Viejo zorro capitalista

Hace una semana, las veinte más grandes potencias económicas del mundo estuvieron reunidas en Washington para encarar la crisis financiera global y no lograron ningún acuerdo satisfactorio. El deterioro de los indicadores económicos sigue adelante y aumenta el número de países declarados en recesión, mientras crece la desconfianza hacia las medidas de “rescate”, que tan altos costos representan para los Estados.

Hoy día se cierran las actividades de la APEC en Lima, a la que asisten casi la mitad y los más fuertes entre los gobernantes d el G-20, y ya se sabe que se está haciendo la luz que no existía el último domingo. La Declaración que se proponen votar ya tiene todas las respuestas que se estaban esperando:

- La solución a la crisis es profundizar el libre comercio.
- Los que no hacen esto son reaccionarios proteccionistas, o fumones según Aldo M.

Estoy seguro que la historia reconocerá a Alan García Pérez la condición de ser uno de los inspiradores de estas trabajosas conclusiones, por lo menos la que escriben personas como César Campos, pero lo esencial de todo esto es que con libre comercio y TLCs a todo vapor en la mayor parte del mundo es que llegamos a la crisis actual. No sólo que no nos inmunizó del ciclo, sino que lo hizo más explosivo. La velocidad del crecimiento de que se jacta García es la que ha ido incubando el desorden, la desregulación y ha forjado las inmensas fortunas de esta época, y pretender que más de eso mismo es la salida es, como dice César Lévano, recomendar la enfermedad como medicina.

Más importante aún es advertir que el apestoso proteccionismo está avanzando a todo vapor precisamente en casi todos los países del G-20 y en los más importantes de la APEC. ¿O es que no es por protección de la economía propia, que se auxilia bancos, aseguradoras, financieras, empresas industriales y otras, con dinero fiscal, en vez de dejarlos caer como correspondería al libre mercado? Casi podría decirse que se condena la protección, para no permitir que los demás se protejan, mientras las economías más poderosas trabajan diariamente en estrategias de intervención y direccionamiento de sus economías, para evitar bajar en el sitial que ocupan en el mundo.

Allá los que creen que el capitalismo está en su infancia y que es de puro inmaduro que comete errores como prestar mucha plata sin suficiente respaldo o pagar sueldos exorbitantes a sus ejecutivos para que hagan el desastre que estamos viendo. El sistema se las sabe todas, no sólo por zorro sino por larga experiencia sobre la tierra. Y si en algo es experto es en hablar de una cosa para hacer otra. Y hacer creer a tipos de ego inflado que ya entraron a la lista de los líderes mundiales. Lo que se les acaba mañana lunes.

23.11.08
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