lunes, julio 13, 2009

La tibieza política de AGP frente a Honduras

En 1989, Estados Unidos realizó una violenta ocupación del territorio de Panamá para detener por medios militares al comandante general de las Fuerzas Armadas de ese país Manuel Antonio Noriega al que acusaba de narcotraficante, luego de haber tenido una larga colaboración con ese mismo personaje los años anteriores. En Lima, el joven presidente Alan García Pérez plantó una bandera panameña en el patio de Palacio de Gobierno y entonó el himno de ese país, en protesta por la intervención imperialista. Y de la propia iniciativa del mandatario peruano nació una coalición de gobiernos de Latinoamérica conocido como el grupo de Río.

Veinte años después, un García más viejo, más gordo y más derechista, ha debido vivir nuevamente desde Palacio un hecho equivalente de violación brutal de los principios democráticos y de intervencionismo político en un país soberano. Esta vez ha sido el golpe militar en Honduras, realizado con especial alevosía por la oligarquía en combinación con las derechas latinoamericanas y sectores del Estado y de la política de Estados Unidos. Pero ahora el presidente no dicho ni chus ni mus sobre este gravísimo acontecimiento.

El gobierno peruano se ha limitado a lamentar la interrupción democrática en Honduras y a expresar su esperanza en un pronto retorno a la normalidad, y ha evitado cuidadosamente reclamar directamente la restitución del presidente Zelaya en su cargo y el fin del gobierno golpista. Esta tibieza ha contrastado con las posiciones asumidas por otros gobiernos y expresadas en la OEA y en la ONU, donde la condena al golpe ha sido unánime y contundente. Ninguno de los voceros peruanos en las asambleas internacionales ha destacado por su pronunciamiento.

Entretanto, los dirigentes apristas que se han referido verbalmente o por escrito al tema, han sido menos ambiguos, al colocar el acento de los acontecimientos en la supuesta responsabilidad chavista en la crisis política hondureña, lo que habría arrastrado al presidente Zelaya a enfrentarse con los sectores que se definen como “democráticos”, pero que no dudan en organizar y llevar adelante un golpe de Estado. Formalmente el gobierno deplora que se haya violado la constitución; políticamente el partido oficialista culpa al golpeado y terceros países, de lo sucedido; y el presidente más locuaz del planeta ha perdido la lengua específicamente en este tema.

12.07.09
www.rwiener.blogspot.com

1 comentario:

jm loayza dijo...

la cosa que siempre es culpa del "dictador"Chávez...el "hambreador Chávez"....Abajo, algo que dice la CEPAL sobre el "dictador"...


http://www.youtube.com/watch?v=mhPpah0Klj4
saludos Raùl, siempre lo leo.

manuel loayza
caracas venezuela