domingo, junio 28, 2015

Cuatro años de Humala

A pesar que resta aún, un año completo de gobierno de Ollanta Humala, por todos lados aparecen signos de un agotamiento final. Esta aceleración de los tiempos motiva este balance adelantado.
  
Pudo ser un reformador en un país afectado de inmovilismo, aunque solo fuera uno moderado, distante del que prometiera grandes cambios en el 2006 y más adaptado a los parámetros de la llamada Hoja de Ruta.

Pero ni eso llegó a ser. Las condiciones internacionales, con la reciente victoria de Correa y Morales y el engrosamiento de la corriente de gobiernos progresistas en América Latina, aseguraban un contexto internacional favorable y que no habría aislamiento como el que soportaron otros procesos.

Internamente habían reservas suficientes para resistir la presión de los grupos de poder económico que amenazaban con retirar sus capitales, y que en las condiciones de 2012 y 2013, no se hubieran retraído por mucho tiempo. Así que el cuento de que le subieron el dólar y le movieron la bolsa y lo asustaron, no tiene mucho asidero, salvo en el sentido que ya en ese momento Humala se había quedado solo por su propia decisión y actuaba en el sentido del viento.

En la noche de su juramentación, cuando toda la elite de la sociedad peruana cumplía con el ritual de esperar su turno para dar la mano al presidente, y los que habíamos sido sus amigos de campaña en los años y meses anteriores nos sumábamos a la cola, Humala y Nadine abandonaban Palacio por la otra puerta para reunirse con la gente de base que llenaba la Plaza de Armas.

Fue su último acto de espontaneidad política. A partir de allí, los únicos encuentros del presidente con el pueblo fueron las convocatorias oficiales en distritos pobres para iniciar o reforzar algunos de sus programas sociales más emblemáticos, pero todo rodeado de filo tecnocrático y de discursos paternalistas sin efectos de movilización.

Los conflictos sociales que Humala sabía que estaban latentes y con los que se había solidarizado en camino de las elecciones, se convirtieron en un rompecabezas para el gobernante que no quería pelearse con la inversión ni hacer sentir la autoridad del Estado. En Conga como en oros lugares que le siguieron en la protesta, Humala derivó al recurso represivo y rompió violentamente con antiguos aliados, lo mismo que se repetiría en el 2015, en Tía María, en la provincia de Islay en Arequipa.

¿Por qué ocurrió todo esto?, ¿cómo se reconvirtió Humala a las ideas contra las que combatió tantos años y que parecían un patrimonio de familia?, ¿creyó acaso que los dueños del poder le abrirían  los brazos y lo asimilarían como alguien de los suyos?, ¿pensó alguna vez seriamente que podría recuperar el espacio que iba entregando a la derecha?, ¿no se imaginó el final de gobierno que le esperaba, a cuenta de los mismos a los que sirvió durante los primeros años?

Para intentar una explicación de lo que pasó entre la elección en segunda vuelta de Ollanta Humala y el nombramiento de Casilla en la conducción del MEF y la ratificación de Velarde en el BCR, y la caída del gabinete Lerner en diciembre de 2011, hay diversas reflexiones:

(a) qué todo fue un engaño y que Humala se hizo elegir por la izquierda cuando su plan era llegar al poder y aliarse con la derecha, y allá los que nos creímos tamaño embuste;

(b) que Humala se acobardó a la presión de la Confiep en representación de los grandes grupos económicos, de los poderosos medios de comunicación encabezados por El Comercio y de la tecnocracia del Estado que le pintaba opciones sobre el futuro, lo que lo habría llevado a abandonar sus viejos aliado y a aceptar unirse a sus enemigos;

(c) que Humala nunca confió en nadie y que se valió de los viejos nacionalistas para dejarlos luego en el camino, de la izquierda que también fue echada como lastre y de la derecha con la que está terminando en una gran pelea;
    
Todas estas son hipótesis difíciles de tomar como una totalidad: la teoría del engaño se debilita si se asume que hubo un real enfrenamiento de Humala con la derecha, en la fase electoral que duró casi seis años, y en la que el afán real fue destruir al que se veía como un peligro para el sistema. Mantener una mentira como la que se dice es imposible y es casi acusar de ingenuidad a ocho millones de votantes.

De donde sigue la segunda teoría de la captura de Ollanta por los grupos de poder y su doblegamiento ante ellos, que tiene elementos evidentes pero que no encaja totalmente con los palos que soportó durante tiempo largo de los mismos con los que se acerca al llegar al gobierno y ahora están a punto de echarlo a un lado como algo que ya no les sirve.

Finalmente, la tesis de la soberbia y el utilitarismo de los aliados es casi obvia, pero explicaría muy poco si no se liga a las de los engaños y de las debilidades del presidente ante los poderosos, que indican que si bien soportó la avalancha de la derecha como candidato, no lo pudo hacer cuando tenía mucho más que perder como gobernante.

Aquí hay que convenir que es el sistema político, que permite ficciones de partido para ganar las elecciones y no somete a los presidentes a ningún tipo de control de parte de su partido de origen y sus electores, lo que permite que se traicione brutalmente el sentido del voto y no le pase nada al que lo hace.

Humala ha podido creer hasta hace muy poco que su gobierno era cuando menos de regular para arriba, cuando podía mantener las tasas de crecimiento, celebrar cifras de descenso de la pobreza y jactarse del funcionamiento de sus programas sociales. En el 2014, esa ilusión cayó por los suelos y se convirtió en el gobierno del final del falso “milagro peruano” (crecimiento por aumento de volúmenes y precios de las exportaciones de materias primas), en el que rebrota la pobreza por ausencia de cambios estructurales y en el que los mismos programas sociales manejados tecnocráticamente empiezan a mostrar sus enormes fallas.   

Pero lo peor es que el gobierno ha sido acorralado por denuncias y escándalos de diverso calibre que han permitido que sus nuevos adversarios, que se preparan para reemplazarlo en el poder, le coloquen el cartel de la corrupción. De esta manera el gobierno que pudo ser distinto, que pudo hacer reformas y abrir caminos nuevos, está llegando al final como sus antecesores, sin éxitos reales y con un pasivo de credibilidad que hace a la gente decir que todos los políticos son iguales.

Y basta ver lo que dicen las encuestas sobre preferencias para el 2016, para tener una idea de que lo que viene  después de Humala puede ser peor, sino ocurren hechos extraordinarios que en el Perú siempre son posibles.

29.06.15

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Raúl lo único que puede salvar a cosito por haber aplicado a rajatabla las políticas del neoliberalismo criollo, que está esta por terminar, es que ya se escuchan y suenan los clarines que anuncian una nueva alborada socialista, el pueblo mira con asombro como el cielo se tiñe de rojo y esto anima a la gente a salir de sus casas, a tomarse de las manos y a caminar erguidos rumbo al horizonte, unidos y abrazados, a recibir al progresismo puro y redentor que ya se asoma.
La revolucion es nuestro motor y la justicia social nuestro combustible, nada nos puede detener.

Si avanzo sígueme, si me paro empujame, si retrocedo mátame.

¡¡¡Ahora si le toca a ala gran trasnformación!!!

Anónimo dijo...

No siempre nos van a engañar, alguna vez le tocara a los otros y un candidato de centro o de centro izquierda, una vez electo se volverá mas zurdo que Cueto y ahí los quiero ver.
-ay fo, yo vote por ese que ahora quiere aumentar el sueldo mínimo
-que desgraciao, pero no se lo vamos a permitir, se pueden acostumbrar.
Será por eso que cuando te ven alguna oportunidad de acceder al poder, al toque te llaman los americanos.
- mi amigou, tu tener que venir a la white house
- y si me niego
- entonces te jodes, por que no hay plata.
Y desde el saquea te dicen:
- tu estar de acuerdo con politica yanqui.
- claro mister.
Y al toque te dan su bendición y un sobre,
Pero pobre que digas que no, rambo y el terminator te llevan a la parte trasera y te sacan la mierd... hasta que digas YES.


Anónimo dijo...

Nada de "anónimo", soy Ambrosio

La tele tuvo días atrás un plano del presidente Humala en un lindo día serrano. Es Ayacucho, el sol marca su rostro, la cámara inicia un acercamiento y mo se le ve feliz, a pesar de estar rodeado de un grupo que le aplaude. Humala anuncia con voz algo chillona que, gracias a nosotros (imagino que su gobierno y no a un plural regio) la Internet de banda ancha llega primero a Ayacucho, y luego a las capitales del departamento, para continuar un listado de regalos futuros al departamento, con el que su familia tiene lazos. Inmediatamente abandona eso, aburrido, se queja de la incomprensión sin indicar culpables, asegura que eso lo obliga en refugiarse en trabajar, por Ayacucho. Su tono es picón, malhumorado, el acento poco culto, la construcción del español pobre.

Luego de leer "Cuatro años de Humala" de don Raúl, eso es lo que se me viene a la cabeza. Humala descorazonado, como un adolescente arrojando culpas a los demás.

A diferencia de don Raúl, para mí, la presidencia de Humala es mejor de lo que esperaba porque me esperaba lo peor. De candidato era obvio que era mediocre, carente de imaginación, inculto, improvisado, con carisma para convocar manifestaciones, un muñecón con el que, la izquierda, planeaba iniciar hipócritamente el proyecto totalitario que intentó a sangre y fuego el siglo pasado. Les salió bien, el caballo de Troya llegó a la segunda vuelta...

Don Raúl no puede creer que Ollanta se tome en serio la firma de la Hoja de Ruta. Para don Raúl, firmar ese papel era un paso a ser olvidado tan pronto se posicione de Palacio. Cumplir la palabra con los "neoliberales" de los Vargas Llosa, para don Raúl, no tiene sentido: la lealtad, para él, es con los ideales revolucionarios marxistas leninistas.

Don Raúl se presenta como "Analista Político y Económico peruano". En lo primero no entiende que, lo que el llama subnormalmente como la "derecha", nunca le votó a Humala, y que, una vez en el poder, lo que les quedaba era jugar el partido hasta ganarlo o empatarlo: perder lo menos. En lo segundo, lo de "analista económico", don Raúl no tiene idea de cómo funciona la economía libre; está más perdido en el tema que el Cardenal en fiesta de quinceañeros.

Anónimo dijo...

Esto debe ser una broma, leer que el gargantua aprista pide a los jovenes predicar el aprismo, es como pedirle a los narcoindultados que financien la campaña de su liberador.
El gordo corrupto esta fuera de control, sabe que no es mas que un forajido de la peor especie, sabe que a condenado al apra al ostracismo y al repudio general, sabe que por su culpa decirle a alguien aprista es peor que sacarle la madre, sabe que hasta el Cristo del morro esta avergonzado de su origen y sabe que no tiene ni la mas mínima chance de ganar pero ahí esta, con su cara fofa mas dura que nunca, con su desfachatez a todo vapor y con su locura desatada pidiendo que voten por el.
Y para que salgan a predicar les ha entregado ltablas con diez nuevos mandamientos a sus doce apóstoles:
Primer mandamiento:
Amar al dios Alan por sobre todas las cosas
Segundo mandamiento:
No dirás su santo nombre gratis
Tercer mandamiento:
Pagaras sus fiestas y después su litio
Cuarto mandamiento
Honraras a la put...que lo parió
Quinto mandamiento:
Mataras y remataras
Sexto mandamiento:
No tendrás hijos fuera del matrimonio
Séptimo mandamiento:
No robaras poco
Octavo mandamiento:
Fuga y calla pero no mientas
Noveno mandamiento
No desees a la mujer de tu compañero
Décimo mandamiento:
Nunca codicies, solo apropiate.
Y claro quien creen que publico esta tremenda pendejada, adivinaron, el comercio, quien mas.







Anónimo dijo...

Miren la gran amenaza que publican y publicitan los medios raqueteros, " si tiro un par de cosas fuertes gobierno de humala se cae", carajo al chino sanguinario le tiraron miles de cosas fuertes y siguio matando estudiantes y no se cayo, al mudo lo descubrieron robando la plata de comunicori y huyendo por las escaleritas y ahora es de nuevo alcalde, el estafador con alzheimer PPK juro y rejuro que renunciaría a su nacionalidad americana y ahí esta, mas yanqui que donad trump, esta probado que el cerdo miserable garcia perez es mas choro que el "Empresario" marcelito odebretch y ahí esta reinagurando su iglesia "de los santos del ultimo asalto".
Y cual es su común denominador: que todos son DERECHISTAS puis papacho y ellos son como los antiguos muñecos llamados caprichosos que siempre conservan la vertical, no se caen, lavan sus manchas con detergente "el comercio" y reaparecen inmaculados y como nuevos cada cinco años.
Y esa es la historia jamás contada de mi pais, yo creo que los bloqueadores de celulares deberían instalarlos en ese cubil llamado la confiep que es donde se encuentran los choros mas ranqueados del hampa nacional, ahí se reúnen los injertos rechuchanboys de Conga, los amalditados sobrinos de tia maria, los redomados evasores de impuestos del fundo peru, los ratones en el despensero del BCR, los ya no ya del billete que no roban bancos, se compran uno y los hijuepu del chuponeo.
Acaso no es cierto que ellos son los dueños de los puertos por donde salen las toneladas de cocaina que nadie ve, acaso no es verdad que las mineras evaden impuestos o adeudan miles de millones al fisco y sin embargo la policía nacional, la fuerza aérea, la marina de guerra y hasta el ejercito del peru las protegen como si estuvieran al día, acaso alguien puede negar que estos delincuentes con corbata eligen al contralor que supuestamente los va controlar, tienen copia de las llaves del banco central de reserva y en su nomina de empleados se encuentra el director de la policía, el fiscal de la nacion y todos los Orellana boys del poder judicial.
De que corrupcion hablan los magister del aceite, el lobbie y la cuenta cifrada, de que se escandalizan cuando se enteran que los Camargo correa, los Andrade y los odebretch están presos si en el peru, en toda su historia no hay un solo corrupto empresario en CANA.
Lo que nunca voy a terminar de entender es porque si todos sabemos que DERECHA es sinónimo de corrupcion, de asalto a mano
armada, de entreguismo y de apropiación ilícita, los taytas de esta banda de forajidos lideran la intención de voto para el 2016 , no quiero pensar que mis paisanos aparte de gallinas también son huevones.

Anónimo dijo...

Y lleno de resentimiento por haber terminado como un simple y pinche columnista de un diarucho de nombre Perú 21, donde le pagan con canje y por eso tiene que arrodillarse ante el poder económico y el imperio para recibir un sencillito, el gusano servil Aldo M, escribe que los costos de la izquierda ascienden entre los 100 y 200 billones dejados de percibir por el estado, temo que esa, en vez de ser una mala es una excelente noticia, por las siguientes razones:
A. En primer lugar ese dinero estaba destinado a ir directamente a los bolsillos de los empresarios mafiosos o de las grandes corporaciones, es decir del gangsteril poder económico.
B. Y si no veamos, según estos forajas gracias al Modelito el peru ha crecido en los ultimos 25 años un promedio del 8 o/o anual, pero oh sorpresa, el sueldo mínimo, debido a la inflacion, en vez de aumentar a disminuido, entonces donde se ha ido toda la renta del crecimiento, a su bolsillo pulís PAPACHO.
C. Cuando este arrastra'o habla de conga y tia maria no dice que solo los integrantes de la mafia minera se iban repartir el total del oro ajeno extraído y a los pobladores en general de esas dos regiones solo les hiban a dejar un gigantesco hoyo, pasivos ambientales irremediables, aguas envenenadas, aire tóxico y enfermedades incurables.
D. Y cuando dice que estos proyectos dinamizan el aparato laboral, traen progreso y con sus impuestos se hacen obras, nosotros les decimos que ellos y sus abusivas services, su inexistente progreso y su multimillonaria evasión evasión de impuestos pueden irse a la put...que los parió.
E. Entonces ya saben oponerse a ser esquilmado por estos míseros hampones es un acto de patriotismo que debemos practicar todos los que hace mucho tiempo hemos dejado de ser los burros de carga de estos forajidos.
Viva la REVOLUCION

Anónimo dijo...

Me jode leer al Ambrosio de mierda faltarle a Wiener. Ambrosio, paredón.