jueves, abril 22, 2010

Las coartadas de la corrupción

Mientras se abren cada vez mayores diferencias en la dirigencia del partido aprista, los escuderos que todavía le quedan a Jorge del Castillo, se multiplican para hablar por él y mantener los argumentos con los que todavía insisten en que “no hay nada que investigar” y que todo lo que el país ha visto y escuchado hasta la náusea, es una especie de ilusión ya que nada anormal habría pasado durante el premierato 2006-2008.

Veamos algunas de las coartadas más recurridas: (a) Que no hay delito porque Canaán no logró coger ninguna obra, Discover Petroleum tuvo que devolver los lotes, Vera Gutiérrez no logró la ley de regalías, etc., es decir ninguno de los planes que se hacían con empresarios mafiosos y ministros y funcionarios de la misma calaña, llegó a buen puerto. No hay cadáver, no hay crimen, no hay criminales. Casi como que da ganas de aplaudir a BRT por haber abortado toda esta red de negociados al captar los audios y correos, que finalmente se hicieron públicos. O de denunciar al gobierno corrupto, no por serlo, sino por no ser eficientes ni siquiera en sus peores intenciones. La pregunta es si coludirse en secreto (en una suite o donde sea) para otorgar ventajas estatales; gestionar normas específicas a favor de particulares, con los que se ha concertado previamente; aceptar beneficios de personas o empresas con las que se está discutiendo posibles contratos con el Estado; no constituyen graves trasgresiones legales al margen de los resultados finales del trámite solicitado.

(b) Que lo que dicen Rómulo León, Químper, Canaán, Saba, Atala y otros, son dichos de terceros, aunque se refieran convergentemente al papel de Jorge del Castillo; y cómo no es el “tío George” el que habla, no lo compromete. Esto fue lo que se dijo después del primer remezón de los petroaudios y la fórmula que lo complementa es declarar que “seguro estaban fanfarroneando” (hace poco la utilizó Rafael Rey respecto a sus propios tratos con León, y la han repetido Vargas y Velásquez con los últimos audios. LA PRIMERA ha mostrado hace muy poco unos mails entre Rómulo y Del Castillo, en los que el ex premier es actor directo, que tocan los mismos asuntos que están en otras conversaciones y que coinciden en las fechas. Esto bastaría para saber que Del Castillo no llegó a la suite de puro distraído, o que muchos hechos no ocurrieron por pura casualidad. Pero si sólo hubieran las conversaciones iniciales que se tenían durante la investigación del Congreso, la conclusión obvia hubiera sido no puede haber tantas mentiras coincidentes, un dicho no prueba nada, pero varios dichos, cincuenta dichos, como hay ahora, no pueden ser mentira.

(c) Que son los acusados y los que tienen pruebas escondidas los que están alimentando el escándalo y administrando la crisis contra Jorge del Castillo, que pobrecito no sabe por donde le va a caer el siguiente mail o audio. Decir esto, como lo han estado haciendo algunos analistas, puede tomarse casi como una confesión: cuando ya casi habíamos salvado a Jorgito, con el juez Barreto negándose a aceptar la pruebas, la jueza Martínez escondiendo los archivos, los abogados de Gianotti objetando el proceso por adulteración de las evidencias; aparecen declaraciones de la espía y algunos que lograron salvar parte del material se deciden a entregarlo. ¿Y qué hay que decir ahora?, ¿que no hablen, que no saquen más archivos?, ¿por qué?, ¿a qué le tienen miedo? No hay manera más clara de probar la culpabilidad quela desesperación por las pruebas que salen, independientemente de quién las ofrece. ¿O alguien le hizo ascos a los vladivideos porque en ellos aparece Montesinos, o porque los entregó la Pinchi Pinchi?

22.04.10
www.rwiener.blogspot.com

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