¿Qué opinan ustedes de un individuo que no tiene otro mérito que renegar todos los días de la herencia intelectual que lleva marcada en el apellido, para felicidad de los dueños de la gran prensa que le paga el salario; que dice a sus periodistas, “no importa si es verdad, lo importante es que jode a Humala”; que es tan calculadamente reaccionario, que los reaccionarios de verdad se ríen a sus espaldas y comentan que no hay que hacerle demasiado caso; que es tan perspicaz que confundió a Antauro con Ollanta en los primeros meses del 2005, antes de llevar adelante su célebre batalla para evitar el “fascismo militarista y chavista” en el Perú, que llevó a elegir a Alan García; que confundió también al ministro Javier Neves Mujica, con Javier Mujica Petit, siendo que el primero fue el verdugo de la célula única (20530) –que era la posición de toda la derecha- y el segundo su defensor jurídico, con el que mantiene un litigiopor difamación hasta el día de hoy; que logró una primicia hace poco sobre la parlamentaria Janet Cajahuanca que no iba a votar por la censura porque había sido auxiliada por Alva Castro en un caso de enfermedad de su madre, cuando era otra congresista la que había pasado por ese trance, lo que no impidió que también esta última fuera parte de los 51 por la salida del ministro de los patrulleros y las bombas lacrimógenas que no se compran; que viaja al sudeste asiático, Australia y Nueva Zelanda, con pasaje y gastos pagados, por la empresa Suez, interesada en la privatización del agua en Lima y que está detrás del proyecto de gaseoducto hacia Chile, donde tiene inversiones en plantas de generación eléctrica a gas, temas en los que su periódico es casi fanático, y explica esta gruesa mermelada como un “viaje empresarial”, cuando no es empresario de nada; que odia a Javier Diez Canseco porque era popular en la Universidad Católica y él no, y porque le saca choro que le reconozcan honestidad por haberse incorporado a las causas populares proviniendo de una familia aristocrática, cuando nuestro amigo hizo el camino a la inversa; que no entiende quién financia LA PRIMERA, pero si quién lo hace con el “Correo”, y con qué mañas; que cree que Amauta fue Milton Friedman, no José Carlos Mariátegui; que busca en Google y Wikipedia algunos nombres de tanques y aviones, para palanganear que sabe de armas; que cree que las ONG reciben plata de Chávez, y que las “casas del Alba” y la misión milagro colocan vidrios ideológicos en las retinas de los viejos a los que curan de glaucoma y cataratas para que vean la realidad manera diferente; que estuvo en el centro del óvalo de Miraflores cuando el rochabus de Velasco mojó a todo los chicos bien que reclamaban contra la intervención de los diarios en 1974, con lo que puede decir que estuvo alguna vez “con las masas”; que piensa que los campesinos de Huancavelica deben trasladarse a Ica a trabajar como peones de las agro-exportadoras y dejar esa tierra inhóspita, y que en realidad sería mejor si todos los serranos migran a la costa y dejan los cerros a las mineras; que considera que el cura diabólico es Arana y no el argentino al que acaban de condenar a cadena perpetua; que está convencido que Alditus, Chichi, Jaimito, Rodrich (de Chiclayo) y ABU (de Arequipa) fueron los únicos, que en condición superminoritaria se opusieron al “fascismo” de Ollanta, mientras que Tafur, Álvarez, Rosa María, los Miró Quesada, Althaus, Mohme, Lauer, Vargas, Ku Kin, etc., eran redomados humalistas; que escuchó por ahí que la quiebra de “El Observador”, no fue la que provocó León Rupp, sino la pobretona cooperativa de trabajadores de Raúl Wiener, y eso explica las críticas del loquito contra su persona; que cree que Tafur que se fue de “Correo”, vive envidiando a su reemplazante, que redujo el tiraje a la cuarta parte; que cree que una carta vieja de Zileri contra Hildebrandt le resuelve el problema de contestarle sobre las deudas de los Agois, las relaciones de su diario con el gobierno, su burla a la solidaridad de Grau, etc.; que aseguraba hasta el 9 de abril de 2006, que lo peor que le podía ocurrir al Perú era el regreso de Alan García al gobierno, y a partir de ese día pasó a asegurar que lo mejor que podía pasarle al Perú era un nuevo gobierno de Alan García; que cree que el mejor ministro de este gobierno es Chang, porque se enfrenta a los maestros del SUTEP, lo que va a garantizar una buena educación para nuestros niños; que se divierte de tener dentro del periódico a un racista, que opina que el quechua es un sonido gutural parecido al de los simios, que ser campesino es una condición subhumana y que no sale de su castillo arequipeño para no contaminarse de puneños que han invadido su otrora blanca ciudad, en un país donde el otro Mariátegui dedicó uno de sus siete ensayos de interpretación de la realidad peruana a la cuestión del despojo y la discriminación del indio?
Como bien escribe su biógrafo Franz Bovus: su habilidad era pasarse al campo del ganador y presentar su derrota como victoria. Con eso tiene asegurada la paga. Para vida heroica, su abuelo.
10.10.07
www.rwiener.blogspot.com
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