¿Cuánto le pesara la conciencia a Aldo M para querer aún influir
en la opinión de los demás sobre Javier Diez Canseco y dedicar cada 4 de mayo a
un vómito de sus peores frustraciones contra quién ya no puede defenderse? Ayer
al mediodía una multitud de personas, de muy diferente temperamento político, y
por supuesto muchos de sus amigos y seguidores nos dimos cita para inaugurar un
busto a la memoria del inolvidable dirigente izquierdista.
Pero en el diario Perú21 de esa mañana, un M cada vez más
aislado y amargado, recordaba sus propios mitos: que JDC impidió Camisea en
1988 (seguro, en plena hiperinflación y enfrentamiento entre García y la
derecha por el asunto de la nacionalización de la banca); que haya sido un
“radical obstruccionista”, porque se opuso al neoliberalismo y los crímenes de
Estado; porque haya perseguido (investigado) a antagonistas políticos, sí pues,
a la corrupción de Fujimori; que se opusiera al TLC con Estados Unidos, cuyo
balance seguimos discutiendo hasta ahora.
¿Alguien lo tomará en serio? O tal vez el personaje dirá
estoy cumpliendo mi papel de malo y mientras me odien más seré el que soy.
Porque no hay que olvidar que la sanción parlamentaria no vino de los
fujimoristas que se hicieron cargo de ella y todos los que la respaldaron por
diversos resentimientos hacia el combativo legislador. No, el origen de la
canallada fue el diario Correo, dirigido por quién ya saben, que le dedicó
titular tras titular, y más de una docena de primeras páginas con la foto de la
hija del congresista, a construir la
mentira que Javier “también era corrupto”.
Hay muchísima gente que no olvida ese ensañamiento que puede
hacerse contra un enemigo político, con solo tener el control de un medio de
comunicación, mientras se encubren a los peces gordos (y bien gordos) de la
corrupción en el país. Ahora que parece inminente el levantamiento de la
sanción por el Congreso (Ana María Solórzano acudió al homenaje en Jesús María)
y que ya el Poder Judicial y la Comisión de Constitución, han reconocido la
injusticia cometida y plantean restituir su buen nombre, Aldo M que ya no tiene
periódico a su cargo, tira piedras desde su columna para hacer notar que si
pudiera volvería a asesinar mediáticamente a Javier, aunque físicamente ya no
esté.
Dos años después de la noche en que perdimos a Javier,
cualquiera pensaría que los ánimos en torno
a su papel histórico se irían enfriando y adquiriendo perspectiva. A
muchos nos parece que recién estamos empezando a hacer permanente su recuerdo y
a ayudar a la nuevas generaciones a comprender quién fue este hombre que vivió
entre nosotros. Ese es el esfuerzo que vale la pena. Y; por cierto, poner a un
lado a quién nunca recibiría un homenaje porque no ha hecho nada de bueno.
05.05.15
5 comentarios:
Nada de "anónimo", soy Ambrosio.
A don Raúl no le pueden mencionar a San Javier: se pone fuera de sí. Eres un buen amigo, Raúl.
Esta vez acusa a Aldo Mariátegui, el nieto del autor de "7 ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana" de "vomitar" contra JDC, lo acusa de "frustrado", "cada vez más aislado y amargado", que no ha enfriado y adquirido perspectiva. Pues don Raúl hace con Aldo lo mismo para defender a JDC.
Muy bien. Poniendo de lado (como ejercicio académico) el tema de Camisea en 1988, no negarás Raúl que JDC fue un radical obstruccionista eterno, que persiguió con saña a sus antagonistas políticos, saboteo a Barrantes, se opuso al TLC-USA, fue benevolente con el MRTA y tardíamente duro con Sendero.
Quieres ignorarlo, o quizas no lo sabes: Aldo Mariátegui es más popular de lo que concedes, por cierto no está "aislado", es el columnista más leído del Perú.
En la columna que mencionas Aldo se pregunta: "¿Y le hubiera gustado a JDC que un alcalde castañedista le erija homenaje?" Porque eso fue; un alcalde de Castañeda permite el monumento. ¿Crees que alguien de la izquierda permitiría un busto a Manuel Prado, Fernando Belaunde, Pedro Beltrán, en iguales circunstancias?
Como buen neoliberal, el señor Aldo eMe no se cansa de recordarnos su pequeñez como persona y su enormidad como canalla profesional. Porque todos los vómitos que dirija contra Javier Diez Canseco no van a hacer mellaen la imagen de luchador social que siempre tuvo y sólo serviran para que no nos olvidemos de hasta donde puede llegar la infamia de un ser vil y despreciable como el tal eMe.
Saludos desde Bruselas
Eres un gran amigo Raúl, otra de tus buenas cualidades. Me enviaste a la columna de Aldo Mariátegui, creo que tienes razón en el ensañamiento, muchas de sus críticas son para los que lo siguen y aplauden. Otras sería bueno responderlas sin usar las mismas armas de Aldo.
CJ
No hay comparación entre Javier Diez Canseco, un revolucionario marxista idealista y el miserable de Aldito. Por favor, Raúl: no pierdas pólvora en ese gallinazo.
¡Javier Diez Canseco, Presente!, han transcurrido dos años y tu ejemplo de luchador social sigue creciendo en nuestra juventud.
A todos los voceros de la DBA comenzando por el inefable y dueño de las medias verdades alditus, u odla o franco y falso ambrosio infame y vil servidor del alanafumimontemudismo sólo ignorarlo, eso es lo que más le tuerce la cerviz a dicho individuo despreciable.
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