domingo, octubre 28, 2007

Grupo Colina en la Web

Un blog de reciente aparición en la red (www.odioalosrojos.blogspot.com), encuesta a los que lo visitan: ¿qué hacer con los senderistas de las universidades? (a) los expulsamos; (b) les hacemos seguimiento, (c) los desaparecemos, (d) los asesinamos.

La misma página declara a Correo: “el único diario que hace frente a la lacra de los rojos”, que se origina, como se sabe, en las ideas y los esfuerzos organizativos del abuelo de su actual director. Alaba además la faena de Enrique Chávez en el penúltimo número de la revista Caretas, usualmente reacia a la variantes del macartismo que existen en el país, en la que prueba el resurgimiento senderista en La Cantuta, mencionando a un grupo musical, los peligrosos buenos modales de un estudiante que ha salido recientemente de prisión al cumplir su condena y se ha reinscrito en la universidad, y dando cifras truculentas de procesados por terrorismo que están libres (más de la mitad porque fueron declarados inocentes).

Finalmente, me califica como “otro miserable más”, por la columna que redacté para LA PRIMERA, que apareció el 21 de octubre, y que se puede hallar en mi blog personal (www.rwiener.blogspot.com). Creo que todo lo que está pasando es coherente. Ya decía que el juicio a Fujimori por crímenes de lesa humanidad, había empezado en el intento de volver a satanizar a La Cantuta y de mostrar un Sendero amenazante, que nos acechaba por todas partes: salen libres, cumplen las condenas, tocan música, dan charlas en Huaycán, muere una columna en Ayacucho, capturan lugartenientes que nunca habían sido mencionados, ligan cocaleros con subversión, se reorganiza Socorro Popular en el extranjero, premian a una senderista… ¡mi madre!

Y, como se ve, no se activa solamente la prensa del miedo, para que nos haga recordar que el caso de los 9 estudiantes y el profesor, Barrios Altos y otros, son pavadas, frente a la gran obra de ese hombre que está encerrado en Ate, y que fue el que nos pacificó. El blog, por cierto, ha sido hecho para ir más lejos. Para ellos el Grupo Colina actuó correctamente y lástima que no mató a otros. A Gisela Ortiz le advierten que se van a ocupar de ella. A mi me mandan una nota a mi blog –que está ahí colgada-, para indicarme que los que deberían desaparecer no son sólo los senderistas, sino los “encubridores como yo”.

¿Son locos?, ¿provocadores agazapados?, ¿un rebrote del paramilitarismo? En todo caso, la coyuntura les favorece. Tenemos un presidente que dice que habría que felicitar a Favre por tener en su propia granja un centro de torturas y desapariciones, a comienzos de los años 90, en el norte chico. Un vicepresidente que insiste en que la moral de la tropa depende que acaben los juicios sobre derechos humanos. Dos vicepresidentes que todavía no ven nada que condene a Fujimori. Y un Estado que parece que está cumpliendo a la fuerza con los rituales de la justicia internacional: traer al extraditable, disculparse ante los deudos de La Cantuta, mientras sigue el juego de la “amenaza roja” que puede ser una buena estrategia para escapar de las denuncias por entreguismo, corrupción, ineficiencia, que se abaten sobre el gobierno.

¿Cómo convertimos las preocupaciones y amarguras de un país que vive el crecimiento sin distribución y una democracia cada vez más autoritaria, como enormes frustraciones cotidianas, en odio contra los rojos y contra todos los que no nos comemos ese pastel envenenado? Es una buena pregunta que está empezando a responderse. Amigos de otros países nos dirían que no dejemos de tomarla en serio.

28.20.07
www.rwiener.blogspot.com

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