1.
No hay relación entre el proceso que desarrolló
Javier Diez Canseco, en su mayor parte en su lecho de enfermo y después de
muerto, contra la injusta sanción que le aplicó el Congreso, y el “amparo” de
AGP contra la citación de la Megacomisión, ya que en un caso se agotó la vía
parlamentaria y el acusado utilizó su derecho de defensa ante otra instancia, mientras en el otro se ha
tratado de obstaculizar judicialmente las investigaciones sin responder a
ninguna de las denuncias planteadas. Por tanto Aldo M puede seguir lanzando las
carcajadas que quiera por su obra de liquidación del honesto dirigente
izquierdista y por las “victorias” del corrupto García, que ha demostrado tener
un juez ad hoc para salvarlo del Congreso.
2.
Por más que lo intentó el ego colosal no logró,
sin embargo, extender la protección que le brindaba el juez Velásquez ante la
Megacomisión, a las decisiones del Pleno. Eso está explícito en fallo de su
juez protector. Entonces es una mentira alanista pretender que el informe sobre
narcoindultos que ya está en Acusaciones Constitucionales y los que están por
entrar al Pleno, tengan que congelarse. El propio juez ha declarado concluida
su intervención al cesar la Megacomisión. Por tanto ya no hay quién pueda salir
en su rescate en las siguientes etapas del proceso.
3.
Lo que ha hecho el juez Velásquez es desacatar
abiertamente el mandato de la instancia superior que había declaradas nulas las
decisiones que adoptó en marzo: anulación de la citación a García de octubre y
la sesión realizada con su presencia y como “acto subsecuente” los Informes de
la Megacomisión al margen de su contenido. Todo eso que la I Sala Civil
consideró inválido y que devolvió a la primera instancia para su reformulación,
fue burlado por Velásquez, que en su última Resolución vuelve sobre los mismos
temas y las mismas decisiones ya anuladas.
4.
La intención evidente de Velásquez es la
confusión política, probablemente conversada con los abogados de García, lo que
se ha reflejado en las “noticias” difundidas de la prensa obsecuente que repite
como en marzo: “se anularon los Informes”, sin explicar como es que se anula lo
ya anulado y se salta el fallo de la I Sala. Evidentemente Velásquez se las ha
jugado al decir mentirosamente que lo está cumpliendo “estrictamente” lo que no
está cumpliendo, y puede suponerse que lo hace con la expectativa de que si
sale del Poder Judicial por estos hechos se vaya como Malzón Urbina a abogado
de la parte por la que se jugó durante el proceso.
5.
Es clarísimo que hay una prensa en el país, que
no lee, analiza o profundiza en los fallos judiciales, y prefiere la versión de
parte. Así es como los abogados Vélez y
Medina y los tweet de García, funcionan como las fuentes de Canal N, RPP,
Correo, El Comercio, Perú 21 y Aldo M.
05.08.14
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