Hay una cierta incongruencia entre “la valiente fiscal que se atrevió a enfrentar al narcotráfico”, y la mujer que se niega una y otra vez a cubrir su plaza en Iquitos porque tiene miedo a que sus perseguidos se venguen de ella.
Más extraño es todavía que estos temores a un posible destaque a provincias, se hayan acentuado, con un tremendo eco de prensa, después que se produjera el asesinato de un sicario del narcotráfico en pleno centro de la ciudad de Lima, que es el lugar que muchos pretenden que es el más seguro, frente a las modestas capitales de provincias. Lo que se está sugiriendo con este escándalo es nada menos que la Fiscal de la Nación no está interesada en sacar a Loayza del caso (del que ella misma se está excluyendo), sino que directamente está buscando que la eliminen, como si funcionara en condición de contraparte de los asesinos.
Si García, Alva, Del Castillo, Gonzáles Posada, le ofrecen todas las seguridades del Estado para cuidar su vida y sin embargo hasta ellos mismos creen que la fiscal valiente estará en peligro: ¿qué es lo que nos están queriendo decir?, ¿que Iquitos es un territorio fuera de control?, ¿que los valientes deben ser replegados hacia Lima y dejar las zonas calientes de la violencia y el comercio de la droga?, ¿que como ya sabíamos, Alva Castro es incapaz de garantizar la vida de nadie?No puedo evitar apuntar aquí mi presunción de que todo este lío ha sido armado desde ciertos medios con el objeto de tumbar a la Fiscal de la Nación, colocándola en una encrucijada fatal, en la que ceder a las presiones y abrirle alguna plaza a Loayza en la capital, equivaldría a capitular en su autoridad, y mantener la decisión de la Junta de Fiscales le costará inevitablemente la sospecha de operar en relación con los crímenes del narcotráfico. Esto ocurre porque doña Adelaida Bolívar está enfrentada al más poderoso grupo de prensa, con cuatro diarios (y uno aliado) y dos canales de televisión, al que le resulta demasiado fácil crear la sensación que muchos piensan como lo hacen sus propietarios y que sus causas son las colectivas.
o interesante es ver cómo se someten las autoridades del Ejecutivo y el Congreso al juego de los titulares y se hacen parte de los nuevos principios: a los valientes no hay que enviarlos adonde hay peligro; el funcionario decide en qué lugar trabaja. Ya empezará este tema a plantearse en relación a las asignaciones de destino de militares, policías, médicos y maestros, técnicos agropecuarios, jueces y otros fiscales, etc., y los jefes enfrentarán el concepto que ha inaugurado Loayza, no importa cuántos lugares puedan quedar vacíos, si eres valiente y tienes respaldo de prensa no saldrás de Lima.
06.02.08
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