domingo, julio 06, 2014

El silencio como estrategia

A Luis Castañeda podría decirle el poeta: Me gustas cuando callas porque estás como ausente… Aunque en su caso el tipo siempre calla y siempre está ausente. Y a pesar de ello las encuestas dicen que a casi la mitad de los limeños les parece que la mudez de su candidato tiene algo de inteligente.

Por ahora, lo que es claro, es que todo lo que pasa en el país ocurre sin Castañeda y los asuntos de la Municipalidad de Lima que ocupan permanentemente a la gran prensa por su obsesión con Villarán, nunca reciben el refuerzo del que se pretende el que más sabe de estos asuntos.

En el silencio de Castañeda se conjugan varios elementos. En primer lugar una “estrategia”, como dicen sus seguidores, que consiste en evitar revelar sus limitaciones como líder y su falta de ideas. Es verdad que con dos o tres veces que abrió la boca en el 2011, hizo bajar su candidatura del primero al quinto puesto, y apenas por dejarse ver y hacerse el ambiguo respecto a la revocatoria, que manejaba bajo la mesa, abonó a la derrota del Sí que tenía una ventaja de 30 puntos a dos meses de las elecciones y a la revocatoria singular de su propio hijo.

Así que tiene que haber “estrategia”, pero no solo eso. También hay soberbia, esta sí sin comillas, que le ha sido alimentada por años de cantarle loas a su supuesta condición mágica de “buen administrador”, que nadie exactamente sabe  en que consiste y que por supuesto es mucho mejor no intentar explicarla. En una célebre respuesta en una reunión con empresarios, el mudo resumió su habilidad de gestor en que no leía los planes de los gerentes, sobre todo si eran demasiado largos, y dejaba a su criterio lo que debería hacerse. Más o menos, como en su coartada sobre Comunicore.

Ser mudo por soberbia equivale a despreciar a los electores, que es lo que hizo durante ocho años como alcalde de la ciudad, en los que decidió por su cuenta las obras que se hacían y las que no se hacían, nunca fue a las sesiones del Consejo a presentar sus planes o rendir cuentas, y ni siquiera imaginó que podía existir alguna forma de participación ciudadana en el gobierno municipal.

Hay un tercer factor que se relaciona con la incomunicación de Castañeda y es, como están pensando, el de la corrupción. Efectivamente el plan que está en marcha consiste como en el viejo ardid de los ladrones en gritar “al ladrón”, “a la ratera”, “a la Caja Metropolitana”, mientras se evita que la gente recuerde lo que pasó durante los dos gobiernos anteriores a Susana y que han hecho del mudo un hombre con mucho dinero y con pocas palabras, que es lo único que lo diferencia de Alan García.

06.07.14


   

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada de “anónimo”, soy Ambrosio

Cuando leí el título “El silencio como estrategia” de hoy, asumí que don Raúl se refería a sí mismo. El silencio como estrategia es la suya, jamás Raúl Alfredo Wiener Fresco especifica en qué consiste el “gran cambio” en las múltiples metamorfosis, reempaquetamientos y reciclajes en que tratan de vender esa metida de dedo a los peruanos, que, según él, somos degenerados y corruptos.

Error mío. Luis Castañeda era el tío que usaba “el silencio como estrategia” para Wiener.
A don Raúl le gustan los políticos matones, pendencieros, mentirosos, hipócritas, populistas que luchen contra el “imperialismo yanqui” como Goyo Santos y Hugo Chávez, mientras más irresponsables, resentidos, envidiosos, divisivos, e irresponsables mejor…

Pero, Raúl, vamos a ver. Si es cierto, como decías ayer, que, “Diario UNO” era “…, el diario de las causas nacionales y populares, el bastión reconocido de la lucha contra la corrupción, el actor periodístico principal de los tres últimos procesos electorales, el diario pequeño que enfrenta la gran concentración de prensa”. Será para ti y tus amigos, facilísimo hacer puré a Castañeda, en un par de de columnas más acabas con el Mudo más rápido que inmediatamente.

Anónimo dijo...

Fusilen al ambrosio por faltarle a don César Wiener

Anónimo dijo...

Cojudez Nª 1: "Cuando leí el título “El silencio como estrategia” de hoy, asumí que don Raúl se refería a sí mismo". ¿pero a caso no le respondes los post todos los días a Wiener, entonces cómo va a hacerse el silencioso? Por el contrario, ¿has escuchado hablar o leer artículos de Castañeda en los últimos tres meses?

Cojudez Nª 2: entonces, "por lógica" como a Wiener no le gustan los mudos, le encantan los pendencieros y populistas que, oh sorpresa, siempre son de izquierda. Pero no dices nada del paporretero Nª 1 del país: Alan García, aquel que le gusta ver perros del hortelano en todo el país, filosofar sobre el carácter triste de la raza andina, aquel que le excita rodearse de cobrizos, que escribe libros donde da recetas para mejorar la economìa mundial y creerse listo para el Nobel de economía, que le dice a los empresarios que el puede hacer que no gane las elecciones quien no le guste, o que repite los mismo argumentos que le dicta le embajada de USA.
Claro, Ambrosio, a esos habladores no les espatas ni mierda.
Cojudo, vendepatria y payaso!!!!

Anónimo dijo...

El estreñido (tampoco) no lee. Solo se pica y resiente.

Anónimo dijo...

Al igual que cualquier derechista que se respete el mudo no es mas que un chorazo de la peor especie y si no es mas choro es por que es medio imbécil, imagínense si era normal. Y cuando no, la Derecha Bestia y Achorada apoyando a los ranqueados a los que se vuelven ricos gracias a sus mañosas iniciativas, a los arrodillados al imperio, a los mudos, a los panzones, a los matarifes, pero estos delincuentes no quieren entender que ya nada es igual, que al pueblo se le cayo la venda de los ojos, que ya no queremos mas neoliberales corruptos ni empresarios mafiosos, que ya se viene LA REVOLUCION. Si o No