Meche Cabanillas nunca acaba de sorprendernos: llorando por la muerte de Paniagua que todavía no se había muerto; aceptando la propuesta de Soraya Suárez, para liquidarla al día siguiente de la votación de la Comisión Permanente; reconociendo la contratación de Business Track durante su gestión en la presidencia del Congreso porque supuestamente no sabía de sus cualidades chuponeadoras, pero sí de su habilidad para el anti-chuponeo.
¿Quién es el mago que podía saber que años después iban a pescar a toda esa compañía acusándola de chuponeo total a la clase política y a las grandes empresas, y no le avisó a la Mesa Directiva entre 2006 y 2007?, pregunta la dama de hierro del APRA, tal vez pensando en un almirante en retiro que forma parte de su bancada y que se reunía con el jefe de Business Track a altas horas de la noche en su despacho del Congreso, pero la presidenta no sabía nada.
El gobierno regional del Callao, con Alex Kuori a la cabeza, ha dado una explicación muy parecida de su propio contrato con la organización de Ponce Feijóo: como Canches (el anterior presidente regional) se había quejado de ser chuponeado por la gente de Kuori, una vez que lograron desalojarlo de ese cargo decidieron prevenirse de ser chuponeados ellos mismos recurriendo, como no podía ser de otra manera, a Business Track. Lo mismo en la Contraloría de Matute y Urbina (que ahora quiere ser candidata a nuevo contralor), y en varias otras instituciones públicas y en numerosas empresas privadas del más alto nivel.
Todos querían evitar el chuponeo… y pedían servicios al chuponeador. Ni Soraya Suárez daría una explicación tan coherente como esta. Miremos nomás la secuencia del seguimiento a Rómulo León, Quimper, Arias Schereiber, Canaán y compañía: el primer audio que se conoce data de febrero de 2007, en los inicios de este gobierno y cuando los marinos de Business Track eran solicitados por una cartera cada vez más nutrida de clientes que parecían convencidos de su eficacia para protegerlos de invasiones de privacidad y confidencialidad, que era precisamente lo que esa empresa mejor hacía.
La frase de Meche podría también plantearse de esta manera: ¿qué mago pudo advertirle a Alan García para que no firmara el ascenso extemporáneo de Ponce Feijóo al grado de contralmirante en diciembre de 2006, después que había sido rechazado por Paniagua y Toledo, subiéndole el grado cuando ya estaba en retiro y embarcado en el negocio de los chuponeos, sin presuponer que 2 años después tendría que degradarlo, aunque sea ilegalmente, y mandarlo a un penal de máxima seguridad por haber grabado audios de la corrupción de su gobierno? ¿Estará el presidente pensando en la misma persona que Mercedes Cabanillas?
11.02.09
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