sábado, octubre 25, 2008

La economía optimista y las AFP

A algunos periodistas inteligentes se les ocurre que quién puede dar la opinión más sincera y útil sobre los problemas y pérdidas de las AFP son los altos funcionarios de estas entidades. Entonces van y los entrevistan, sabiendo que la misión de estos señores es evitar perder aportantes, y como consecuencia de todo ello se arma una tremenda confusión de números y perspectivas.

¿Cuánto han perdido las AFP con la vorágine de las bolsas a la baja? Si se toma la referencia del pico más alto que fue en mayo, el desplome es de más de 30% (casi 8 mil millones de dólares) y si la previsión fuera que no hay un horizonte de mejora, tal vez en un corto tiempo la baja pueda ser de cincuenta por ciento, que para algunos debe ser mucho más que eso. Pero si elegimos el período de un año, o cualquier otro, cuando los rendimientos estaban todavía a mitad de la curva, es fácil decir que lo que están dejando de ganar las pensiones es menor, y si le agregamos una dosis de optimismo concluiremos que eso se va a revertir en los siguientes meses y años, y aprobemos de paso un fondito para los mayorcitos sin riesgos y sin ganancias para los que quieren jubilarse pronto y que todos queden contentos.

Tampoco los señores de la Superintendencia van a decir que el sistema está fallando, porque los que habrían fallado serían ellos; y mucho menos todos los gurús económicos que son consultores y directores, muy bien pagados, de toda empresa que requiera sus credenciales y caseritos de los gobiernos y los principales medios de comunicación. Si reconocieran que hay peligro podrían precisamente generar una corrida que afectaría las ganancias y remuneraciones de las AFP que están entre las mayores del mercado. Especular con las pensiones de los trabajadores activos, es decir cargarse una enorme liquidez con fondos de otros, ha sido hasta ahora un estupendo negocio y va costar bastante admitir que tenía demasiados flancos débiles. Pero en estos días lo que corresponde es “mantener la confianza”, como hacía Manrique hasta el día antes en que lo metieran preso.

Lo grave es que el Estado participa del engaño de la falsa tranquilidad. Aquí no es Argentina; nuestras AFP funcionan de maravilla; de aquí a diez años vamos a tener jubilaciones fabulosas; estatizar es confiscar para quedarse con la plata de los aportantes (como si actualmente el dinero estuviera en manos de ellos y no de especuladores que hacen fortuna con fondos ajenos); en Estados Unidos se estatiza muy bien porque se trata de proteger con recursos públicos el desastre de los bancos y grandes empresas, pero en Argentina se hace mal, porque a quién se le ocurre respaldar pensiones con intervención estatal. No ven que los Estados no tienen plata. ¿Entendieron?

26.10.08
www.rwiener.blogspot.com

6 comentarios:

Martin dijo...

Buen post!

Martin dijo...

Solo agregaría lo siguiente:

Que el Congreso ordene la realización de una auditoría exhaustiva de las 4 APFs y de los fondos administrados, y por supuesto a la Superintendencia Adjunta de las AFPs. El personal de la SBS adjunta de pensiones lleva más de 10 años enpernados en sus funciones.

Esta auditoría y sus resultados le daría más transparencia al tema.

¿Quien debe realizarla? Pues nadie va a querer hacerla porque se destaparían las perlas financieras como las inversiones en los fondos de private equity. ¿Y qué miércoles es eso? Pues nuestras queridas AFP se han tomado la libertad con la venia de la SBS de entregar US$ 1,000 millones a unos fondos privados manejados por terceros para que inviertan en empresas pequeñas mediante la colocación de préstamos y capital. Lo gracioso es que estos fondos privados no son regulados ni supervisados por nadie, esto quiere decir que nuestras adoradas AFP le han dado a terceros nuestro dinero US$ 1,000 y a cambio han firmado un cheque en blanco.

Que Dios y la Patria los demanden !

Martin dijo...

Me olvidé de agregar algo, que la auditoría financiera (de yapa el levantamiento del secreto bancario y bursátil) se extienda a los acciones, directores, funcionarios, ejecutivos y empleados de las AFP), por favor incluyan a los estudios de abogados que los asesoran.

Si un pediodista logra levantar las alfombras de las AFP y la SBS adjunta de pensiones, puede que se convierta en el mejor periodista peruano del siglo XXI, XXII, XXIII, etc.

Martin dijo...

Damas y Caballeros,

Los fondos administrados por las AFP no son privados son "públicos" porque los fondos le pertenecen a 4 millones de peruanos. Como dijo una congresista en de los EEUU en a raíz de los escándalos y fraudes financieros: "the party is over".....

Martin dijo...

Y ahora me voy al aeropuerto a tomar mi avión porque yo también soy accionista de una AFP y no quiero que me pillen.

Nos vemos en el Caribe !

Juan A. Cavero G. dijo...

Cuando el gobierno del delincuente Fujimori creó el sistema privado de pensiones, dispuso que las AFP pudieran realizar, sin ninguna regulación, inversiones especulativas, incluso en el extranjero, con los fondos previsionales, cuando aquellos debieron haber sido dedicados a invertir en empresas productivas dentro del país, dando trabajo a nuestros compatriotas. Claro, el modelo financiero ultra-liberal ordena que no se regulen los manejos de los bancos ni las AFP, por lo cual éstas últimas, invirtiendo en las bolsas extranjeras, han mandado al diablo buena parte de las aportaciones de sus afiliados. Incluso el modelo chileno es algo mejor, pues dispone que las las cuentas individuales en las AFP tengan una rentabilidad mínima anual obligatoria de 3%, independientemente de los beneficios, o perjuicios, que obtengan con las inversiones, garantizando así que, por lo menos, los aportes no disminuirán, como ocurre en nuestro país. En estos días se discutirá en el Congreso una propuesta para regular las comisiones que cobran las AFP a los afiliados, y que estarían en proporción con las ganancias obtenidas por aquéllas en sus inversiones, no cobrándose en el caso de tener pérdidas en las mismas. Tan tibia reforma, ha sido suficiente para que salten hasta el cielo los abogados y defensores de oficio del "lobby" (ahora denominan así a las mafias) de AFP.