Entre abril y junio del presente año han sido descubiertos cuatro casos
diferentes de tráfico de narcóticos a través del aeropuerto internacional Jorge
Chávez, dos con la participación directa de agentes policiales, y otros dos que
comprometen a trabajadores de LAP y otras empresas que le prestan servicios
complementarios. Esta es una situación grave que exige una revisión profunda de
los términos de la privatización que permiten este tránsito intensivo de drogas
por nuestro principal terminal aéreo.
A
las 4.30 de la mañana del día 8 de abril de 2014, el ciudadano mexicano Sergio
Gilberto Muñoz Reyes, salió de su habitación en una hostal de Los Olivos y en
un lugar cercano recibió una maleta de mano vacía, de un peruano que se hacía
llamar “Diego” y que había estado a cargo de su estadía en Lima, junto con otro
conocido como “David”, durante un mes, en el que se preparaba un envío drogas
que Muñoz Reyes debía hacer llegar a sus contactos mexicanos. En la maleta
vacía colocó tres polos doblados y se dirigió al aeropuerto.
Una
vez que había llegado a la cola de registro de la compañía Avianca, el mexicano
recibió una llamada en su celular Nextel, de una persona que se identificó como
“Pepe”, que le indicó que luego de controlar su pasaje se dirigiera a la zona
de restaurantes del segundo piso para esperar nuevas instrucciones. Sobre las
6.40 am, “Pepe” le ordenó ingresar en ese momento y dirigirse, luego de pasar
por la revisión de seguridad, a una oficina ubicada cerca de los baños, y que
para distinguirla debía ver que no tuviera banderas en su entrada, ya que a su
lado se encontraba otra, con dos banderas a la vista, que correspondía a la
Dirección de Migraciones.
Al
llegar al lugar indicado, Muñoz Reyes debía decir una frase clave: “señor, para
sacar una copia de mi pasaporte”, y las personas que estaban allí lo atenderían
de inmediato porque sabían lo que les correspondía hacer. El mexicano pasó el
arco de seguridad de entrada a la zona internacional y sometió su maletín a los
rayos X, sin que se registrara ningún problema. Se dirigió hacia la zona de
revisión de pasaportes a cargo del personal de Migraciones buscando la oficina
sin banderas, y como no la hallaba requirió a uno de los empleados que le indicó
el donde se encontraban las oficinas y los baños.
Afectado
de los nervios y tratando de disiparse quiso entrar al baño, pero apenas lo
hizo, sonó el Nextel que llevaba, y otra vez “Pepe” le indicó que no hiciera
eso y que fuera a la oficina del lado rápidamente. Se movió entonces como le
habían indicado y al ingresar al local que era el de la unidad de Requisitorias
de la Policía se adelantó a pronunciar la frase en clave, pero el tipo que
estaba parado en la puerta como esperándolo, lo cortó y le dijo “pasa, pasa..”,
y tomándolo del hombro lo orientó hacia el fondo de la oficina, colocándolo
detrás de unos armarios. Se trataba del suboficial Miguel Bernaola García, jefe
del equipo de guardia de ese domingo, al que luego se sumó el suboficial Jorge
Patiño Guzmán cuya tarea fue traer de una habitación contigua una cantidad de
paquetes envueltos en fundas que fue colocando en el maletín de mano.
Estaban
en esa labor cuando se oyó una voz de mujer reclamado por qué había ingresado
un pasajero a una oficina que pertenece al área restringida. El suboficial
Bernaola salió entonces con el pasaporte del mexicano en la mano y explicó que
estaba sacando una copia. La mujer se retiró y los policías tranquilizaron al
burrier indicándole que no iba a haber problemas. Muñoz salió con dirección a
los controles finales de migraciones donde se revisa la documentación, cuando
fue alcanzado por otro policía de nombre Pedro Jayo Salazar, que le pidió que
regresara a la oficina de Requisitoria, donde había olvidado algo. En realidad
había dejado 4 paquetes que le fueron colocados en la maleta completando trece
“ladrillos” de droga con un peso de 12 kilos 823 gramos.
Captura
Para
ese momento los movimientos nerviosos de Muñoz Reyes y su doble entrada en una
zona prohibida para los viajeros, ya había despertado sospechas en otros
controladores, especialmente en los de Migraciones. Por ello, al llegar a la
caseta de registro de pasaportes, la encargada lo interrogó directamente por su
amago de ingreso al baño y su posterior entrada a una oficina restringida.
Además le indicó que de acuerdo a los sellos de su pasaporte había excedido su
tiempo de permanencia autorizada en el Perú y debía pagar una multa. Al ser
conducido a la oficina con las banderas (Migraciones) fue interrogado más
severamente y llevado nuevamente a la zona de seguridad donde personal de
aduanas revisó su equipaje y encontró la droga.
Una
nueva mirada al archivo de los rayos X, mostró que la maleta de mano había
pasado correctamente el control porque no tenia droga en su interior, lo que
quería decir que la mercadería ilegal había sido colocado después de los
controles. Muñoz Reyes, explicó entonces todo lo que había ocurrido e
identificó físicamente a los suboficiales Bernaola, Patiño y Jayo, que fueron
detenidos.
A su
vez, indicó que en diciembre del 2013, ya había estado en el Perú y realizado
con éxito un pase de cocaína bajo la modalidad de cambio de maletas en un
ascensor ubicado frente a la sala de embarque Nº 17, que lo realizó con un tipo
que usaba dos fotochecks. La fiscal titular del Callao especializada en tráfico
ilícito de drogas, Edith Hernández Miranda ha denunciado ante el juez al
burrier mexicano y a los tres policías implicados, de acuerdo al documento Nº
28-2014, de setenta páginas, de donde se recoge esta historia.
Pero
lo que no se sabe es para quién trabajaba Muñoz Reyes en México, donde funciona
una organización que podía enviarlo a Lima en un espacio de cuatro meses para
realizar sucesivos pases de droga y mantener una estadía de un mes en distintos
hoteles. Y mucho menos se conoce la estructura asociada que actúa en el Perú,
de la que forman parte los seudónimos de “Diego”, “David” (que lo sostuvieron
durante el mes que vivió en Lima), “Pepe” (que lo guió en el aeropuerto), el
hombre de los dos fotochecks de diciembre, etc.
¿Alguien puede creer además que no hayan decenas de otros Muñoz
circulando entre Lima y otros destinos, y una serie de conexiones para mover la
droga de un lugar a otro?
Responsabilidades
La
fiscal Hernández concluye su denuncia preguntándose por qué los policías de
requisitorias y otros no son pasados por el arco de seguridad y la máquina de
rayos X cada vez que ingresan al área internacional, como se hace con otros
empleados. E indica que la explicación de LAP y de los comandos policiales es
que eso se hace en aplicación de una “Guía de Procedimientos sobre tratamiento
del Personal PNP”, de agosto del 2008, que fue aprobado para el desarrollo de
las actividades relacionadas con la cumbre de la APEC y cuya vigencia concluía
el 21 de noviembre de ese año.
¿Cómo
es que esta disposición coyuntural, bastante extraña y relacionada con un
evento internacional, se prolongó en el tiempo y se siguieron expidiendo
credenciales para los policías que se renovaban en el servicio, cuando la guía
ya no estaba vigente? Al respecto, la fiscal señala: “llama poderosamente la
atención y evidencia la inercia puesta de manifiesto por las autoridades de
control y la propia empresa privada concesionarias del Aeropuerto… ya que dicha
excepción se ha convertido en una regla… por casi cinco años”.
La
pregunta es apabullante si se considera que a los pocos días del caso Muñoz
Reyes y los policías de Requisitorias, se destapó otro pase de drogas, esta vez
a cargo de agentes de la Dirección de Seguridad Aeroportuaria, que cambiaban
maletas con los narcos en los baños del espigón internacional y fueron filmados
en actividad sospechosa. Unas semanas después se denunció el caso de la banda
de los “maleteros” que eran supervisores y trabajadores de LAP y de empresas de
cabotaje y logística, que retiraban los stickers de las maletas de bodega y
sustituían el equipaje por maletas con droga que al llegar al lugar de destino
eran retiradas por sus cómplices. Los pasajeros que no recibían su equipaje se quejaban
y en el siguiente vuelo llegaban sus maletas.
Finalmente
se supo que también se enviaba droga con sellos de organizaciones humanitarias
como fue denunciado desde el Canadá. El resultado es que en poco más de dos
meses han sido detenidos casi veinte personas por asuntos de drogas y se han
abierto varios procesos, y por lo menos en uno de ellos se está considerando a
las empresas LAP, Transber y Talma (grupo Sandoval), como terceros civilmente
responsables, por una actuación más que negligente de sus responsables. Y
pensar que en el 2009, los abogados de LAP enjuiciaron cinco veces al
periodista Herbert Mujica en relación al tema de narcotráfico, y tres veces a
César Lévano y al que esto escribe, por haber imaginado que dicha empresa podía
tener personal vinculado a estos ilícitos negocios y que estaba obstaculizando
la acción de la policía antidrogas.
Juicios
que han durando hasta ahora causando grave daño a las personas denunciadas.
07.07.14
Publicado en Hildebrandt en sus Trece
12 comentarios:
Una empresa con menos de 5 años de creación y prácticamente ninguna experiencia en el ramo aeronáutico ha logrado lo que nadie en privatizaciones de aeropuertos en el mundo entero: Alterra Partners, ha pasado como por arte de magia, a tener el 57% de las acciones de Lima Airport Partners (LAP) y Flughafen Frankfurt/Main Aktiengesellschaft y que hoy se denomina Fraport AG Frankfurt Airport Services Worldwide el 43% de LAP, Cosapi simplemente desapareció del mapa. ya no existe.
Una historia turbulenta
Desde el principio la concesión del Aeropuerto Jorge Chávez fue una historia plena en sucesos muy raros. Recordemos que fue un invento de Alberto Pandolfi, quien tuvo el apoyo entusiástico, firme y militante de nada menos que Valentín Paniagua, presidente del nefasto gobierno de transición y de Javier Silva Ruete quien en un arranque eufórico anunció que esta concesión traería al Perú algo más de 1200 millones de dólares de inversión. Hasta hoy, LAP no ha sobrepasado los 20, y con muchos bemoles de por medio.
Una versión indica que el negocio y sobrevaloración de los terrenos adyacentes al Aeropuerto Jorge Chávez sería la madre del cordero en este tan controvertido asunto.
Sin embargo, las cosas ocurrieron de una manera totalmente diferente, pues en una licitación plagada de maniobras raras, aparece Lima Airport Partners, una empresita que apenas si tenía un capital de 10 mil soles y la conformaban Fraport, Bechtel y Cosapi. A fines del 2001 esta firma como postora única “gana” el principal aeropuerto del Perú. Entonces había el gobierno de transición presidido por Valentín Paniagua y como ministro de Economía, Javier Silva Ruete y ambos mostraron una rara desesperación por firmar el contrato a la mayor brevedad.
Quienes de una forma u otra “ganaron” la concesión del Jorge Chávez eran tres empresas: Bechtel, Fraport y Cosapi. ¿Cómo así y por causa de qué, las dos primeras han cambiado de nombre y la tercera ya no existe más en el contrato?
Recién, como lo reconocen las nuevas empresas Alterra y Fraport Airport Services, en el último tercio del 2003, consiguieron el dinero en calidad de préstamo de Overseas Private Investment Corporation, una agencia del gobierno de los Estados Unidos de América y de Kreditanstalt fur Wiederaufbau, una corporación pública constituida y existente bajo las leyes de la República de Alemania y hasta por la suma de US$ 125 millones de dólares.
Es obvio, entonces, que las empresas originales, Bechtel, Fraport y Cosapi, jamás tuvieron, ni por asomo, el dinero para la inversión directa que Silva Ruete reputaba como un paquete de algo más de ¡US$ 1200 millones de dólares!
En Cosapi por entonces estaba la mano poderosa, influyente e interesada de quien luego fuera ministro de Economía PEDRO PABLO Kucsynski, conocido estafador derechista e hincha de la concesión.
Además, ¿cómo se explica que la única participación peruana, con Cosapi, se haya diluido a través de la venta de sus acciones a Alterra y Fraport? En otros aeropuertos del mundo como en Chile, Honduras, México, Argentina, Grecia, Uruguay, etc, hay empresas nacionales siempre indispensables como contrapeso y representación en la gestión de esos terminales aéreos
Una RAYA MAS al tigre, esta es la mafia política empresarial que hace y deshace, vende y remata lo que es nuestro, este es el resultado de la corrupta privatización, en todo su esplendor.
Y que dicen los derechistas a todo esto, nada, se callan y se esconden, se tapan entre ellos, es que como todos sabemos DERECHA ES IGUAL A CORRUPCION, por eso el pueblo esta harto de que nos tomen por cholitos, pero no se preocupen esto tiene que acabar, LA REVOLUCION esta por llegar. Si o No
Habrá alguien que le explique a este pobre especimen de la intriga y la malidicencia que el texto que le parece una novela de Perez Reverte, pertenece al informe fiscal del caso y que cuando no quiere ver lo que está pasando en nombre de que la empresa privada es la panacea ante la cual tenemos que arrodillarnos, está siendo parte de un complot para ocultar una pasadera de drogas de la que ya se habla en distintas partes del mundo. Si eso le gusta por el prurito de darme la contra, será porque ese es el encargo pagado que ha recibido y que se confirma con las parrafadas que coloca todos los días y en todos mis artículos como si creyera que sirven para salvar a la sociedad de mi mala influencia.
¿"Mala influencia"? Eso sólo a tus planfetarios feligreses.
Más bien te tus malas intenciones, Raúl; las mismas de toda tu vida: la revolución marxista leninista. Por supuesto que te haces el que combates la "corrución", ocultando que tiene la corrupta intención de someter a los peruanos a un proyecto totalitario.
En realidad "especimen de la intriga y la malidicencia" es Raúl Wiener.
Que fácil es decir esto desde el anonimato, sin ausmir ninguna responsabilidad por lo que se dice. Y cubrir a narcotraficantes y corruptos, lanzando epitétos sin investigar nada, ni siquiera darse cuanta que la historia que le están contando es la del fiscal. Ni siquiera eso. O será que el fiscal también cree que el Perú es una mierda y por eso no oculta lo que está pasando como hacen los polluelos de García y Fujimori, que no quieren dar la cara más que a sus empleadores.
Nada de "anónimo", soy Ambrosio.
Estimado Raúl:
(1) En el Perú, como en Finlandia, pasando por Estados Unidos y Bélgica, hay y habrá corrupción.
(2) A mi entender la corrupción se combate fortaleciendo las instituciones democráticas, con un Poder Judicial independiente.
(3) El aeropuerto de Lima no es peor que el de Santiago; es mucho más eficiente -combatiendo narcotraficantes- que el de Bogotá , y especialmente Maiquetía, el puerto de exportación de la FARC, en sociedad con los bolivarianos.
Tu empeño en "combatir la corrupción" no es para fortalecer las instituciones democráticas. Es para cargarse el estado burgués que desprecias, usas la "corrupción" como otro argumento más que demuestra que vivimos en un país "degenerado" y "corrupto", una mierda.
Para ti el Perú es y será una mierda mientras no manden los San Ricardo, y la prensa no esté concentrada en ti o tus amigos.
Respecto al tema Ambrosio. Sigo las reglas de juego que tú estableciste. Nadie me paga por escribir en tu blog.
En lo personal es un placer leerte por tu buena pluma.
Saludos afectuosos,
Ambrosio
Hace poco, se realizaron elecciones en Colombia y los falsos positivos alditus M y jaimito bayly hincharon por la victoria de zuluaga, el delfín del narcotraficante y paramilitar, convicto y confeso, alvaro uribe velez, ese pájaro sanguinario y chupamedias del imperio, que no quiere la paz de su país, claro que va querer eso si a sus amos le conviene tener divididos a los paises, incluso el tio de doble filo defendió al enchufa'o j.j. rendon sin importarle que era el estratega de la campaña política de Santos, es que según el son comadres, sin embargo contra todos los pronósticos de este par de ultra-derechistas asalariados de la embajada americana, gano Juan Manuel Santos y la paz es un hecho; lo mismo va ocurrir con la anticampaña en contra de Susana Villaran, desde ahora les auguro su triunfo y pongale mi firma, ya lo recordaremos el dia de la victoria cuando celebremos. Ha llegado el momento de enterrar al mudo y a toda la sarta de derechistas corruptos que lo secundan. Si o No
Son acartonados y panfletarios.
El Aeropuerto es una coladera, donde la droga sale sin mayor problema y LAP en lugar de mejorar sus sistemas de control se dedica a perseguir periodistas, a lo Rodolfo Orellana.
Pero al final todo se descubre y ya no basta con poner publicidad en medios de comunicación y pagar "planfetarios" para tapar su ineficacia (tal vez si hubiera pagado a panfletarios y no a "planfetarios" le hubiera ido mejor).
Mientras tanto la segunda pista del Aeropuerto avanza a paso de tortuga, se va a terminar la concesión y LAP no va a hacer nada, negocio redondo.
Al bellaco y troll alditus u odle o ambrosio, neoliberal convicto y confeso, ventrílocuo de la DBA y su prensa concentrada lo único que le queda es hacer el papel de huevo duro en un plato de cebiche, que pena que la derecha no tenga mejor vocero para con sus engrendros pretender torcer las grandes verdades con sus falsos positivos estilo propio de la derecha corrupta que cada vez hace más daño a nuestro querido Perú.
JUAN CRONIQUEUR
Hectitor y Juanito, los acartonados panfleteros
Cojudez N° 1: "En el Perú, como en Finlandia, pasando por Estados Unidos y Bélgica, hay y habrá corrupción".
Como mi abuelo decía: "mal de muchos, consuelo de tontos". Lo que no dice el cojudo de Ambrosio es que en esos países las normas funcionan por lo que la corrupción es mínima. Aquí está demostrado que la corrupción no sólo es del maldito estado sino de los privados que tienen los recursos para construir estas redes de corrupción.
Cojudez N°2: "El aeropuerto de Lima no es peor que el de Santiago; es mucho más eficiente -combatiendo narcotraficantes- que el de Bogotá , y especialmente Maiquetía, el puerto de exportación de la FARC, en sociedad con los bolivarianos".
Al parecer el cojudo se ha creído la publicidad de LAP, sus premios y demás campañas marketeras. Si fuera "eficiente combatiendo narcotráfico" ¿cómo carajo explica que exista toda una red donde están involucrados policías, trabajadores, funcionarios, operarios de almacenes y agentes de aduanas operando durante varios años sin el menor temor de ser descubiertos?
El cojudo nos quiere hacer creer que como la empresa privada es la panacea del desarrollo hay que hacernos los cojudos (como él) ante cualquier acto irregular o atentatorio contra la ley. Total, la droga llega sola.
Cojudo, vendepatria y payaso.
Publicar un comentario