Es verdad que Sendero Luminoso optó por el terror urbano más despiadado creyendo que con el miedo se podía paralizar al país y obligar a decisiones de emergencia que a la larga serían rechazadas por la gente. Una de esas decisiones fue el golpe de Estado, la disolución del Congreso, la intervención del poder judicial y los órganos de control, la eliminación de los gobiernos regionales y la manipulación de la prensa. Los seguidores de Guzmán estaban convencidos que ellos habían logrado eso, lo que probablemente era verdad, pero no hubo ninguna corriente de opinión que diera la razón a los alzados en armas.
Sendero creía, además, que la otra decisión de emergencia consistía en una intervención directa de gobiernos extranjeros en el Perú, especialmente fuerzas de los Estados Unidos, que le otorgarían un carácter “nacional” a la guerra y podrían conducir a cambio de posiciones en el mediano o largo plazo. Hay una cantidad de documentos en los que los seguidores de Guzmán reafirman este pronóstico, empezando por la llamada “entrevista del siglo” de 1988. Per también en el exterior habían movidas para “ayudar” al gobierno de Fujimori, bajo el argumento de que estaba a punto de producirse el tercer gran genocidio del siglo XX (el nazismo, el régimen camboyano de Pol Pot, eran los antecedentes), según declaraciones del subsecretario de Estado para América Latina, publicadas el mismo día del golpe.
Pero Fujimori no quería convertirse en gobierno títere de los gringos y esperaba lograr la victoria propia que le permitiera apropiarse de todo el poder. Montesinos lo convenció que eso era posible si se daba un golpe de mano y en nombre de la excepcionalidad de la situación se tomaba el control de todas las instituciones. En junio de 1992, Sendero hizo explotar un camión bomba sobre el local de la compañía de televisión, Frecuencia Latina, y ese mismo mes realizó un ataque en la comisaría de Villa María del Triunfo. Faltaba solamente la brutal ofensiva de coches bomba de julio. Y el clímax fue el día 17 contra el edificio de la calle Tarata, donde mueren 22 personas, y en Villa El Salvador contra el municipio, la comisaria y la radio comunal.
Un comentario de esos días de Gustavo Gorriti, advertía lo que parecía evidente, que en el Perú de 1992, se podían cambiar la coyuntura con cincuenta kilos de anfo. La idea que empezaba a meterse en las cabezas era por entonces que el golpe no había servido para nada, o en todo caso apenas podía ser señalado, como un desarticulador de los movimientos sociales. Como bien se ha dicho, Tarata desafió a un barrio de prosapia y le mostró sus vulnerabilidades. Era una barbaridad increíble, porque equivalía a llamar al poder a vencer todos sus escrúpulos y a actuar más allá der las leyes, acentuando la perspectiva del golpe del 5 de abril. La población que había sido tocada en lo más íntimo clamaba por dureza, venganza, y ninguna concesión a los asesinos. El milagro de una marcha conjunta de los miraflorinos con los de Villa, subrayó el grado de aislamiento en que habían caído los autores de los atentados.
Una experiencia personal
El día de Tarata me encontraba en un edificio en la calle Pablo Bermúdez en Jesús María. De pronto se sintió un estruendo a la vez fuerte y lejano, que llegó como una onda retardada e hizo estremecerse las paredes y tronar a las ventanas. El médico dueño del departamento dijo que seguro era otro atentado y se preguntó dónde se habría realizado. Un poco más tarde todos los canales de televisión estaban llenos de imágenes sobre la terrible tragedia. Tan fuerte era el impacto que casi se ignoró lo de Villa El Salvador. La violencia y la muerte había hermanado de cualquier forma a personas de humilde condición y propietarios de departamentos en uno de los ligares más caros de Lima.
No sabíamos, por supuesto, que esa misma noche Fujimori había pedido a Montesinos “mandar un mensaje” a Sendero Luminoso eliminando alguna de sus células. El asesor ofreció cumplir con el reclamo y decidió que lo que había más a mano era el grupo de residentes de la vivienda universitaria en La Cantuta, donde informes de inteligencia hablaban de un trabajo de captación de cuadros, a cargo del profesor Hugo Muñoz, y sobre el cual se tenían listas de estudiantes comprometidos. La idea era quebrar un grupo que no se sabía si era de acción o solo de formación, y del que se tenía algunas referencias, que como explica Efraín Rúa en su libro, se les identificó por su actuación en los actos de repudio al dictador cuando visitó la universidad intervenida militarmente.
El crimen de La Cantuta ha sido interpretado como una respuesta del Estado fujimorista a Tarata y no faltan los que dicen que fue algo “necesario” para mostrar que había capacidad de contraatacar. La discusión de si había algunos senderistas entre los secuestrados y ejecutados, se cae por cierto de su peso, porque ninguno de los muertos podrá ejercer jamás el derecho de defensa. Por supuesto que Sendero no perdió capacidad operativa y sólo encontró su límite el 12 de octubre con la captura de Abimael Guzmán. Durante un año, además, se negó el crimen y se llegó a especulaciones delirantes como que los desaparecidos se habían “autosecuestrado”.
Un país dividido
¿Cómo podemos empezar a superar el doble trauma de Tarata y La Cantuta, para poder forjar una convivencia viable en el país? Por lo que se sabe, Sendero ya aceptó que el coche bomba fue un “error”, una explicación absolutamente insuficiente porque buena parte de sus acciones de terror estaban cargadas de la misma sustancia. El método de agredir a la población civil para sembrar inestabilidad y miedo, no ha sido autocriticado por Guzmán y sus herederos. Forjar coyunturas a punta de bombas, no sólo es cruel, sino que ha sembrado un profundo odio que nos afecta a todos los que no participamos de la guerra.
Por otra parte, casos como La Cantuta, Barrios Altos y muchos otros, no han sido exorcizados aún como un método inaceptable para acabar con el llamado “terrorismo”. Hay muchos que piensan que Urresti fue culpable de la muerte de Bustíos y que está bien que con ese antecedente se haga cargo de la delincuencia. Otros ven al coronel Elidio, acusado de dirigir escuadrones de la muerte para eliminar delincuentes, como una carta para pacificar Trujillo. Es decir, estamos atracados en una guerra no concluida correctamente que se recrea en formas de nueva violencia. Veintidós años de Tarata y La Cantuta deberían llevarnos a una reflexión profunda sobre el país que deseamos para nuestros hijos.
20.07.14
www.rwiener.blogspot.com
12 comentarios:
Nada de “anónimo”, soy Ambrosio
La neblina de Lima, la mediocridad del fútbol peruano, el agua salada del mar envía a don Raúl impajaritablemente “a una reflexión profunda sobre el país que deseamos para nuestros hijos”.
Siempre es lo mismo en don Raúl, el obsesivo, sus columnas acaban en “profundas reflexiones” para “cambiar el país”, sin definir jamás qué entiende como “reflexión profunda”, ni cómo se realizaría, ni quiénes estaríamos “autorizados” a participar en las “reflexiones”. Don Raúl regresa a lo mismo: “el gran cambio”, el Perú es una mierda y sólo yo, Raúl Alfredo Wiener Fresco y mis amigos los San Ricardo, sabemos todo, el resto a seguirnos en el “gran cambio”.
Vamos Raúl. Los peruanos ya lo decidieron, “profundamente reflexionaron” y concluyeron que no quieren que los maten; no quieren una “revolución” impuesta por sicópatas iluminados como Sendero Luminoso; tampoco por los gánster del MRTA, menos por los beodos en ideología marxista leninista como los MIR. Los peruanos prefieren vivir en un país “degenerado y corrupto” pero democrático que en uno “recolucionario”; los peruanos no quieren dejar de ser libres, desea tener acceso a la propiedad, buenos colegios para sus hijos, seguridad ciudadana, hacerse de una pequeña fortuna personal, darse un viajecito, vacaciones, ver crecer a sus nietos en un país más parecido a Holanda que a Cuba; los peruanos no quieren tener de “máximo líder” a uno de tus San Ricardo, arrodillado a Venezuela, vendido a Cuba, al servicio de la “gran patria socialista”; los peruanos no desean conejillos de indias de marxistas leninistas trasnochados para lograr que seamos “el hombre nuevo socialista”.
Que tal garbanzada del troll alditus u odle o ambrocio ahora dice los peruanos prefieren vivir en un pais democrático, que sólo sirve para que cada cierto número de años obligen a los ciudadanos de a pie a votar por gansters, asesinos, degenerados y corruptos como sus referentes el ex pp, el chino rata, el cholo sagrado, el cosito, alvarez, por favor "formador de opinión" de la DBA y su prensa media´tica y concentrada ya es tiempo que deje de cojudear y de los lugares comunes como la union sovietica, cuba, venezuela y hasta bolivia que en lo absoluto nada tienen que ver con la realidad nacional.
JUAN CRONIQUEUR
Juanito el envidioso con nombre de pituco mequetréfico decimononico. ël es otro iluminado defensor de terroristas asesinos.
Saben cual es la palabra que mas teme la banda de marcas, chantajistas, extorsionadores, pirañas, vendepatria, reducidores, narcos, derechistas, sicarios, neoliberales, asaltantes, estafadores y capitalistas que se han entronizado en el poder gracias a la traición del pelele de palacio, es la palabra REVOLUCIÓN y con mayúsculas, cada vez que la escuchan se ponen a temblar como silicona sin teta y se orinan de pavor, al toque agarran sus celulares y llaman a la embajada americana:
-Aló, aló, maydey, help, SOS,auxilio, Socorro, socorrorroro, aquí hay un terrorista que me quiere quitar mi fortuna mal habida, mis propiedades que me regalo mi padrino Alan big pig García Pérez, mi casa de playa que me vendió el tío vladimiro, mi Pampa bonita que me cedió a precio huevo el chipinopo, mi pózito petrolero que me dono my friend PPK además de mi puerto y de mi aeropuerto, Socorro, manden a los marines, a los seales, que los drones les disparen misiles como en la franja de Gaza, auxilio. Si o No
Otro delirante "robolucionario"
Saben cual es la palabra que mas teme la banda de marcas, chantajistas, extorsionadores, pirañas, vendepatria, reducidores, narcos, derechistas, sicarios, neoliberales, asaltantes, estafadores y capitalistas que se han entronizado en el poder gracias a la traición del pelele de palacio, es la palabra REVOLUCIÓN y con mayúsculas, cada vez que la escuchan se ponen a temblar como silicona sin teta y se orinan de pavor, al toque agarran sus celulares y llaman a la embajada americana:
-Aló, aló, maydey, help, SOS,auxilio, Socorro, socorrorroro, aquí hay un terrorista que me quiere quitar mi fortuna mal habida, mis propiedades que me regalo mi padrino Alan big pig García Pérez, mi casa de playa que me vendió el tío vladimiro, mi Pampa bonita que me cedió a precio huevo el chipinopo, mi pózito petrolero que me dono my friend PPK además de mi puerto y de mi aeropuerto, Socorro, manden a los marines, a los seales, que los drones les disparen misiles como en la franja de Gaza, auxilio. Si o No
Soy JUAN CRONIQUEUR, nada de pituquito, mequetréfico decimonónico:
El troll alditus u odle o ambrosio, bien sabe que aupándose en el anonimato y con su hemorrgia y berborrea pretende desconocer quien es realmente JUAN CRONIQUEUR; por lo tanto lo emplazo a dejarse de cojudear con sus lugares comunes y sus preconcxeptos arcaicos y enanos como su inteligencia. Hoy lo ví en su programa con el que lo tienen distraido para justificar el sencillo que le pagan pegándola de dictadorcillo alno querer seder un minuto al programa que lo antecededió donde presentaban a su gemelo el mediatico beto salta patras.
Espero que el troll con el mínimo de neurona que le queda, sepa realmente quien soy y con quien está.
Usando el seudónimo de "Juan Croniqueur" José Carlos Mariátegui le coqueteo a la frivolidad limeña dándole importancia mostrando una vasta cultura autodidacta que tú tío no tienes. El abuelito de Aldo se juntó con intelectuales y artístitas de vanguardia. Se hizo amigo del escritor Abraham Valdelomar con quien formó un dúo diletante cuyos duelos de ingenio eran reproducidos por ellos mismos en sus crónicas.
Ese par tenía buenas maneras, escribían en castellano, no era narcisos panfletarios como tú, llorando a causa de la "prensa concentrada"; hipócritamente porque si el rojerío fuese el preferido por el público, no se quejarían.
Vamos, tío Juanito. Que no mereces el nombre "Juan Croniqueur".
Salto el mini neuronal de alditus u odle o ambrosio; pero en su faceta de legítimo anónimo; pero haciédnose pasar como un vil sobrino, si José Carlos Mariátegui y Abraham Valdelomar estuviesen vivos téngalos por seguro que tanto los ventrílocuos y el nieto putativo del AMAUTA sólo quedarían para hacer programas basura de la talla de magaly medina, beto ortiz, cacho, peluchin y toda la pleyaque utilizada por la DBA y su prensa mediatica y concentrada, o no es así mofletudos y panfleteros que por un pequeño sencillo venden sus conciencias so pretexo de ser los defensores del modelo neolibeal que se va cada día cayendo a pedazos y están con el cuento de al ladrón, al ladrón para lanzar sus globos de ensayo y distractivos para adormecer al populoron qu menos mal ahora ya tomaron conciencia de lo que es la verdadera derecha recalcitrante, cavernaria, chantajista, extorsionadora, pirañesca, vendepatria, reducidora, narcoconsumista, asaltante, estafadora y capitalista, creo que quedan cortos los calificativos.
JUAN CRONIQUEUR
O sea admites que eres panfletario adicto a adjetivos.
No mereces "JUAN CRONIQUEUR". Se hombre, usa otro. Juan picapiedra, hijo de Wiracocha, Juan Comefrío, hijo de estrella verde, Juan Piesdescalzos... Mejor por tu condición de progre e hipócrita.
Saludos,
Como le arde al inefable, mofletudo, panfletario, pituqueso, saltinbanqui del troll de alditus u odle o ambrosio al sentirse descubierto, que le vamos hacer lamentablemente hasta que no pare con su hemorragia y verborrea lo seguiremos vacilando y con ganas hasta que se le seque la media neurona que aún le queda.
JUAN CRONIQUEUR
Deliras tío Juanito.
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