domingo, junio 12, 2011

El misterio de las encuestas y las encuestadoras

Después del debate del domingo 29 de mayo, todos sabíamos que el fujimorismo no había logrado contener la tendencia ascendente de Ollanta Humala de la semana previa, y que su esperanza en un mal desempeño del nacionalista (la anterior vez leyó todas sus intervenciones) y su insistencia en los cuatro planes de gobierno de Gana Perú versus el único de los naranjas, no había dado resultado.

En cambio había perdido la ocasión de llevar los temas de Bayly, Aldo M y Dubois: chavismo, Locumba, Madre Mía, Andahuaylas, al centro del debate, demostrando que no eran lo que se decía de ellos; como si lo logró hacer Humala respecto a la herencia fujimorista y a asuntos picantes como las esterilizaciones forzadas y los vínculos con el narcotráfico.

La mayoría de las encuestas del domingo anterior a las elecciones (último día para publicarlas), mostraban a la Fujimori adelante (salvo Imasen que daba a Ollanta en un estrecho primer puesto), pero los responsables de las encuestadoras decían que se trataba de un empate técnico en el que todo podía pasar. Más aún, IPSOS Apoyo advertía que la diferencia de un solo punto que detectaba su sondeo, implicaba un pequeño avance del nacionalista y un retroceso de la fujimorista.

El jueves 2 de junio, durante la sesión usual de las encuestadoras con los corresponsales de la prensa extranjera, IPSOS Apoyo presentó un nuevo resultado que ampliaba la ventaja de Fujimori en más de dos puntos, pero desviviéndose en explicaciones sobre voto escondido, voto rural y márgenes de error, como para insistir que no estaba muy convencido de lo que estaba diciendo.

Esa encuesta estaba contratada por 14 grandes empresas, entre ellas las mineras y los bancos más importantes, todos los cuales estaban pendientes de que ganara la candidata pro-mercado. Debido a esto, el efecto inmediato fue un repunte espectacular de las bolsas que se habían venido debilitando los días anteriores y una tendencia a la venta de una mayor cantidad de dólares en los bancos y el mercado paralelo.

La empresa Datum, que se pasó la segunda vuelta regalándole titulares a Perú 21, que por un momento hicieron pensar en un triunfo seguro de la candidata naranja, llegó a ese jueves con su candidata adelante pero perdiendo terreno rápidamente, lo que casi sonaba a ir corrigiendo las falacias de sus anteriores registros. Pero en la noche de ese mismo día, CPI dio a Humala adelante con una estrecha ventaja, y al día siguiente la Universidad Católica liquidó las dudas, mostrando a Ollanta con dos puntos adelante y una tendencia en ascenso.

El sábado 4 de junio, todas las encuestadoras daban ganador a Humala, aunque todas repetían que no se había superado el margen de error. Las bocas de urna del día 5 a las 4 de la tarde, anunciaron que la ventaja del comandante era inobjetable y que su contendora no podría revertir los números. Una vez más, los datos finales de las elecciones no se parecían a los que fueron mostrados como posibles a lo largo de la campaña.

Peor aún, los cambios de la última semana parecían venir del aire. ¿Por qué creció la supuesta ventaja fujimorista de domingo a jueves y se volteó para el sábado? Eso nunca se sabrá. ¿Por qué Datum llegó a darle ocho puntos a la K en mayo, para después rendirse ante la O en junio? ¿Cómo se puede ir por delante en todas las encuestas aunque sea con margen de error y concluir perdiendo en todas las del último día?, ¿qué significa en ese caso “margen de error”? ¿Hay una relación entre las necesidades de la campaña política y las mediciones que se ofrecen como ciertas? ¿Le habían pedido las 14 empresas a IPSOS Apoyo un resultado amigable, aunque el propio Alfredo Torres no creyera plenamente en sus números?

¿Quiénes son los volubles?

Los continuos fallos de las encuestas, han sido explicados con el recurso de que los votantes peruanos son muy volubles. Es decir que cambian sus opciones sin ton ni son. Ese es un argumento sumamente discutible (a más de ofensivo), sobre todo en un escenario de alta polarización, donde las adhesiones y rechazos a los candidatos eran tremendamente fuertes y es muy difícil imaginar a los enconados adversarios de Ollanta cambiando su voto en la última semana y viceversa. Más bien habría que decir que si algo captaron las encuestadoras que era cierto, era el final ajustado de la votación, lo que justamente favorecía la manipulación, a partir de pequeños ajustes en los pesos ponderados por regiones y grupos sociales, y jugando con el margen de error.

Después de todo, las encuestadoras también tienen posición política, como ocurre con los medios de comunicación, y tienen, sobre todo, empresas que los contratan esperando no sólo saber lo que está pasando sino enviar mensajes sobre lo que debe pasar a la opinión pública. En esta elección hemos vito que bancos extranjeros contratan encuestadoras peruanas y luego dan a conocer sus resultados a la población peruana.

Igual que las 14 empresas que compraron un resultado que no se correspondía con la realidad.

12.06.11
www.rwiener.blogspot.com

3 comentarios:

Brunna dijo...

Raúl,

¿Cómo estás? Mi nombre es Brunna Rosa y soy periodista.
Estoy haciendo una historia para la revista Foro, inspirado en el Foro Social Mundial (www.revistaforum.com.br) sobre las elecciones en Perú. En el FELICIDADES objeto, en primer lugar #fujimorinuncamás

Me gustaría enviarle algunas preguntas sobre el proceso electoral en el Perú y la relación con los medios de comunicación. ¿Qué piensa usted?

Brunna Rosa
brunnarosaa@gmail.com

Raúl Wiener dijo...

Estimada Brunna:

Estoy a tu disposición para cualquier colaboración. Mi correo electrónico es raulwiener@yahoo.com.ar, y mi móvil es 992116658.
Establezcamos el contacto. Muchos cariños.

Raúl

Raúl Wiener dijo...

Estimada Brunna:

Estoy a tu disposición para cualquier colaboración. Mi correo electrónico es raulwiener@yahoo.com.ar, y mi móvil es 992116658.
Establezcamos el contacto. Muchos cariños.

Raúl