La teoría del voto racional advierte que aún los resultados
más insólitos en las elecciones de cualquier país, responden a una lógica
determinada. No existe eso de que el Pato Donald, puede ganar porque sí, un
proceso en el que se disputa el poder. Muchos se han creído que efectivamente
lo único que los peruanos quieren son personajes nuevos y con evidente ambición
política.
Los casos de Fujimori, Toledo y Humala serían la prueba de
que “sí se puede” llegar a la presidencia de puro chispazo. Así que para el
próximo año deberíamos prepararnos para la irracionalidad pura como dice un
celebrado columnista, que cree que los hechos sociales y de masas responden siempre
a alguna conspiración planead, y que las elecciones son un juego de azar.
Pero la aparición de Fujimori no responde a la nada, ya que
en el criterio de los electores de ese momento era evidente: Vargas Llosa
anunciaba un shock, a un país que ya había sumado más de 40 tentativas de
ajuste, cada una de las cuales aumentó la pobreza y el desempleo. Era obvio que
para derrotarlo había que enarbolar el no shock, que nadie lo hacía, ni
siquiera la izquierda que ofrecía programas sociales compensatorios.
El escritor se dejó rodear por los banqueros, a los que
había ayudado a salvar del intento alanista de estatización, los grandes
empresarios que se hacían propaganda personal por muchos millones, la población
blanca de los distritos acomodados principalmente de Lima, y así por el estilo,
construyendo una candidatura clasista y con ecos racistas. La racionalidad en
ese caso vino de la imagen del chinito, el tractor, los empresarios emergentes,
los evangélicos, etc., que daban la idea de otro país. ¿Había otro que pudiera
explotar esta contraposición?
Claro que si se trata de decir que Fujimori se encontró con
el triunfo, así como Toledo o Humala, habría que advertir que en algún momento
estos candidatos y sus asesores “la vieron” y encontraron el espacio justo para
triunfar. No olvidar que Fujimori ya tenía a Montesinos entre 1era y 2da
vuelta. Y Favre estuvo con Humala varios
meses antes de la campaña electoral. Y a Toledo le aparecieron espontáneos
asesores cuando se quebró la estrategia re-reeleccionista.
Es decir hubo muchísimo de improvisación y golpes de suerte,
pero nadie de los demás candidatos del 2000 hubiera podido hacer las corridas
de derecha a izquierda y viceversa que manejó Toledo. La historia había creado
al hombre de la polaridad que rompería el fuertísimo control que imponía la
dupla Fujimori-Montesinos. Cada uno de estos “outsiders”, descubrió en la hora
crítica que solo siendo lo opuesto al viejo poder se podía aspirar a ganar. La
idea de la novedad del personaje, conducía a que la gente inventara historias
para explicar estas apariciones mágicas.
El 2016, ¿puede repetirse el esquema? No hay como negarlo.
Pero tampoco va a caer del aire o de una ventolera social. Los procesos
políticos son mucho más complejos.
22.0715
www.rwiener.blogspot.com
2 comentarios:
Nada de "anónimo", soy Ambrosio
Con matices en la que estoy en desacuerdo total, esta es una de las mejores columna de don Raúl. Buena, Raúl.
El problema del “sí se puede” de la izquierda, el trabajo de maquillar a un energúmeno como el nuevo Pachacutec, es que no tienen fondos extranjeros, ni por asomo. No hay más la URRS, ni Libia, ni Venezuela, ni Brasil para enviarles el billete.
También el trío ese que tiene son unos antipáticos calichines.
Falso o bamba ambrosio al PAREDON AHORA!!!!!
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