadura castrista que tan bien les va desde 1959?
Estás panfletario al decir “el crecimiento extractivista ya ha dado todo lo que podía dar”. ¿Estados Unidos, Nueva Zelandia, Canadá, Noruega, Venezuela, la Federación Rusa son unos cojudos por basar sus economía en “el crecimiento extractivista”, especialmente los dos últimos? No se puede razonar contigo, Raúl.
El discurso de ayer fue tímido, unos pasitos poco audaces, ha puesto más dinero en manos de burócratas que lo harán mal, de manera corrupta porque es imposible que lo hagan bien jamás de los jamases. Por supuesto que se necesitan policías y helicópteros, y un aumento en educación. Se quedó entre las ideas (1) reducir el Impuesto a la Renta para aumentar el gasto y promover inversiones, (2) “tax breaks” de verdad, que conduzcan a la inversión o reinversión como los que hizo Ronald Reagan y Margaret Thatcher con excelentes resultados para sacar a sus países del marasmo progresista socialista.
De acuerdo con el Ministerio de Economía y Finanzas actualmente hay posibilidades de tener mayor gasto y por ello se logrará aumentos de salarios en el sector público y mayor presupuesto en educación y salud.
Las medidas que viene tomando el Gobierno para impulsar la economía y realizar reformas en sectores como salud y educación, a través del incremento del gasto público, hacen que el Perú tenga un déficit fiscal de 1% al 2016, según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Publicar un comentario