¿Funciona el modelo de cuota individual en otros países? ¿Cuáles son sus resultados? ¿Cómo ha sido este debate en el resto del mundo?
Hasta el director de “Correo” (29.09.08) ha reconocido que teníamos razón cuando denunciamos el carácter arbitrario de la asignación de cuotas individuales de pesca (que favorece a las grandes empresas) y respecto al conflicto de intereses que supone que el principal responsable del “estudio independiente” que sustenta el DL 1084, sea a su vez director de una de las más grandes pesqueras.
Pero aún así nos regala el mote de “brutitos”, ya que él, tan inteligente, leyó antes que nosotros un artículo de la revista inglesa “The Economist”[i] que afirma que las cuotas son, a pesar de todo, una solución para que la pesca mundial no se agote antes de 2048. En resumen dicho artículo defiende la tesis que privatizando el recurso, es decir distribuyéndolo entre un número limitado de explotadores, cada uno tratará de cuidar su parte y se evitará la presión de muchos explotadores a la vez sobre los mismos peces.
Advierte, en su parte final, que el sistema sólo se aplica en el 1.2% de las pesquerías del mundo y recibe tremenda resistencia incluido Estados Unidos, debido a que el público no asimila la idea de que un recurso natural que está al alcance de todos, se vuelva exclusivo de algunos pequeños grupos económicos. Hasta ahí la revista, que curiosamente ha sido también promotora de otras “regulaciones” privadas en base al principio de que al proteger sus intereses los grandes inversores sostienen la estabilidad económica. Vean nomás lo que está pasando con el sector financiero mundial y busquen en ediciones pasadas si tan distinguida publicación anticipó la crisis que ahora existe.
Experiencias
Nadie, ni “The Economist”, puede presumir de infalibilidad. Pero lo que es cierto es que el debate mundial sobre el futuro de la pesca no se reduce a la Biblia de Aldo M. Precisamente refiriéndose a los gurús que creen tener la razón y la “inteligencia” de su lado el presidente francés Nicolás Sarkozy dijo en enero de este año: “hay que salir de este asunto de las cuotas… hay que dejar de tener por un lado a los científicos y por el otro a los pescadores, porque los primeros interesados en salvar el recurso son los pescadores”[ii].
También la Corte Suprema de Islandia falló en 1998 declarando a las cuotas como un privilegio que deriva en discriminación. Y el senado de Canadá recomendó al departamento de Pesquerías y Océanos que “deje de usar los ejemplos de los sistemas de manejo por cuotas individuales en Nueva Zelanda e Islandia hasta que… haya tomado plenamente en cuenta las críticas hacia dichos sistemas emanadas de aquellos países” (o sea, que lea más).
En Chile el Comité del Senado se pronunció contra la ley de cuotas, pero luego fue aprobada con el subterfugio de cambiarle de nombre (límites de captura) y otorgarle carácter experimental. Investigaciones recientes, sin embargo, indican que este experimento está dejando resultados desfavorables: “agota la sustentabilidad biológica de muchas especies pesqueras… y ha empobrecido aún más la calidad de vida de las comunidades de pescadores artesanales… Los resultados confirman que “más que un sistema de conservación… en los hechos (significa) una gran red de beneficios para no más de cinco grupos económicos”[iii].
Balance
En un trabajo sobre las cuotas pesqueras se pueden leer las siguientes contundentes conclusiones: “la capitalización en forma de cuotas a altos valores impulsa su acumulación en manos de corporaciones e inversores muy solventes. Esto facilita la concentración financiera y geográfica de las operaciones de pesca, con sustitución de mano de obra por capital, y causando pérdidas de empleos irracionalmente excesivas. Los altos costos de las cuotas priva a los tripulantes de la tradicional oportunidad de independizarse como patrones propietarios de un buque, ya que no podrían permitirse la compra de un buque con cuotas de pesca. Las comunidades históricamente dependientes de los stocks pesqueros adyacentes, encuentran su viabilidad económica, y a veces su propia existencia amenazada cuando sus recursos son enajenados a intrusos…”[iv]
Después de leer esto tienta decir cosas como estas: ¿dónde están los brutitos y pendejos de esta historia?, ¿defender a Rey no es equivalente a extraviar la moral y el cerebro? Pero no vamos a caer en la provocación.
2.10.08
http://www.rwiener.blogspot.com/
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[i] “A rising tide” The Economist. 18 septiembre 2008.
[ii] http://deia.com/es/impresa/2008/01/20/bizkaia/ekonomia/435268.php
[iii] “Impacto Social de la Crisis Pesquera 2000-2003. Informe Ley de Cuotas.” Marcel Claude
[iv] “Acción Política y legal en Islandia; Canadá y América Latina” Parzival Copes y Gíssi Pálsson (Junio 2002)
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