De
una semana a otra, la izquierda pasó de proclamar su unidad y la necesidad de
una coalición democrática para disputar el gobierno de Lima al candidato de la
derecha y la corrupción, a desintegrarse en medio de declaraciones de sectores
que descubrían que mejor era ir solos y otros que ponían tachones sobre
posibles aliados porque pedían demasiado o traían mucho pasado indeseable
consigo.
El tema era que teníamos a la única candidata que polariza una elección que
nos quieren vender como resuelta de antemano, contra la cual valen todas las
maniobras (hasta la de inscribirla en otro partido, para impedirle postular) y
a la que atacan casi todos los candidatos chicos porque quisieran estar en su
lugar. Y una candidata así, siendo de la izquierda, no tendría posibilidad de
ganar si fuera “solo de la izquierda”.
Obviamente, en la guerra sostenida contra Susana hay un componente
ideológico, que tiene que ver con eliminar a las opciones de izquierda y
progresistas del escenario político, como lo están tratando de hacer con
Gregorio Santos. Pero, precisamente por ello, hay que saber
que no estamos en una campaña comparable con la de los que participan para ver
si se hacen visibles en los próximos tres meses, sino ante un atrevimiento
dirigido a impedir que este 5 de octubre se imponga ampliamente el candidato
que representa lo peor del país y abra el camino a la DBA para las elecciones
del 2016.
Lograr
el apoyo de fuerzas más allá de nosotros mismos, supone hacer concesiones que
incomodan y traen controversias. Podría mencionar mi desagrado de ver en la
lista de Susana a Pilar Freitas, de Perú Posible, cuyos antecedentes me parecen
más picantes que el caso Ecoteva, pero entiendo que está ahí porque ha sido
aliada de la alcaldesa los cuatro años anteriores dentro del Concejo
Metropolitano. Uno se tiene que comer un sapo, si pues, pero
eso no va a cambiar que la batalla de estos meses va a ser entre Susana y
Castañeda y que ahí se van a decidir cosas que tienen que ver con el futuro del
país.
La política electoral no es un terreno fácil, sobre todo si tienes casi
todo en contra: (a) no se tiene inscripción para participar en las elecciones;
(b) la unidad de la izquierda es frágil y no tiene mecanismos para adoptar
acuerdos que todos respeten; (c) cualquier maniobra tramposa, como la de
miembros de Diálogo Vecinal que actuaron como pandilleros, tiene inmediato eco
en la prensa y se convierte en escándalo.
Atreverse en esas condiciones tiene mucho de aventura y de riesgo personal.
Alguna vez entenderemos la importancia de la decisión de estos días y la enorme
voluntad que ha habido que movilizar para no ser expulsados de la contienda.
09.07.14
9 comentarios:
Nada de “anónimo”, soy Ambrosio
Hoy don Raúl y don Aldo están de acuerdo: a ninguno de los dos les agrada Pilar Freitas.
(1) Don Raúl de Pilar Freitas argumenta que sus "antecedentes me parecen más picantes que el caso Ecoteva, pero entiendo que está ahí porque ha sido aliada de la alcaldesa los cuatro años anteriores dentro del Concejo Metropolitano”. O sea Wiener “entiende” que en el reparto “disciplina compañeros”.
(2) Don Aldo es más picante con Pilar Freitas. Dice: Villarán “incluye a la ultrapolémica Pilar Freitas como regidora, aquella que sufrió un repudio masivo al intentar ser defensora del Pueblo, acusada de cambiar los estatutos del asilo Canevaro para atornillarse y de haber perseguido a Baruch como procuradora fujimorista”.
Así está el callejón de un solo caño de Susana Villarán y su pendiente fiasco electoral.
Don Raúl, el fundamentalista, intenta presentar las elecciones municipales como una lucha entre la izquierda y la derecha; Lima le importa un bledo. Don Raúl dice “la izquierda pasó de proclamar su unidad y la necesidad de una coalición democrática para disputar el gobierno de Lima al candidato de la derecha y la corrupción”. O sea, según él, es el fin del mundo si Susana no es reelegida. Y por supuesto delira con el oxímoron “unidad de la izquierda”.
En su momento más cínico de “Hay que ser atrevida…” don Raúl dice que “hay un componente ideológico, que tiene que ver con eliminar a las opciones de izquierda y progresistas del escenario político, como lo están tratando de hacer con Gregorio Santos”. ¡Según Raúl Wiener Goyo Santos no es corrupto sino un mesías injustamente perseguido!
¿No se te cae la cara de vergüenza ser tan hipócrita, Raúl? ¿Quién te va a creer que “combates la corrupción”? Aun teniendo en cuenta la presunción de inocencia, el caso de Goyo Santos es feroz, el tío organizó una mafia roja dedicada al chantaje y extorsión para enriquecerse en el menor tiempo posible desde la presidencia regional, no le templo el pulso para secuestrar, usó a los ronderos como talibanes, y se opuso al proyecto Conga porque no le pagaron el dinero que pedía para apoyarlo.
Como dice Aldo Mariátegui hoy: “¡Este es el “ocaso moral de la izquierda”, como diría mi chochera Henry Pease!”
Hay 12 candidatos, para burgomaestres de la ciudad de Lima, que REPRESENTAN a la Derecha Bestia y Achorada y uno solo: la tia Susana Villaran a la IZQUIERDA PROGRE Y DEMOCRATICA y aunque los primeros cuentan con el apoyo de: la MAFIA POLITICA EMPRESARIAL, de la ASOCIACION de lobistas y vendepatria del pais, de la banda los malditos de la sociedad de mineria, de la cofradia de narcoindultados "salimos por la puerta grande", de los medios mercenarios, DE COMUNICORI, de la banda los forajidos de la confiep, de la usa embassy, de la cáfila de enchufados y asalariados que nunca faltan, de todo el dinero del BCR y hasta del loco URRESTI, en estas elecciones y en todas las que vengan, los derechistas van a morder el POLVO DE LA DERROTA. El triunfo de ollanta ha servido para demostrar la nula influencia que tienen los medios en la voluntad popular y la recua de neoliberales derechistas ha tenido que verse obligada a corromper al traidor de Palacio para continuar con el modelo económico que solo los favorece a ellos. Pero ninguno de los verdaderos dirigentes ni luchadores sociales de izquierda tienen precio, como si ocurre con los capataces, taytas, jefes, caporales, chitos y ranqueados de la DERECHA CRIOLLA que por unos cuantos dolares son capaces de vender a su propia madre. Esto naturalmente va ser aprovechado por Susana y todo el equipo que la apoya para ganar de nuevo. Y lo mismo va ocurrir en las elecciones generales y ojala, para esa fecha, el Gran GOYO SANTOS ya se encuentre libre y pueda postular, su reelección como Presidente de la Region Cajamarca es segura como seguro va ser el futuro revolucionario, justo e inclusivo de nuestro querido PERU. Si o No
NO
La última Sr. Wiener. Esa Mujer jamás fue de izquierda y si Ud. no se ha dado cuenta de eso, es una pena.
Nada que decir. K
Viva Ambrosio
No es verdad que SV no tenía una inscripción sino que no quiso respetar elecciones internas, siendo la unidad aún débil en el FA, SV quiso debilitarla caudillezcamente aún más, prefiriendo un vientre de alquiler, Vaya que sí es atrevida!
No pues. No tenía. El que había logrado la inscripción era Tierra y Dignidad y en el momento crítico le recordaron al resto que el registro era de ellos. Así que los recaudos de un sector hacia otro no eran sino reflejo de lo desigual que era el trato entre los componentes de lo que llsmas frágil unidad de la izquierda y que si tenía una marca era la de la mutua desconfianza.
Por otro lado, qué significaba eso de votación por el candidato en una inexistente institucionalidad de la izquierda. ¿Quiénes votan?, ¿con qué título?,¿tienes una idea de lo que fueron las "votaciones" en IU en 1985 y 1995 y cómo terminaron?
Insisto, aquí lo que ha habido es incomprensión del momento político que exigía cerrar filas para enfrentar a la derecha personificada en Castañeda, y para poner mejores condiciones a los aliados dizque democrático que había que ganar para este lado. Para esa tarea Susana era la única carta con la que podíamos tener algún poder de negociación. No entender eso es no saber nada de política. Lo que se ha logrado es mucho menos de lo que podía conseguir y la causa tiene que ver con cierto pragmatismo del lado de Susana, pero wsobre todo con un alto sectarismo y obnibulación política en otros sectores de la izquierda, que se han quedado fuera de la campaña y ahora no tienen política para Lima.
Admitamos que la izquierda no cree en la decisión de la mayoría.
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