La ex comisionada de la CVR, Sofía Macher ha tenido la honestidad de reconocer que el tema de qué cifra de víctimas fatales de la guerra interna, debía presentarse en las Conclusiones del Informe Final, se discutió hasta el último día. Habían dos perspectivas: mostrar el número de casos registrados por la Comisión y lo que esto representaba respecto a los números y nombres que ya se conocían, indicando que aún faltaba mucho para llegar a un dato más aproximado, pero lo que se podía asumir era que habían sido muchos más de los que la estadística oficial reconocía; o, alternativamente, se tomaba como propia la estimación probabilística del equipo asociado que era dirigido por un investigador que había usado un método de estimación de víctimas para Guatemala y el Kosovo. La decisión fue la segunda opción, imaginada como más eficaz para llamar la atención del país sobre lo grave de lo acontecido.
Me hace sentir secretamente reivindicado esta declaración. Ya que, como algunos saben, yo objeté el criterio que había detrás de la cifra de víctimas de la CVR apenas presentado el Informe, sin saber que prolongaba una discusión que se había dado entre sus miembros. En realidad me trataron mal, como si mis preocupaciones fueran producto de la impertinencia e ignorancia. Yo decía que el énfasis no debía ser puesto en la tesis la guerra genera muchos muertos, por tanto no hay que volver a hacerla; sino en las condiciones de todo orden que dieron lugar a que nos desgarráramos tan brutalmente. Estudiando el método de Ball, advertí que este tendía al ensanchamiento de los resultados estadísticos y era funcional a levantar acusaciones de genocidio como las que se hicieron en otros países. Fue entonces que entró en contacto conmigo el especialista Hugo Nopo, que consideró que yo estaba bien encaminado y aportó su ciencia para aclarar mejor el tema del método estadístico, específicamente en lo que era la certeza de tener el número más probable de afectados.
Hasta entonces ningún político, empresario o medio de derecha había dicho otra cosa del Informe de la CVR que no fuera que era prosenderista y antimilitar. Pero un día descubrieron que había una debilidad en la defensa de las cifras del Informe, frente a lo que nosotros decíamos, y decidieron atacar por ahí. No interesaba explicar cuál era la diferencia entre 25 mil, 30 mil o 70 mil, para captar las dimensiones del espanto, lo que contaba era que la Comisión se equivocó o mintió, y eso descalificaba por ejemplo las denuncias sobre Puvayacu, Putis y otras sobre las que Edgar Núñez y otros no dicen nada. Es igual cuando discuten si a Camana le cayó el machetazo por la frente o por la nuca. Lo importante es descalificar. Macher admite que pudo ser un error el énfasis que se puso en la cifra de muertos. Yo pensaba así, pero me callé hace muchos cuando me di cuenta que en este país lo que menos se quería era saber la verdad.
01.04.09
www.rwiener.blogspot.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario