domingo, noviembre 13, 2011

¿Qué pasó después de 2008?

¿La pregunta flota en el aire: ¿cómo se ha podido repetir el colapso de la economía mundial apenas tres años después de la tremenda crisis financiera que obligó al sistema a reconocer que era vulnerable? Si toda la economía de la riqueza se desplomó como un castillo de naipes porque el valor que creíamos que tenían los bancos, las empresas, los terrenos e inmuebles y los valores que se cotizaban en las bolsas, era una gran mentira que se mantenía adrede para ganancia de los especuladores, ¿cómo fue que no se corrigió este defecto de base cuando los Estados decidieron intervenir con los recursos que fueran necesarios para evitar la depresión económica?




Si los Estados se la jugaban para salvar a la banca, al conjunto del sistema financiero y a las empresas productivas contaminadas, ¿por qué no redefinieron las reglas, establecieron garantías e impusieron los controles que todos habían dicho que debían establecerse? No lo hicieron ciertamente porque no tenían idea de hacia donde llevar la economía. Muchos años de invocar la libertad de los mercados y la no intervención, que en la práctica entregaba el gobierno económico a la banca y la tecnocracia financiera, eliminaron los reflejos económicos de los gobiernos formales. Evidentemente la sola existencia de la UE, era una confesión de esta capitulación de la política ante la economía. Por supuesto que nos hicieron creer que Bruselas era la suma de los gobiernos nacionales que se expresaba en una voluntad de todos los europeos, pero eso era falso ya que lo que ahí se concentraba era el poder de las finanzas básicamente controlada por los alemanes y secundariamente por los franceses.

Así que colocados en esta perspectiva los Estados rescatadores, entendieron finalmente que lo que estaban recatando era el sistema anterior al 15 de septiembre del 2008, o sea la misma cosa que llevó al mundo a la crisis. Para combatir la crisis creada por la especulación se recurrió a las reglas de los mercados especulativos, es decir se les dio dinero para que volvieran a funcionar y a especular, con el resultado que ahora vemos. Sólo que los Estados son hoy día mucho más débiles que hace tres años. Las llamadas instituciones europeas (la estructura de la UE), han quedado convertidas en un conjunto de impotencias, que no ha logrado anticipar ninguna de las crisis en cursos, de los agravamientos y distensiones, mostrando que los títulos universitarios de sus operadores son casi inservibles.

Sin embargo, se les sigue viendo no sólo como los que saben, sino como los que van a encontrar la manera de salvar esta nueva crisis. Y en las calles de Atenas, Madrid, Roma, Londres, París y otras ciudades, donde están saliendo cada vez más indignados (en Estados Unidos también), ya no existe un gramo de fe en ese tipo de respuestas. Es como si una Argentina gigantesca del año 2001 se estuviera levantando en la vieja Europa reclamando que se vayan todos. Todos.

13.11.11
http://www.rwiener.blogspot.com/


Dogmatismo antidemocrático

La necia cerrazón dogmática neoliberal de una casta de mandamases europeos cristalizada durante decenios en un ambiente de horror a todo careo democrático con los pueblos, y expuesta, en cambio, también durante decenios, a todo tipo de presiones y cabildeos granempresariales y bancarios, hace inverosímil la esperanza de que pueda poner proa siquiera a la solución del problema de la pésima arquitectura institucional de las finanzas europeas. Ese verdadero pecado original de una Unión Monetaria construida por unas elites tan sesgadas tecnocráticamente como ajenas a la racionalidad macroeconómica más elemental no lo pueden corregir esas mismas elites. Sólo se podría corregir con una verdadera revolución democrática de los pueblos europeos.

La Cumbre del euro, las tribulaciones de la elite político-bancaria y una carcajada pérfida
Antoni Domènech • G. Buster
04.11.2011

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