lunes, enero 17, 2011

Encuestita manda

Después de las encuestas de esta semana ya uno no sabe si está hablando de preferencias o estrategias electorales. Ahora, después de leer los datos, algunos analistas escriben que en el último mes cuando amenguaron los sondeos “no pasó nada”. No importa si ellos mismos escribieron del efecto devastador de la denuncia sobre el cupo de la esposa de Acuña para ser la vicepresidenta de Castañeda; o sobre que Toledo tendrá que pagar por su ego Punta Sal, su pésima plancha y la patinada del debate en Bagua con Araoz; o que el fujimorismo de Keiko, con sus candidatos, sus bailes y sus regalos, no está sino ratificando que es el mismo fujimontesinismo de antaño, y eso marca.

Pero estos tres siguen igualitos, en el primer lote a distancia de Ollanta Humala, al que le reconocieron buena plancha, buen equipo de gobierno y mejor entrada en la campaña, pero sigue en 10%; PPK que se esmera en bailar, lanzar lisuras y trompearse con medio mundo, y no pasa nada; y Meche Araoz, estancada en medio de su pleito con el tío George, que la ha llevado finalmente a la renuncia. ¿Qué pasa aquí?, ¿la gente no está al tanto de las noticias?, ¿todos se han creído aquello de que no hay nada más que escoger que entre los primeros tres?

Tal vez la última pregunta sea la clave. Porque si a algo hace recordar la situación actual es al escenario julio 2010, cuando sólo existían Lourdes y Kouri, para los limeños; o noviembre del 2006, con Lourdes y García; y así sucesivamente. Es decir, cada elección tiende a ser polarizada de antemano para cerrar las alternativas, y para ese fin las encuestas juegan un papel fundamental, porque van moldeando el escenario, y luego van haciendo el control de su propio guión. Esto por supuesto es sostenido en la información de los medios que toman en fardo los sondeos aunque desafíen la lógica más elemental.

La peculiaridad de la elección 2011, era que ella llevaba como antecedente otra polaridad, que fue el casi triunfo de Humala (47.4%) y la amenaza de repetirse este año. La estrategia para enfrentar el riesgo ha sido, como se ve, rellenar el proscenio de candidatos parecidos y equilibrados, entre los que Ollanta quedara como uno más, es decir sin perfil propio. Este fue el primer momento, y a lo que estamos pasando es a otro más elaborado, en el que el “peligro” se estanca en el cuarto puesto, y ya no hay nada más que hacer.

Ahora la cancha está rayada como diría Lourdes, o se escoge por el ex presidente borrachín, con amigos progres, mucha plata y apoyo externo evidente; o por la hija del dictador; o al administrador mudo y duro que hace lo que le da la gana y no rinde cuentas de nada. Parece un escenario echado a Toledo, como lo era para Lourdes a mediados del año pasado. Pero justo ahí es donde viene el momento difícil de pasar del marco general aparentemente estático, a la batalla de cada uno por llegar a la segunda vuelta y ganar.

A Toledo se le ve ahora en un mitin que parece de cierre en pleno enero, sostenido por una gran batería de prensa y acusado por sus más cercanos en las encuestas de promover la “guerra sucia”. Esa combinación de pleito entre los “elegidos” iniciales y sentimiento de aprisionamiento de los electores en unas opciones que no han escogido, ha generado todas las crisis electorales de los últimos 20 años. ¿Volverá a ocurrir?

17.01.11
www.rwiener.blogspot.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una vez que la ciudadania pasivamente acepta la existencia de un 14 % de votantes ''indecisos'', y un 8% de electores que ''no responde''-''no opina'', el campo de la manipulaccion esta dado y los resultados finales de la eleccion son facilmente ajustados a las ''fotografias'' de ultima hora de la encuestadora ''seria'' con el sambenito de que los peruanos hacen su decision final, escogen al candidato de su preferencia ''en el ultimo minuto''.

La razon que en paises con probada tradicion democratica no se permite ningun tipo de resultado ''parcial'' -- ''exit poll'' o resultados a ''boca de urna'' hasta que se cierre el ultimo precinto electoral, se debe a que los electores que todavia no han ejercido su compromiso civico, son facilmente influenciables cuando saben que este u otro candidato va ganando o perdiendo y, teoricamente con el cerebro ''lavado'' deciden no participar.

El ''trabajo'' de algunas encuestadoras apunta en esa direccion, ''influenciar'' en la decision del votante, hacerlo sentir que su seleccion -su alternativa- es un voto ''desperdiciado'', porque a nadie le gusta votar por el perdedor.

Un caso bochornoso...

En las elecciones presidenciales en Bolivia el 2005 la encuestadora peruana mas ''seria'' del mercado limeño, Ipsos APOYO, fue contratada por los medios de comunicacion del pais altiplano. Desde inicio de la campaña hasta el 14 de diciembre del 2005 APOYO vaticinaba un 28-32 % de votos a favor de Evo Morales. El dirigente indigena del MAS, Movimiento al Socialismo boliviano, obtuvo el 54% !, es decir, 22 puntos arriba de los ''calculos'' mañosos de Ipsos APOYO. El banquero, empresario minero, ex embajador en los EEUU y dueño, fundador de la empresa APOYO, Felipe Ortiz de Zevallos ''FOZ'', ni su Director, Alfredito Torres Guzman, jamas explicaron esta burda manipulacion. Solo atinaron a salir disparados de sus oficinas de La Paz.

Cartago