En los días en que Rómulo era el prófugo más buscado del Perú su mayor amenaza era anunciar que si le seguían echando la culpa de todo lo ocurrido iba a hablar y a comprometer personajes a los más altos niveles. Ahora que León ha pasado de San Jorge a la casa de su hijo Romulito, también involucrado en el caso de los petroaudios, sus palabras han sido: “que nadie se preocupe. No tengo nada que decir que involucre a alguien”.
Cualquiera puede entender el cambio de perspectiva. En octubre-noviembre, cuando permanecía supuestamente fugado y la ministra de Justicia nos distraía afirmando que lo tenía rodeado en distintas zonas del país, el operador principal de la corrupción del régimen exigía una negociación para entregarse. En julio del año siguiente, lo que tiene que hacer es devolver los inmensos favores recibidos que han concluido en su traslado a una cómoda residencia en San Isidro, y lo hace asegurando que no abrirá la boca.
A pesar de sus antecedentes de fuga, de que está hospedado en la casa de uno de sus más importantes cómplices, de la falta de policía que declara Cabanillas que asegura que no tiene personal para cuidarlo, y de la cercanía de diversas embajadas, los jueces no creen que el procesado represente un riesgo de evasión. Lo que invita a pensar que esta convicción viene de la ruta que está siguiendo el proceso que se encamina cada vez más directamente a la impunidad.
Todos los implicados en el caso de los petroaudios: Rómulo León, Alberto Químper, Ernesto Arias Shereiber, así como Fortunato Canaán y los miembros de su organización, los responsables de Discovery Petroleum, así como todos los ex ministros y funcionarios (varios aún en actividad) que formaron parte de la red mafiosa, están de lo más tranquilos como si no hubieran hecho nada, mientras el juez Barreto sigue investigando a los periodistas que destaparon el escándalo.
Curiosamente esa no es la suerte de los Bussines Track acusados de ser los responsables de la intercepción telefónica, que habría llevado a la grabación de las conversaciones de Rómulo León y sus amigos, que permanecen en una cárcel de máxima seguridad, aunque su proceso sigue el mismo enredo kafkiano que el otro, y ninguna de las evidencias ha sido revisada seriamente. ¿Cómo explicar esta diferencia de trato?
Lo único que parece razonable en este contexto es que los están presionando para que entren a la rueda de los acuerdos. Finalmente van a tener que pesar el valor de un buen silencio a cambio de un fallo más bien benigno y un cambio de trato carcelario de aquí a un tiempo. ¿No le parece a usted, almirante Giampietri?
Sacar a Rómulo León de la cárcel, aún sirviéndose de la cortina de las “investigaciones” sobre el asesinato de Alicia Delgado, es sumamente costoso para el gobierno. Si lo han hecho es porque más peligroso es tener al León demasiado tiempo en la jaula. Las idas y venidas para liberarlo y la apelación del procurador, han tratado de mostrar un gobierno medio incómodo con el paquete, pero es obvio que los jueces no hubieran dado un paso de estas características si no hubiera habido un pedido especial del gobierno.
09.07.09
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1 comentario:
"He can't refuse it.."
- Hola tío, -le dijo Romulito León Romero al Premier Jorge del Castillo frente a las cámaras de televisión que transmitían desde el congreso sobre el escándalo de los petroaudios que investigaba la Comisión Abugatas. El saludo fue con besito.
Hasta la víspera, con su cara de ganso, Jorge del Castillo negaba en distintos idiomas cualquier vínculo con la "rata" Rómulo León Alegría.
El "tío George", después del beso que le dió el “sobrino”, no volvió a negar su complicidad con Rómulo León Alegría en múltiples chanchullos.
Su hermana, la congresista Luciana León no se quedó de brazos cruzados: al unísono con su padre que ya se encontraba en la cárcel, se aparecieron a cobrar regalías y otros “intereses” diciendo que el corrupto ex ministro de Pesquería "era el que mejor le 'cuidaba las espaldas' al presidente Alan García".
El doctor García, igual que Jorge del Castillo y el beso del “sobrino”, a partir del sonsonete de la hija y el padre, cambió de discurso.
Emulando a Mario Puzo, la propuesta "Godfather" de la familia León, el doctor García "no la pudo rechazar"
"I can't refuse it.."
El más sonado caso de corrupción de la administración García quedó en la inicial ‘teoría’ exculpatoria de la "rata" encausada: "Esto es sólo un "escandalete", -dijo García sin sonreír.
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