A comienzo del 2009, Alan García parecía absolutamente seguro que el crecimiento económico de los siguientes 12 meses estaría sobre el 6% a pesar de la crisis global (en el 2008 había sido de 9.8%). Luego empezaron las correcciones hacia abajo y los pronósticos de los pesimistas económicos que grosso modo sostenían que el dato final estaría entre cero y 1%. Acabamos de enterarnos esta semana que resultado oficial fue de 1.12% (cifras INEI), lo que significaría que los críticos estaban más cerca de la verdad que el presidente.
Pero no. Tal como se están leyendo las cosas el gobierno da la impresión de tener muchos motivos para autofelicitarse. Es como si hubiera necesitado decir 6 para que no nos deprimamos y podamos decir que a pesar de que nos fuimos al hoyo y perdimos casi nueve puntos, no fue tanto porque salimos en azul y lo mejor de todo al final del año ya estamos repuntando, ¿y saben cuál fue el guarismo de diciembre? Pues nada menos que 6.4%, como para creer que este año sí la hacemos. En abril, junio y julio del 2009, hubo decrecimiento productivo y en septiembre se llegó a 0.04%, casi un cero redondo. Pero en octubre tuvimos 1% y en noviembre 4.2%, y en diciembre nos pasamos.
Lo que deberíamos entender es que la tendencia se va para arriba, que pasó el mal momento y que el optimismo presidencial después de todo es un buen bálsamo. Además, nadie está negando que en el último trimestre del año pasado hubo un rebote en la economía mundial y los principales países tuvieron crecimiento después de varios meses, lo que seguramente ha arrastrado en algo a la economía peruana. Diciembre es por cierto una temporada de comercio interno. Todo lo cual debe explicar el 1.6% manufacturero, dentro de un año en que la industria se desplomó en 7.2%; y el 4.3% del comercio, que en el saldo anual retrocedió 0.4%. Pero para entender cómo el INEI ha calculado 6.4% hace falta otros conceptos:
(a) El 2.5% del crecimiento de diciembre depende de un rubro denominado servicios gubernamentales que subió espectacularmente 29.1% en diciembre, y que representa casi un 50% de incremento en las compras estatales en un solo mes.
(b) Otro 1.2% es construcción (creció19.7% en diciembre) donde desatacan las obras estatales con altísimos niveles de avance, imposibles de sustentar con un avance de 10% en las ventas de cemento, principal insumo de la construcción.
(c) Otro 2.5% lo aportan en conjunto el sector comercio, servicios privados, turismo, impuestos, finanzas y el rubro otros.
(d) La suma de (a), (b) y (c) da un crecimiento de 6.2%. En cambio la suma de industria, agricultura crecimiento positivo moderado, y de minería y pesca con duras caídas (-5.8% y -21.7%), dan un saldo negativo de 0.7%
En resumen, el Perú está dependiendo para su anunciada recuperación del gasto público, que ya está generando déficit y desaceleración, así como de sectores de servicios. Los efectos comerciales e industriales de diciembre no son repetibles el resto del año. Y, lo más problemático, alguitas cifras son sospechosas por su falta de consistencia con el conjunto. ¿Alguien puede imaginar un crecimiento futuro sustentado en servicios del gobierno, pura construcción y movimientos financieros? ¿Es eso cierto?, ¿o nos están tomando el pelo?
21.02.10
www.rwiener.blgspot.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario