jueves, junio 04, 2015

El caso Nadine, los abogados y la política

Si algo hubiera aprendido Humala de política, sabría que la campaña desatada contra su esposa y que ya logrado colgarle el cartel de la corrupción, requiere mucho más de cuadros políticos que de abogados defensores y de declaraciones altisonantes de marido ofendido que realiza a cada rato. Pero, claro, desde que asumió el poder, el actual presidente no ha hecho sino desplazar la política por las especialidades técnicas, que se refleja en la composición de sus gabinetes, sus asesores más próximos y sus funcionarios de primer nivel.

El reflejo en el parlamento de está lógica ha sido tratar de anular la personalidad e iniciativa de los miembros de su bancada a través de mandatos de Palacio y alejando a la pequeña parte pensante y con experiencia que había llevado en sus listas. Hoy a Nadine la defienden con los más pobres argumentos dos personajes de la cuarta o quinta línea del nacionalismo, y no se escucha a Abugattás, Marisol, ni siquiera a Otárola o Isla. Todos parecen desmoralizados y estar pensando en su futuro personal.

Ollanta-Nadine, hundieron el nacionalismo, le arrebataron lo que tenía de combativo, y lo sometieron a sus virajes y contra-virajes, prefirieron rodearse de tecnócratas, amigos empresarios y generales de tres estrellas. A la doña le encantó la posibilidad de codearse con las damas de sociedad en sus desfiles de vestidos, zapatos y carteras, mientras que Humala se desvivía por la foto con otros presidentes, especialmente los que no fueran a tomarle cuentas de su pasado al lado de la corriente progresista en América Latina, en particular sus nuevos amigos de la Alianza del Pacífico.

Pero hoy su propia labor de demolición se vuelve contra ellos, y la tonta idea de que los partidos solo son franquicias para participar en las elecciones y el único que gana es el que llega a presidente, o él y su mujer como ha ocurrido recientemente, le está pasando la cuenta. Sus enemigos en la derecha ya se dieron que pueden construirle cualquier historia a partir de algún dato suelto y tenerlos permanentemente a la defensiva. Mientras que en la izquierda no existe nadie que quiera sacar la cara por ellos. Por eso presenciamos una discusión sobre habeas corpus, cambio de fiscales y otras jugadas legaloides cuando el daño político ya se ha hecho.

Fujimori hizo una doctrina de la antipolítica y del antipartidismo, pero Humala ni siquiera eso. Se quedó en declaraciones sobre los que acusan a su mujer por razones “políticas”, o los que le lanzan acusaciones por estar próximos a las elecciones. Así ha llegado al puno en que estamos. La pareja sin lealtad con nadie, empeñada en ganarse un lugar entre los sectores dominantes, está siendo pateada por estos mismos grupos. Lo que demuestra que la traición siempre se paga. Y que la política, ciertamente debe ser cambiada, precisamente para cerrarle el paso a los aventureros que se aprovechan de los huecos del sistema.

04.06.15

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Si de algo estoy seguro, estimado Raúl, es que en un gobierno de izquierda la corrupción estaría desterrada.

Anónimo dijo...

Saludos desde Bruselas

El poder tiene como efecto la corrupción. ¿Cómo librarse de la corrupción? Con periodos en los cargos y pagando razonablemente bien a los elegidos, prensa atenta, y un sistema judicial intachable.

Lo veo aquí, en esta ciudad, Bruselas, la capital de la Unión Europea en las zonas "europeas", los parlamentarios europeos (no nombraré el país, del norte o del sur) transformados en los mismo: consumidores de artículos de lujo, desde automóviles hasta ropa. Lo de Nadine Heredia son tonterías compradas con ellos, te lo aseguro. Más cerca a la patria, son idioteces si se ponen lado a lado con las compras de Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, o la mujer del vicepresidente de Bolivia, o las de la familia del finado presidente Hugo Chávez. Te podría contar cada anécdota que...

Una Primera Dama representa a la nación; ella es el equivalente de las familias reales europeas en la imaginación del pueblo. Las inglesas lo saben y únicamente visten inglés; la española, reina Letizia, solo "made in Spain". Y están provistas con gastos de representación o préstamos de las firmas, como las actrices en las alfombras rojas.

Buena columna, como siempre.

Un fuerte abrazo,
Carlos José

Anónimo dijo...

A la guillotina con la mujer del traidor.

Héctor Mejía dijo...

Asi es Don Raul, el que siembra vientos cosecha tempestades, y la pareja presidencial tiene bien ganado su triste final.
Ahora lo importante es que esta haciendo la izquierda para estas próximas elecciones, que se ve bien cuesta arriba, y si ganar es casi utópico, por lo menos deberian trabajar para poder conseguir el máximo posible de congresistas, pero hasta ahora no se sabe que planes tienen.