sábado, junio 27, 2015

Tía María es una herida abierta

¿Pensará la Southern que está ganando puntos en este tiempo de la supuesta pausa y del efectivo estado de emergencia policial-militar en los distritos del Valle de El Tambo, con la intensa propaganda que viene desarrollando sobre las maravillas de el proyecto Tía María?

¿Algo habrá cambiado la manera de pensar de los habitantes de Islay que los hayan tenido 60 días bajo el peso de las armas, las redadas y las amenazas, obligados a encerrarse en sus casas contra su propia voluntad?

¿En qué sentido se puede entender la frase de Humala cuando dice que él no defiende a una empresa, sino el “Estado de Derecho?; ¿dónde está el bendito el bendito “Estado de Derecho”, en la ocupación de los territorios donde la gente ejercía su protesta, en el salvataje que el Estado ha aplicado a la Southern cuando no le quedaba más que salir de la zona?

Tengo la certeza que para los habitantes de Islay y muchísimos arequipeños, la opinión sobre la empresa minera ha empeorado y se ha hecho irreconciliable e innegociable. Como no pueden ejecutar al proyecto en un escenario de militarización permanente, esto significa que si había alguna opción de diálogo se la eliminado definitivamente. 

Entonces, ¿qué han ganado los de la Southern y del “Estado de Derecho”? Nada, salvo la descompresión de una situación que se les escapaba de las manos. La paz de los fusiles, sin embargo, no puede durar a largo plazo, salvo que los gérmenes de dictadura se profundicen y extiendan sobre otros lugares.

El intento de imponer Tía María ya fracasó y las lecciones que ha dejado esta experiencia son inapelables: no se pueden hacer proyectos mineros contra la voluntad del pueblo y para conquistarla, se requiere mucho más que un Estudio Ambiental que nadie lee y cualquier falsificación de consulta popular como ocurrió en El Tambo.

La idea de que el Estado, ansioso de inversiones, se entiende con las trasnacionales y asunto arreglado, se ha caído en Tía María como se derrumbó en Conga. No funciona. Los derechos de las poblaciones sobre su territorio deben ser reconocidos en todos los campos: económicos, sociales, ambientales, y convertidos en una asociación de desarrollo, de otra forma la minería invasora encontrará cada vez más resistencia.

Supongo que la Southern todavía no está convencida que ya se le pasó su momento, por eso su insistencia de publicitarse y su no respuesta al gobierno que sigue diciendo que los siguientes pasos dependen de lo que haga la empresa. Valiente presidente que tenemos que se apoya en la fuerza bruta para contener a su pueblo y no puede poner en su sitio a un inversionista extranjero.

En Islay, las empresas encuestadoras no se acercan. No vaya a ser que como ocurrió en Cajamarca, la repuesta de la gente diga en qué grado de rechazo están la Southern y las decisiones del gobierno.  

26.06.15

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando el Perú sea un país del primer mundo, ahí recién podrá darse el lujo de elegir la inversión que quiera, ahora no. Cuando van a entender que la pobreza que hay alrededor de las minas se las tenemos que achacar a las malas autoridades que no saben aprovechar, o que aprovechan para beneficio propio el canon minero, las comunidades que viven alrededor de las minas deben ser las primeras en tener luz, agua, desague, teléfono, internet, aire acondicionado, deberían vivir como se vive en un país desarrollado, y eso no es cosa de locos, les corresponde por derecho. Pero, aquí viene el pero, las autoridades que son elegidas por estas comunidades los miran como si fueran personas de segundo nivel y que deben agradecerles que se dignen en representarlos y que si están en la miseria es por culpa de la minería que se lleva la plata y no les da nada, y el so muy desgraciado llega a la comunidad en una camioneta 4x4, full equipo, bien al terno de $ 3,000, camisa chalisse de $ 500, y no se baja de la camioneta por que se va a ensuciar las zapatos de charol, ¿ Con que se compro todo eso ? CON LA PLATA QUE DA EL CANON MINERO. El ejemplo mas claro lo tienes en el Gobierno Regional de Ancash, Tumbes, y muchos mas.
Y si hay que desaparecer la minería del país por que contamina, entonces hay que desaparecer todos los autos, camiones, y cuanto vehículo motorizado exista en el país por que también contamina, y por último quien es el principal contaminador de la naturaleza: LA RAZA HUMANA, para ser coherentes que también desaparezca.

Anónimo dijo...

Es tiempo de que ante un clima de desconfianza generada por múltiples intereses, a veces oscuros como se ha descubierto en este caso, se proponga un esquema de garantía a los agricultores del valle de Tambo, el cual puede ir desde la remediación total si el daño se produce y la indemnización correspondiente. A priori, ni 10 estudios más levantan la desconfianza, ésta sola se disipa si se ofrece seguridad de manera contractual.

Héctor Mejía dijo...

Los mejicanos se creyeron muy "pendejos" cuando prersentaron el nuevo EIA sin someterlo a una consultora independiente que diga si las ciento treinta y tantas observaciones del Estudio anterior se habian subsanado y haciendo su consulta popular bamba. Pero el tiempo ha demostrado que la pendejada no dura y que Tia María está muerta por culpa de la soberbia de los mejicanos.