Después de casi cuatro años de batallar y dárselas contra la
pared ante el Congreso y la ONP, a pesar de contar con el respaldo reiterado de
diversas directivas del Colegio de Abogados referido a los asuntos de puro
derecho, y de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, para don Juan
Mariátegui ya no hay duda de ser víctima de una extraña venganza personal al
más alto nivel de gobierno, derivada además de una información equivocada, pero
que sirve para descubrir algunos rasgos perversos en la pareja presidencial.
En términos resumidos, el caso Mariátegui consiste en que el
actual Congreso al iniciar sus funciones aprobó las pensiones ajustadas para
los ex miembros de esa institución que tenían derecho a ellas, excluyendo sin
motivo o legalidad alguna a uno de ellos, a pesar de cumplir todos los
requisitos y haber cotizado regularmente mediante descuentos en todo el período
2006-2011. Este absurdo fue apelado por el afectado sin que hubiera respuesta
de parte de las sucesivas Mesas Directivas y asignado finalmente a la ONP (que
nada tenía que ver en el asunto) y que por cierto buscó excusas para enredar un
problema que era más bien simple.
Yendo y viniendo sin encontrar solución, Mariátegui se chocó
con una explicación reiterada a sus postergaciones y que señalaba que la raíz
de este trato, que tenía una alta dosis de infraternidad (el destacado
intelectual fue elegido como parlamentario andino en la lista de Humala del
2006 y apoyó la campaña del 2011), se originaba en Palacio. El punto era saber
por qué. Y, la verdad, por lo que se ha podido establecer, es que todo vino a
causa de un malentendido: Mariátegui estaba con riesgo de vida por una afección
coronaria, pero Ollanta-Nadine querían que fueran a un sesión del Parlamento
Andino en Colombia donde habían comprometido su voto con el presidente
Correa.
Increíblemente la pareja interpretó la inasistencia como un
desacato y decidieron tomar distancia del culpable. Parece una tontería, sobre
todo por el paso del tiempo y por el uso de recursos de “castigo”, ajenos a la
ley. Pero si se mira de otra manera se entenderá mejor por qué la diáspora
continúa de congresistas de las filas oficialistas, molestos y aburridos, de
recibir un trato despótico, en el que no cuentan las diferencias de opiniones y
ni siquiera los incidentes de salud. No es, además, el único caso en que la
pequeña venganza produce daños personales sobre los señalados.
La forma infame como se hizo votar al nacionalismo contra
Javier Diez Canseco, por una falsa acusación que a nadie le importaba, da una
idea de que el presidente que no puede resolver nada en conflictos importantes
como el de Tía María, se desgasta haciendo daño a quién cree que violó sus
órdenes. Hace tiempo que el camino legal para resolver el caso Mariátegui
existe, pero una mano cruel dice que lo dejen sin pensión. Y así va la cosa.
19.05.15
7 comentarios:
Nada de "anónimo", soy Ambrosio
Don Raúl asegura que le duelen las injusticias que cometen contra miembros de su tribu: la que se hacen contra el resto le dan igual, se la merecen o deben ser nacionalizados.
En este caso se trata de don Juan Mariátegui. Los malvados son Ollanta-Nadine, quienes, al quedar servicialmente con el Inca ecuatoriano Rafael Huascar Correa I, de alguna acción que el parlamentario andino peruano, don Juan debía servilmente ejecutar, en servilismo al referido Inca, en una sesión del Parlamento Andino en Colombia. Pues no ocurrió por enfermedad de don Juan.
¿Qué? ¿Don Juan aceptó no representar a su votantes peruanos si no ser un lacayo de Rafael Huascar Correa, de Ecuador, y no se realizó por motivos de salud?
Espero que le entreguen a don Juan las pensiones ajustadas para los ex miembros parlamentarios. Para eso trabajan, no para los votantes, por supuesto: ellos son progres, se deben solo a ellos.
¿Qué tal, Raúl, el robo que le hacen los escraches en Tía María a los arequipeños y peruanos en general? Eso es un crimen, perpetrado por matones que a ti te gustan. ¿No te da vergüenza odiar a los peruanos de esa manera¿
Cuando ese papel higienico de nombre el comercio se pregunta: cuales son las causas de la caida de la aprobacion del ladronazo luchin Castañeda lossio, yo le contesto:
-por que le gusta el billete pero es mas vago que oropesa
-por que es derechista, corrupto y mudo
-por que es el engreído del gangsteril poder económico
-por que es tío amarillo
-por que es un imbeeeeecil.
Si Pepe julio gutierrez es corrupto los de la southern que son.
Y al gusano Aldo M le ordenan rectificarse pero como se cree el sobrino preferido de la tia maria, sigue terco en su afán de presionar a la jueza lastra para que esta haga lo que el quiere. Estos derechistas cobardes y limosneros de la embajada americana, desde su escritorio en líma escriben las cojudeces que se les ocurre, pero haber diganles que vayan al valle de tambo, se orinan de miedo.
Como al tío rospi, le da diarrea cuando pasa por la Av. Arequipa.
Aquí la única corrupta, contaminante y sinvergüenza es la southern.
Quien creyera que el lacayo Aldo M terminaría disfrazado de charro, mejor que se ponga a cantar: adiós México lindo y querido. Yo siendo la jueza lastra lo cito a declarar en mollendo, antes de llegar al valle de majes ya estaría gimiendo como una nena, pálido como un sillar y oliendo a mierd...
Qué tal idiota puede llegar a ser Ambrosio que no es ningún liberal, sino un anti-raúl. El pobre Dr. Mariátegui a su edad y a sus méritos, al que no se pùede negar su pensión, pero se la niega, debería suscitar la solidaridad de cualquiera, sin ideología alguna.
Pero tontín se va por la tangente habla de servilismo a Correa, cuando adrede no puse de que se trataba de votar y como si no hubieran acuerdos para el voto parlamentario Y se atreve ese miserable a decir que don Juan iba a ser lacayo pero lo impidió la salud. ¿Y la pensión burlada? Eso era todo el artículo.
Y luego viene lo de los escraches y los matones, sin duda una muestra de coherencia de un pobre hombre que no sabe sino hacer daño, probablemente con pago al contado como las lentejas de Islay.
Ese tal Ambrosio no es otro que el mil caras Tino, que persigue por doquier a Raúl Wiener para que le dé un poco de bolilla. Ha tomado el nombre de un político colombiano de la época de la emancipación de ese país.
Nada de "anónimo", soy Ambrosio
Estimado Raúl, por supuesto que pedí que procedan justamente con el señor Mariátegui. Dije "Espero que le entreguen a don Juan las pensiones ajustadas para los ex miembros parlamentarios".
¿Debemos dudar de tu comprensión de lectura?
En tu cinismo político del voto parlamentarios estamos divididos: Tú crees que los parlamentarios son una herramienta del Partido, que deben obedecer lo que les mandan. Yo, como liberal, creo que los parlamentarios se deben a sus votantes. Peor si una nueva entrega a un extranjero (por parte de la izquierda) está de por medio.
Le agradezco a don Raúl los piropos.
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