La amenazante respuesta que Cateriano lanzó el último
viernes a los partidos que se negaban a otorgarle el quórum en la sesión en que
debía verse el pedido de facultades extraordinarias, anunciando que si no le
daban lo que quería recurrirían a decretos de urgencia, confirma que el
gobierno tiene otra vez un compromiso con los grupos económicos para sacar
normas solo conversadas con ellos y poner al final al país ante hechos
consumados.
La llamada oposición de derecha (APRA, fujimorismo, PPC), da
ciertamente la impresión de no querer votar ni a favor ni en contra de las
facultades extraordinarias, es decir trata de evitar pelearse con los
promotores empresariales de las medidas, y al mismo tiempo de mantener el
pleito abierto con el Ejecutivo. Pero Cateriano-Segura no se van con sutilezas.
Si el Congreso no los autoriza para legislar, ellos lo harán por su cuenta.
La facultades solicitadas tienen perversos antecedentes en
la historia reciente del país, como las de Fujimori de 1991 que anticiparon el autogolpe,
o las de García en relación al TLC con los Estados Unidos que llevaron al
Baguazo. Esta vez, lo que se está reclamando son medidas para acelerar las
Asociaciones Público Privadas (dinero público para inversiones y gestión
privada); Obras por Impuestos, Eliminación de Trámites y Regulaciones;
Modificaciones a las leyes de Minería e Hidrocarburos; Incentivos a la inversión en Electricidad;
“Reubicación” de la Pesca Artesanal (que se discute con la Sociedad de Pesquería
y no con los artesanales); etc.
Por qué tienen que trabajarse y resolverse en secreto
asuntos de esta envergadura. Obviamente porque en la prioridad del gobierno en
crisis está reforzar su alianza con los grandes gremios empresariales, que es
casi lo único que les queda. Por eso, para nada sorprende que la Cámara de
Comercio de Lima salga antes que nadie a protestar por el impasse en el
Congreso. Lo que seguramente traduce el sentimiento de oros grupos
económicos.
No faltan, ciertamente, los que desde tribunas periodísticas
aparentemente independientes, dicen que mejor sería otorgar las facultades para
bajar el tono de la crisis, y que el oficialismo entregue la cabeza del
exfujimorista Alejandro Yovera que ahora vota con Gana Perú. Visto así, parecería
que la cosa es más o menos fácil, siempre y cuando se ignórela opinión de los
sectores que podrían ser afectados por la normatividad en ciernes.
Evidentemente si estuviéramos discutiendo abiertamente asuntos como los ajustes
a la ley de minería o la reubicación de los pequeños pescadores, habrían muchos
puntos que considerar aparte de los del gobierno y la gran empresa. Pero eso es
precisamente lo que no se quiere.
Hoy es un día clave, para saber si la oposición existe más
allá de las recientes persecuciones políticas. Sobre todo porque si vamos a
hablar de corrupción, ahí sí no se salva nadie.
15.06.15
1 comentario:
Los neoliberales como Cateriano y Segura demuestran lo poco democráticos que son en el fondo al pedir facultades para legislar en lugar de presentar sus proyectos al Congreso para que allí se discutan abiertamente y se vean los pro y contra de estos, porque si lo que plantean en sus proyectos es tan bueno para el país, hasta los congresistas tan mediocres que tenemos deberian darse cuenta y aprobar los proyectos rápidamente, pero como no lesw gusta que discutan sus proyectos sino que les digan chi cheñó a todo lo que es bueno según su catecismo neoliberal, piden facultades para hacer las leyes de forma oscura y sin discusión alguna.
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