martes, septiembre 16, 2014

Nuestra Sedapal

Tanto Toledo como García fueron presionados en período electoral a firmar actas en las que se comprometían a no privatizar Sedapal. Pero nadie le pidió lo mismo a Humala, porque seguramente creían que era una redundancia. Alguien que prometía revisar las privatizaciones porque suponía que muchas de ellas vulneraban el interés nacional y eran corruptas, era inimaginable en el papel de culminador de la obra desmanteladora de la gestión empresarial del Estado que Fujimori detuvo allá por el año 1998.

Pero he aquí que no contábamos con Castilla, es decir con la hermana y la socia Blume, y los lazos con PPK, que son toda una huella de agua. Precisamente a los pocos días de suscribir junto a dirigentes sindicales, organizaciones barriales y grupos de cuidado del agua, un documento en el que se descartaba totalmente la posibilidad de transferir la enorme red de usuarios que depende de Sedapal a inversionistas privados, Toledo salió rumbo a Estados Unidos, donde se encontró con Kuczynski al que convenció fácilmente de aceptar el cargo de ministro de Economía del gobierno que aún no había juramentado.

El gringo había representado a la parte privada en los procesos de transferencia de propiedad durante el gobierno de Fujimori y no tenía ningún currículum de lucha democrática. Pero se subió al carro rápidamente al gobierno que proclamaba un camino diferente al del fujimorismo que por entonces era un apestado repudiado en todas parte y los primero que hizo fue convencer a Toledo que podía ser nexo con la Corporación Suez, empresa franco-belga, campeona de las privatizaciones de sistemas de agua y electricidad. El electo y su futuro ministro viajaron entonces a París a hacer otro compromiso opuesto al que se estableció en Lima.

Sedapal con casi un millón y medio de conexiones que son facturadas mensualmente era no sólo un excelente negocio para quién resultara beneficiado de una eventual conexión por 20 o 30 años, sino una poderosa señal de que la economía peruana entraba en un nuevo ciclo de apertura a grandes inversiones extranjeras, que se había frenado los años anteriores. La historia que lleva hasta el arequipazo del 2002, empezó ese día en que Toledo y su inminente ministro de Economía convinieron con la Suez la privatización del agua. Por supuesto que no pudieron ni siquiera iniciar el proceso, muy a pesar que PPK dramatizó al extremo la situación y mientras anunciaba el próximo colapso de los desagües que inundaría de inmundicia a los hogares peruanos, paralizaba el crédito japonés para la planta de tratamiento de San Bartolo.

Toledo entendió que no iba a poder con un porcentaje de rechazo a la privatización en Lima de 70 a 80%, y dispuso compensar a los amigos franceses con las eléctricas del sur. Si se recuerda bien, esa fue la única privatización que una vez hecha la licitación y entregada la concesión, revirtió tras una gran convulsión política y un nuevo retroceso del presidente que si alguna cosa tenía era un agudo sentido de sobrevivencia.

García, la ruta de poco a poco


Alan García prefirió evitarse el choque directo que representaba tratar de modificar el estatuto de la empresa del agua, y tomó el camino de tercerizar, transferir cada vez mayor número de unidades de operación, servicios y administración a grupos privados. Ejemplos emblemáticos son por un lado el destino de las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales de Taboada y la Chira, con inversiones de 500 y 450 millones de soles cada una, a cargo del Estado, que apuntan a reducir la contaminación del mar, cuya gestión está concedida por 25 años que aparte de no haber cargado con el grueso de la inversión, van ser remunerados por Sedapal por el servicio de gestión de ambas plantas. Otro caso es el de la concesión de agua sobre el río Chillón, que administra el Consorcio Agua Azul de accionistas italianos, otorgada por un espacio de 27 años, y que después de una década de funcionamiento no ha mejorado la oferta de agua potable en los distritos a su cargo debido a las deficiencias de captación sobre un río que permanece seco casi todo el año. Esto no quita, sin embargo, que Sedapal siga abonando una tarifa de 14 millones de dólares anuales de acuerdo a contrato.

Se puede seguir con muchos otros proyectos como los que tienen que aumentar el trasvase de aguas de la sierra hacia la costa para aumentar el caudal de los ríos de Lima, que es imprescindible para cualquier idea de extensión del servicio a los que no tienen cobertura o la tienen de manera deficiente; la modernización de la red de tuberías que hasta hace unos años colapsaba frecuentemente; la modificación de los emplazamientos de empresas mineras e industriales que hacen descargas químicas sobre las aguas. Nada hizo García sobre estos asuntos y en cambio está ahora acusado de haber maquinado decretos de urgencia y otras normas para financiar proyectos con dinero de Sedapal, que no se hicieron o fueron distorsionados. Por lo demás las gerencias de la empresa tercerizaban todo lo que podían: mantenimiento, transporte, limpieza, recaudación, etc., y en cada uno de estos espacios se acumularon denuncias por coimas y otras formas de corrupción.

Humala y el retorno de un viejo tema


Claro, quién iba a creer que Humala le aceptaría la propuesta de Castilla de poner a disposición de inversionistas privados el 49% de las acciones de Sedapal. La noticia ha caído de repente y ha dado lugar a editoriales y comentarios que señalan ¿y por qué el 49%, si puede ser el 51% o incluso el 100%? Cecilia Blume ha escrito acerca de “nuestra Sedapal”, que debería ser de otros, para que entonces se resuelvan los problemas de baja inversión, cobertura insuficiente, calidad del recurso y mantención de las tarifas en niveles razonables.

El razonamiento, como en todas las otras privatizaciones parte de aplicar sentidos ideológicos. El Estado es mal administrador, el Estado debe dedicar sus recursos a asuntos de mayor importancia, el Estado ha fracasado en abastecer a casi un millón de limeños que habitan las zonas de menor accesibilidad de la ciudad, en las alturas de los cerro adonde no llegan las tuberías.

¿Se habrá creído nuestro crédulo presidente que esas cosas se pueden mejorar si la empresa cambia de mano?; ¿pensará que los administradores de la empresa del agua privatizada serán distintos a los que la han conducido en estos años o los privados volverán sobre los expertos que saben como es la cosa?; ¿imaginará Humala que hay asuntos más importantes que dedicar recursos públicos a lograr que todos los limeños y peruanos en general accedan al agua potable de calidad las 24 horas continuas?; ¿o tal vez se habrá convencido que los privados van a asumir el enorme costo de trasladar tuberías subterráneas hasta lo más alto y más pobres de la ciudad, para llevarles agua a través de los caños, cuando saben que esas familias no soportarían que la tarifas reflejen estos costos?; ¿ha estudiado el presidente que dejó a un lado la Gran Transformación, que se oponía a los esquemas de privatización neoliberal, que todos los casos en que empresas de servicios fueron a manos privadas, se impuso un brusco aumento de tarifas para hacer caja?

Tengo la impresión que Humala está perdido porque sabe de todas estas cosas, pero no tiene idea de cómo oponerse a una decisión de esta envergadura. Pero, la verdad, la lucha recién comienza. Y puede ser que se habrá un proceso de impredecibles consecuencias.
  
16.09.14
Publicado en Hildebrandt en sus Trece

      

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada de “anónimo”, soy Ambrosio

“Si pones al gobierno a cargo del Desierto del Sáhara, en cinco años habría escasez de arena", Milton Friedman

Don Raúl se hace un lío cada vez que piensa en “privatización”, lo asocia con egoísmo, García y Castilla tomando piscosaures y canchita serrana con Cecilia Blume, charlando con representantes de la CONFIEP. A él le gustan los ministerios deshumanizantes; las colas, los burócratas desalmados despreciando a los ciudadanos de a píe; las mesas de parte a don Raúl le parecen ideales manera de tratar al individuo. Don Raúl nacionalizaría Wong más rápido que inmediatamente, si pudiera pondría a los peruanos en “tarjera de racionamiento” si uno de sus San Ricardo fuese nuestro Máximo Líder en el Perú socialista, una dictadura totalitaria copia de Cuba, la propiedad privada eliminada, el individualismo también, toda “privatización” un anatema condenado con la cárcel por solo pensarlo.

La columna “Nuestra Sedepal” es puro marketing socialista, parte de la mentira de que la empresa es “nuestra” por estar en manos desquiciadas e incompetentes de burócratas desalmados: los amigos de don Raúl, por supuesto. El socialismo siempre se ha "marketeado" como el pensamiento más cercano a los de pie, lo que es una mentira del tamaño del Huascarán: miren a Cuba, ¿acaso ha logrado felicidad y prosperidad Cuba en manos de los castro luego de más de medio siglo de socialismo? Todo lo contrario: son más pobres, antes estaban al nivel de Argentina, hoy de Haití.

Como lo vengo diciendo, don Raúl es un lobbista del marxismo leninismo, sus artículos se entienden mejor como marketing de su ideología, muestran su patología de privarnos de nuestra libertad económica, hacernos pobres como Goyo Santos lo ha logrado con gran éxito en Cajamarca. Ese es su objetivo, ser ellos nuestros amos para siempre, igual que Castro en Cuba, Correa en Ecuador, Morales en Bolivia, Chávez (si viviera) en Venezuela. O el Kremlin soviético si no hubiese quebrado.

Sedapal no es “nuestra”, es de nadie por estar en manos del Estado; en realidad una agencia de empleos de los tíos en el poder. Mejor en manos privadas.

Raúl Wiener dijo...

Friedman se reiría de un tipo que se dedica a fastidiar a otro, apenas pone en la web sus artículos, sin ningún beneficio. O es que siguiendo la regla del Amauta de Aldo M, los comentarios y manipulaciones de falso Ambrosio, son, como piensan muchos, recompensadas como una tarea política.

Y, para que sepa, que Friedman o Ambrosio crean que el "egoismo" mueve al mundo y genera la riqueza, no hace que yo razone simétricamente en el sentido opuesto, como casi siempre hacen ellos. Llevo más de veinte años estudiando las privatizaciones y he encontrado que casi todas ellas fueron corruptas. Porque si el Estado -tal como es hoy- y hace veinte, treinta o 50 años, es profundamente corrupto, aunque se declare liberal o proteccionista, lo obvio es que transferiiría sus bienes en medio de una gran corrupción.

Pero no sólo eso, sino que fue un proceso plagado de mentiras, como si fuera en "beneficio del pueblo", y se trataba de superganancias de trasnacionales que, por supuesto, recompensaban a los que les dieron la oportunidad. Mentiras como que la privatización del agua va a llevar este vital elemento a la punta del cerro, donde están los que no tienen conexiones, que cuesta una barbaridad, y no mantiene una relación costo/beneficio.

De ahí a la tarjeta de racionamiento, o a la idiotez de poner a Cuba a nivel de Haití, o la privatización de Wong, la pobreza de Goyo Santos que "creo" la pobreza de Cajamarca mientras Yanacocha no pagaba impuestos, o no darse cuenta que "nuestra Sedpal" es un título de Blume que quiere ser lobista irónica, todo eso y mucho más es la función de seudoAmbrosio de tirar tierra en la cara para aparentar que hay muchos argumentos donde hay pura cháchara, que se cae con apenas rascarla.

Pregúntenle: ¿por qué privatizar una empresa grande y tecnificada como Sedapal? Les contestará porque es una agencia de empleo de los tíos en el poder. Estudien donde están los tíos de otras empresas como las eléctricas,sino es de gerentes y funcionarios de los privados. Y si quieren una frase para recordar: la privatización como doctrina es complejo de inferioridad. Hay muchas empresas públicas en muchas partes del mundo que funcionan bien,brindan servicios de calidad y no son corruptas.

Anónimo dijo...

Estimado Raúl,

Estoy seguro que tú encontrarás “corrupto” a un sándwich del jamón del país si alguien “neoliberal” logro utilidades al venderlo; por supuesto que encontrarás que, las privatizaciones, “casi todas ellas fueron corruptas”. No tienes remedio. Miras el mundo con tus anteojeras marxistas. “Cuando uno es martillo todo lo ve clavo”, decía mi abuelo.

Así como estudias las privatizaciones, deberías acometer es estudio de las nacionalizaciones y expropiaciones del socialismo, preguntándote (con honradez intelectual académica) si fue verdad lo que prometieron, si cumplieron los objetivos, si crearían mejores servicios, productos de calidad, a menores precios. No fue así, nunca lo fue. Lo único que lograron con las nacionalizaciones, unos robos, fue cambiar una elite por otra, una más voraz y envidiosa, además de incompetente de tendencia totalitaria. Eso fue Cuba. Eso es Venezuela.

¿No crees que Castro y Chávez sean corruptos ladrones, mentirosos, además de incapaces gestores? No claro. Para ti Castro y Chávez son ejemplos a seguir. En 1958 Cuba estaba al nivel de Chile, y por debajo de Argentina y Uruguay; España, saliendo del aislamiento tenía un per cápita la mitad de Cuba. Hoy España en siete veces más que el de Cuba, y Cuba está entre los países más pobres de Iberoamérica; la Cuba de los Castro fue en la otra dirección, para abajo. ¿No te da vergüenza apoyar a estos miserables corruptos ladrones de vidas y propiedades?

Por otro lado, agradezco y certifico la pulcritud con que publicas cada opinión mía. Nunca he sido censurado: don Raúl eso no hace. Por supuesto agradezco la oportunidad de contrastar tus opiniones.

Un saludo cordial,
Ambrosio

Raúl Wiener dijo...

Si pues fue un jamón del país, el que hizo que a las Eléctricas les permitieran fusiones fraudulentas para dejar de pagar impuestos por más de 300 millones de dólares. O lo que hizo que el "precio" al que se vendió Aeroperú fuera reembolsado al acreedor con creces sobre la base de supuestas deudas pendientes y que la empresa privada quebrara en forma vergonzosa luego de haber saqueado sus activos, dejando el espacio aéreo del Perú en manos de LAN.

Fue una gracia que se vendiera a 5 millones de dólares todo el negocio de Solgas y que los chilenos compradores lo revendieran a 50 millones. Fue jamón del bueno el que recibieron los Rodriguez Banda por las eléctricas del norte, sin pagar un mango, y que luego devolvieron al Estado. O que LAP esté a cargo del aeropuerto para construir una nueva pista y 14 años después sigan sin empezar las obras. Que ni se diga de Pesca-Perú, los lotes de Petroperú, la privatización del agua en Tumbes, Siderperú, etc. Apenas jamoncitos de varios miles de millones de dólares, que Fujimori hizo además desaparecer por arte de birbiloque. Miren quién habla de no tener remedio.

Tu supuesta obsesión con Chávez y Castro, no es más que la técnica que te han enseñado para evadir un debate. Y lo que he escrito lo reitero, no estoy defendiendo que las empresas sean privadas o públicas, pero si me opongo a la idea de que el patrimonio público administrado por privatistas por lo menos desde hace un cuarto de siglo, sea presentado como "ineficente", cuando los que están a su cargo y son responsables de cualquier ineficiencia, están buscando la privatización y hasta tienen empleo asegurado al otro lado de la valla.

Y que para obviar lo que ha sido una experiencia histórica se recurra a una cita del viejo Friedman, o a alusiones a Hugo Chávez, como si estuviéramos en Venezuela y en las guarimbas de Leopoldo López, merecería más que un adjetivo. Pero así es falso Ambrosio, uno que patea, agrede, y luego saluda el espíritu democrático de este blog. Muy bonito.

Anónimo dijo...

Estimado Raúl

Acordaremos que no estamos de acuerdo, tú eres un marxista, yo un liberal. Tú crees que la propiedad privada es nociva, yo creo que solo ella nos salvará de ser pobres.

Pensamos de manera diferente.

Precio es el valor pecuniario en que se estima algo, así lo entendemos todos. Desde el Siglo de Oro español, en la gran Escuela de Salamanca, "dinero, valor y precio" son conceptos que se estudian, no son lo que a don Raúl (o a Hugo Chávez o Fidel castro) se le ocurre. Azpilicueta (1493-1586), Luis de Alcalá (1490-1549) y Luis de Molina (1535-1600) desarrollaron una teoría del valor-escasez precursora de la teoría cuantitativa del dinero. La teoría del valor era la del coste de producción como precio justo. En términos actuales la Escuela de Salamanca es moderna, entendió el libre mercado, donde el precio justo venía dado por la oferta y la demanda.

Si nadie pagaba más, pues eso es lo que "cuesta", así de simple. Trata de vender Diario UNO a veinte soles para que veas como te va.

Anónimo dijo...

No le des importancia al miserable, vendido, manipulador, cínico del Ambrosio.

Anónimo dijo...

La última del troll alditus u odla o ambrosio, o al fin el falso ambrosio les dicen iglesia abandona; porqué, porque no tienen curan están tan sesgados que creen que dando la contraria disparan al enemigo cuando realmente se disparan a las patas y ya se han quedado sin cascos.

Héctor Mejía dijo...

Hace años que los neoliberales con el sobrino del Tio Sam a la cabeza, le han puesto la punteria a Sedapal.
Para ese propósito recurren a sus monsergas de siempre, como que la empresa estatal es corrupta y no funciona y que la empresa privada es eficientísima, que la empresa privada va atraer cientos de millones de dólares de inversión para dar agua a los pobres que no la tienen (como si fuera Papá Noel) y bla, bla, bla.
Pero lo cierto y lo real es que una vez privatizada se viene el tarifazo (como ocurrió con la privatizada Electrolima) y si se tiende tuberias a los cerros donde no hay agua (a precios inflados por supuesto), esto se haria con dinero del Estado, porque la empresa privada no pondria ni un chico partido por la mitad como inversión y lo único que haria seria llevarse las ganancias.
El jueves pasado hubo una marcha muy concurrida contra la privatización de Sedapal, pero al dia siguiente la Gran Concentración Mediática no le dedicó ni una línea (revisé Perú 21 y el Trome) porque para la prensa concentrada lo que es contrario a sus intereses y su ideología simplemente NO EXISTE.