lunes, marzo 26, 2007

El último oligarca

Desde hace cuatro días, y no se sabe hasta cuándo y por qué motivo, la noticia política principal de la edición digital del diario “Expreso” es una que lleva el siguiente titular: "Wiener pide disculpas al director de Expreso".

Wiener soy yo, Raúl Wiener Fresco, para mayores señas. Y las “disculpas” se supone que son las contenidas en un documento que se transcribe, que era hasta hace poco la materia de un acuerdo privado entre mi persona y el director y propietario del diario “Expreso”, Luis García Miró, en relación a un juicio por difamación iniciado en mi contra.

El documento se publica sin fecha, para que el lector distraído no se percate que se trata de un asunto que carece de toda actualidad. En realidad fue firmado el 29 de julio de 2006. Tampoco se explica porqué su contenido podría interesarle al público. O que es lo que ha pasado para agitar el tema.

Finalmente, como es propio de alguien que se cree por encima del resto, el señor García Miró no ha publicado la carta de protesta que le remito y ha seguido mostrando lo que cree es el símbolo de su victoria sobre quién se atrevió a enfrentarlo en una investigación periodística en la que queda aún mucho por esclarecer.

El público que por casualidad llegue a esta dirección Web debe preguntarse seguramente por muchas cosas:

  • ¿Qué cosa le hizo Wiener a García Miró para que tenga que disculparse tan aparatosamente?
  • ¿Qué tiene que ver Wiener con García Miró?
  • ¿Es un santo este señor García Miró, para que haya que pedirle disculpas con titulares de varios días para que todos se den cuenta?

Voy a empezar por lo que se dice en el mismo documento de las supuestas disculpas y que cualquiera puede leer gracias a la siguiente dirección web www.expreso.com.pe: “En el ejercicio de la libertad de expresión he venido tratando, a través de la Internet, temas referidos al proceso de privatización de los aeropuertos peruanos, dentro de los cuales he tratado el caso del Aeropuerto de Pisco, relacionándolos con las informaciones y opiniones que sobre el punto fueron publicadas en el diario Expreso”.

Es decir, lo que hice antes, y hago ahora, es reafirmar el derecho, que no me lo puede coactar García Miró ni nadie, a investigar la extraña circunstancia de que un solo diario, entre los muchos que se publican en Lima, hubiese declarado cuestión de prioridad nacional la concesión del aeropuerto de Pisco, de propiedad de las Fuerza Aérea y denunciado en titulares y editoriales a esta última institución de estar presionando al gobierno de Toledo para excluirlo del paquete de privatizaciones. Más aún si en las mismas informaciones se alardeaba disponer información de “buena fuente” acerca de lo que estaba pensando y disponiendo el primer ministro Pedro Pablo Kuczynski, en esos mismos momentos en relación a este palpitante caso.

Y con este derecho es que logré establecer a través de los informes de Proinversión y los registros públicos que había una relación entre la empresa Swissport -GBH Aeropuertos, precalificada para la concesión del primer paquete de aeropuertos provincianos –en el que no estaba incluido Pisco, pero se le añadió en forma extemporánea-, y los dueños de “Expreso”, que son el señor García Miró Elguera y sus hijos. Swissport -GBH Aeropuertos, que a la postre quedó como postor único como suele pasar en el país y ganó por supuesto sin competidores, fue creada en 1993 por Luis García Miró Elguera con el nombre Serlipsa Cargo Center, empresa de cabotaje que extendió luego sus actividades a los trabajos de rampa en el aeropuerto Jorge Chávez, bajo la administración de Lima Airport Partners LAP. En la ficha correspondiente de los registros públicos figura que aún después del cambio de nombre, su fundador siguió siendo presidente ejecutivo, hasta una fecha reciente en que lo sustituye su hijo Alfonso Miró Peschiera. Hasta donde he podido saber la matriz suiza Swissport Internacional AG, tiene una participación minoritaria en las acciones de la empresa peruana y el objeto del nuevo nombre es generarle una imagen de expertise internacional para intervenir en licitaciones que tienen este requisito.

¿Cuál es la capacidad de Swissport Perú para asumir 12 aeropuertos a la vez?, ¿Qué garantías ha puesto la empresa de los García Miró para hacerse cargo de la administración de un conjunto de activo nacionales y regionales de gran valor? ¿Que nivel de transparencia le ha sido exigido a Swissport sobre su relación con LAP, ya que la supuesta virtud de la concesión de Pisco era que este terminal aéreo podría eventualmente atenuar la tendencia al monopolio que hoy existe y ofrecer una alternativa más económica, para el recojo de carga y pasajeros del sur del país con destino internacional? ¿O es que todo esto estaba pensado para que no haya competencia? ¿Cómo se han respondido a las objeciones de seguridad nacional formuladas por la Fuerza Aérea, siendo este aeropuerto al mismo tiempo la base aérea de respuesta cualquier amenaza sobre Lima?

No son puntos de pequeña monta. Pero cuando García Miró los enfrenta, opta por deducir que hablar de conflicto de intereses entre el diario que impulsa la campaña y el beneficio personal o familiar que podría reportarles la concesión, es igual a declararlo “delincuente” lo que debería llevarme hasta los tribunales por haber insinuado maldades sobre un caballero por encima de toda sospecha. Igualmente, el recurso para ironizar las “buenas fuentes” del director del diario con el primer ministro, inventando un diálogo entre los dos, que se advierte es inventado, se convierte en un afán mío por mellar su honra por lo que merezco una demanda por 3 millones 500 mil soles. Y anotar que el famoso diálogo no es real sino verosímil, el peor insulto proferido en la Internet. ¿Qué significará “verosímil”?

El documento que se acordó como parte de un diálogo amistoso con el abogado de García Miró, para proceder a levantar el juicio que me endilgaron por preocuparme de los aeropuertos provincianos, versa sobre los puntos que acabo de mencionar y de ningún modo sobre el fondo de la investigación. Da por retiradas las expresiones que García Miró siguió considerando ofensivas después de varias aclaraciones y declara no contradecir las que parecieron sus tres preocupaciones principales:

  • Negar que hubo diálogo o coordinación con Kuczynski, y que la “buena fuente” debe proceder de algún otro lado;
  • Afirmar que actualmente no está vinculado a Swissport, ya que el presidente ejecutivo ha pasado a ser su hijo.
  • Que no digo –nunca dije-, que tuviera alguna base de prueba para acusarlo de corrupción, ya que toda la controversia giraba sobre la legitimidad de una campaña periodística.

Estos términos de acuerdo, que no fueron idea mía, se estimaron satisfactorios para ambas partes, que es lo único que interesa en estos casos en que se busca un arreglo de caballeros. Todo lo demás depende de la seriedad con que se asuma el compromiso. Por eso nunca he contado en público la historia de cómo se resolvió el juicio sobre el cual recibí una amplia solidaridad; ni me imaginaba por supuesto que alguien pudiese intentar el ridículo papel de pasar por el “ganador” del incidente, al que le piden perdón y lo exhibe para que todo el mundo vea como se arrodillan ante él. Sólo diré que quizás fue un exceso de corrección de mi parte que evitara el tema aeroportuario durante meses a pesar de haber tenido a la mano nueva información que profundiza mis primeros hallazgos, para no ser malentendido.

Pero lo que aquí debe quedar absolutamente claro es que jamás voy a arriar la bandera crítica contra la línea facistona del diario azul dirigido por Luis García Miró Elguera, que promueve la persecución del pensamiento independiente, el cierre del “Ojo que Llora”, la disolución de las ONG, el traspaso de la Universidad Católica al Opus Dei, la proscripción de las organizaciones de derechos humanos, el odio contra el SUTEP y los sindicatos, la santa trilogía García-Giampietri-Cipriani, la excarcelación de los fujimoristas como si se tratara de inocentes víctimas, etc. Un “Expreso” más reaccionario que el de los tiempos de la mafia de Calmell y Montesinos, lo que es un verdadero récord.

Si el falso titular sobre las inexistentes disculpas, publicado todos los días, es para herirme y desprestigiarme porque sabe cuán opuestos son nuestras perspectivas, que pierda cuidado. Lo que este señor cree sobre sí mismo sólo él lo cree. Y por supuesto dicen creerlo los que son sus asalariados.

No es mi caso.

El último oligarca del Perú republicano imagina que por su dinero y las ventajas que logra del Estado, puede insultar a quién le parezca y hacer imputaciones de traición, terrorismo, corrupción, aprovechamiento de fondos públicos, que nunca necesita probar. Y cuando lo demandan se presenta como un mártir de la libertad de prensa.

Pero lo que me parece un colmo es que un hombre mayor que reclama respeto más allá de lo que merece, se preste a maniobras infantiles. Cual niño Goyito.


25.03.07

www.rwiener.blogspot.com




ANEXOS


Lima, 22 de marzo de 2007

Señor
Luis García Miró Elguera
Director del diario
EXPRESO
Presente

El día de hoy[1] en la edición por Internet del diario “Expreso” se publica, en forma destacada, el siguiente titular: "Wiener pide disculpas al director de Expreso". A continuación se transcribe el texto de un documento suscrito por mí el 29 de julio del 2006, como parte de un acuerdo privado para dar por resuelto el juicio por difamación, por una suma de 3 millones 500 mis soles, que el señor Luis García Miró Elguera, director de “Expreso”, entabló contra mi persona, por haber escrito y hecho circular en la Internet dos artículos sobre la privatización del aeropuerto de Pisco, que él consideró agraviantes.

Aparentemente no hay un motivo para esta publicación extemporánea que evita además indicar la fecha en que fue escrita para confundir al público como si se tratara de un asunto de estos días. La intención no es aclarar nada que esté pasando en este momento. Ni siquiera alguna nueva referencia al tema que era el centro de la controversia: si hay una relación (directa o familiar) entre el director del diario que hacía campaña por la urgente privatización del aeropuerto de Pisco, y la principal empresa que estaba postulando para la concesión (Swissport), que fue finalmente la que tomó, en una licitación sin rivales, la administración de 12 aeropuertos de provincias, incluidos algunos objetados por la Fuerza Aérea por razones de seguridad nacional.

Todo indica que el único motivo es presentarme “disculpándome” ante el señor García Miró, como si al hacerlo incurriera en algún tipo de debilidad e inconsecuencia, y perdiera autoridad para criticar sus posiciones actuales en diversos temas referidos a su apoyo al actual gobierno en sus medidas más autoritarias, su enfrentamiento con las organizaciones de derechos humanos en defensa de los peores crímenes de Estado, o su posición en relación a la controversia fronteriza con Chile que estima perdida de antemano, por mencionar sólo algunos puntos.

La carta que “Expreso” publica en un impromptu, nunca fue para pedir disculpas de nada. Yo jamás acepté haber difamado al señor García Miró como obra en mi respuesta a su demanda. Ni pienso tampoco que se haya levantado el cargo que le hice de mantener intereses particulares en el proceso de la concesión que impulsaba desde el diario. Lo que yo acepté, porque me pareció justo, es declarar que no he acusado de algún acto específico de corrupción al director de “Expreso”, que es lo que él había interpretado de mis escritos. Y admití, lo que ya estaba dicho en mis textos y en la respuesta a su primera carta de rectificación, que es que el diálogo ficticio Kuczynski-García Miró que contenía uno de mis escritos era una creación literaria para ilustrar la afirmación editorial del diario de que estaba al corriente de los pensamientos y actos del entonces Primer Ministro.

Sólo un espíritu muy pobre puede interpretar que un arreglo de buena fe que busca salvar las diferencias sin lastimar las honras puede ser exhibido como un trofeo al poder de los dueños de diarios y empresas que pactan con el Estado sobre el periodismo independiente de investigación. Lamento profundamente que el señor García Miró haya dado este tipo de trato a un documento que fue redactado quizás con un exceso de consideración. En estas circunstancias reclamo de “Expreso” publicar la presente carta de aclaración sobre el supuesto pedido de disculpa que se me atribuye.

Atentamente

Raúl A. Wiener
DNI 07717557

--
[1] Desde el 22 de marzo la información en mención figura de manera destacada, como la primera noticia política de cada día. Ver: www.expreso.com.pe


"Wiener pide disculpas al director de Expreso"

Señor

LUIS GARCIA MIRO ELGUERA

Presente.-Ref.: Rectificación

De mi consideración:

Por medio del presente, me dirijo a usted en atención a la querella interpuesta por su persona, como consecuencia de dos artículos difundidos por mí a través de la internet, en relación a la concesión del Aeropuerto de Pisco, y a los comentarios que introduje al difundir su carta de rectificación, que posteriormente fueron reproducidos por una página web.

Al respecto debo señalar lo siguiente:

1. En el ejercicio de la libertad de expresión he venido tratando, a través de la Internet, temas referidos al proceso de privatización de los aeropuertos peruanos, dentro de los cuales he tratado el caso del Aeropuerto de Pisco, relacionándolos con las informaciones y opiniones que sobre el punto fueron publicadas en el diario "Expreso".

2. Más allá de mis intenciones, por la forma en que se presentó mi punto de vista, el señor Luis García Miró, director de "Expreso", ha considerado que lo he agraviado indebidamente. No habiendo sido esa, en ningún momento, mi intención doy por retirada cualquier frase que pueda interpretarse en ese sentido, en especial el diálogo supuesto que relaciona al señor García Miró con el primer ministro Kuczynski.

3. El día 3 de mayo de 2006, recibí una carta notarial, solicitando me rectifique de los hechos considerados inexactos difundidos en dos artículos circulados por Internet. Por esta razón, difundí por vía correo electrónico el íntegro de la carta rectificatoria, aceptando las aclaraciones del caso. Sin embargo, mis comentarios al pie de dicha carta se han convertido en materia de una mayor controversia, hecho que lamento.

4. Por lo mismo reitero que no llevo adelante ninguna campaña contra Ud. Señor Luis García Miró Elguera, ni contra su diario, y que no contradigo sus tres afirmaciones principales: (a) que no ha habido reunión o coordinación de su persona con el premier Kuczynski; (b) que a la fecha no se encuentra Ud. vinculado a la empresa Swissport, precalificada para la concesión del Aeropuerto de Pisco; (c) que no existe ninguna base fáctica ni elemento probatorio para implicarlo a usted o a su Diario en algún acto de corrupción.

5. Siendo mi ánimo alcanzar una solución satisfactoria para las dos partes, que entre nuevos desencuentros, ofrezco tomar en cuenta las dos afirmaciones para no insistir en ellas.

Sin otro particular,

Atentamente

Raúl Wiener Fresco

DNI 07717557

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