Nada más patriótico que un presidente latinoamericano abrazándose con Bush por segunda vez en seis meses.
Y decidido a corretear esta vez a los parlamentarios gringos, como lo hacía Toledo, y que según advertía Coquito en octubre del año pasado era una falta de dignidad, porque los presidentes tienen su sitio.
Pero más patriótico es seguramente haberles llevado a todos ellos el contundente mensaje que aquí en el Perú se respetan los derechos laborales como ya quisieran hacerlo en Estados Unidos (62 convenios del OIT firmados, y el récord mundial de denuncias por incumplimiento), y que debe haber sido un lunático el que en la campaña electoral del 2006 decía que eliminaría los services, restablecería la jornada de las ocho horas, las vacaciones pagadas, las licencias por maternidad y lactancia, la seguridad social, los derechos pensionarios, etc., porque no era posible que el boom exportador beneficiara a unos pocos y no mejorara los ingresos y las condiciones laborales de los trabajadores.
Otro mensaje de amor al Perú debe haber sido que aquí se respeta totalmente el medio ambiente. Nadie corta árboles, salvo algunos furtivos que seguramente sacan la caoba cargándola al hombro por la selva, porque los aviones y las lanchas que se mueven en esa zona son controlados por el gobierno (aunque algunos digan que son policías y militares los que ayudan a sacar la madera). Así que si están viendo desde arriba cada vez más huecos en los bosques mejor revisen sus satélites. En nuestro país el gobierno, los medios y las grandes empresas son cruzados ambientalistas, que se llevan de lo más bien con las ONG, las parroquias y las comunidades que por error han hecho llegar denuncias al exterior por el agua y los cielos envenados, y por las tierras arrebatadas. Nada que ver con el TLC. Y si quieren ponemos una carta al lado que diga que seremos tan ambientalistas, como defensores de los derechos laborales.
¿Y los agricultores? Todos van a ser beneficiados. ¿No se han enterado que ahora la sierra es exportadora?, así que el actual presidente ha cumplido su palabra de candidato cuando decía que iba a proteger a los agricultores del TLC. Es decir ahora toda la costa va a producir etanol y la sierra canola y otros productos para el mercado mundial. Así que nada va a pasar si los Estados Unidos mantienen sus subsidios y le quitamos la protección a los productos alimenticios.
Esto es lo patriótico.
Tanto, que el propio presidente García tuvo que dejar a un lado sus compromisos de candidato de no dejar pasar un TLC que afectara al pueblo peruano, revisar el documento de Toledo línea por línea, de ningún modo permitir que se apruebe en el parlamento de salida, sino que lo pondría en discusión al comienzo de su gobierno, etc. Patrióticamente todo esto se fue al tacho y García tomó la defensa de unos acuerdos que ni siquiera ha leído, pero detrás del cual está la presión del más poderoso lobby de empresas exportadoras y grandes inversionistas internacionales. Así se hace patria, ahora.
¿Cómo no va a ser importante sacar la cara por los beneficiarios del TLC (2% del país, según Hernando de Soto) en nombre de los derechos laborales, el medio ambiente y los pequeños agricultores y campesinos? ¿O defender a los laboratorios estadounidenses frente a los pacientes peruanos que ahora tendrán la oportunidad extraordinaria de pagar más caro por las medicinas que necesiten, es decir estar a la par del mercado mundial?
Todos –por supuesto- pueden patalear internamente y decir lo que quieran del TLC, como García en las elecciones. Pero repetirlo ante un congresista yanqui, eso sí es antipatriótico y además patético. A ellos no hay que decirles la verdad. ¿Acaso ustedes van a acusar a su papá ante el vecino, aunque les pegue y les niegue la comida? Entonces porque van a ir a decir que aquí estamos enredados en la ley de trabajo, que impera la doctrina del cholo barato, que siempre que hablamos de derechos de los que tienen empleo nos acordamos de los que no lo tienen, que se permite desigualdad entre el trabajo de hombres y mujeres, se explota a los niños, que tenemos normas que favorecen el despido arbitrario, que en la minería el 85% de los trabajadores están en services y trabajan 12 y 14 horas por día, etc. Eso queda en casa. También lo del ambiente y los problemas de la agricultura.
Coquito, por supuesto, sabe de lo que habla. ¿Qué clase de nacionalistas son esos que están organizando un viaje a Washington siguiendo la ruta de García para expresar su punto de vista?, pregunta indignado como el mejor y verdadero nacionalista. No ven que hemos vuelto a colocar la pelota frente al arco como lo hacía Toledo con sus visitas de harta franela a nuestros posibles socios. Y ahora Humala quiere malograr lo que hemos conseguido con tanto esfuerzo.
26.04.07
http://www.rwiener.blogspot.com/
2 comentarios:
El siguiente comentario fue enviado por Internet, poco después de firmado el TLC por Toledo. En algunos párrafos la palabra "Toledo" podría tranquilamente ser sustituída por "García".
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La firma del TLC: penúltima traición de Toledo
Juan A. Cavero G.
Para entender, en forma sencilla, lo que significa la firma del acuerdo para un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre los gobiernos de Bush y de Toledo, podemos poner las cosas en los siguientes términos: el Perú, hasta ahora, una colonia de hecho, de Estados Unidos, en el futuro lo será de derecho. Nuestra dependencia, ahora indudable en términos de política exterior y economía, lo será en términos jurídicos, pues el Perú, resignará su autonomía jurisdiccional en cualquier controversia comercial que deba ser dirimida por la justicia, de acuerdo a los términos del TLC. Cínico, Toledo anunció que han sido hechas "algunas concesiones", cuando la verdad es que el gobierno peruano ha cedido ante todas las exigencias de los negociadores estadounidenses. Toledo y su gobierno quedaron descalificados para llevar a cabo las negociaciones, desde el momento que el presidente declaró hace meses que el TLC se firmaba "sí o sí", con lo cual la otra parte se liberaba de cualquier obligación de ceder en algunas de sus posiciones, ya que tenía al frente un auténtico lacayo. Éste, finalmente decidió enviar como negociador "político", al ministro estadounidense de Economía y Finanzas del Perú, Pedro Pablo Kuczynsky. O sea, el gato de despensero. Pero Toledo continúa con las mentiras: según él, el TLC generará 600 000 nuevos puestos de trabajo anual; según los economistas más reconocidos, para que eso suceda el crecimiento económico anual debiera ser del orden del 15%, cifra a la cual no se acercan ni los más triunfalistas sueños del entorno toledista.
La propaganda oficial quiere hacer creer a la población que esto del TLC es un simple asunto de ampliación de mercado, para felicidad de los peruanos que produzcan bienes exportables a Estados Unidos. Pero, el TLC implica algo que el gobierno oculta cuidadosamente: la posibilidad de exportar sin barreras arancelarias es recíproca. Al tener el Perú derecho a exportar libremente hacia el mercado estadounidense, EEUU recíprocamente tendrá el mismo derecho. En la parte agropecuaria, el gobierno de EEUU subsidia a sus productores, por lo cual los productores peruanos de cereales y algodón no tendrán ninguna posibilidad de competir, y miles de personas perderán sus trabajos. El gobierno peruano sigue mintiendo cuando dice que se darán compensaciones, pero esto no es creíble. Al establecerse el TLC habrá una disminución marcada de la recaudación tributaria por concepto de aranceles que ya no se cobrarán, y si a esto le agregamos la permanente falta de recursos fiscales para satisfacer las necesidades en materia de salud, educación e infraestructura (mientras se cumple religiosamente con el pago de la deuda externa), las tales compensaciones se darán en cantidad insuficiente, o nunca. Se habla mucho de la exportación de productos agrícolas que tienen ventaja comparativa a nivel externo y, efectivamente, eso generará nuevos empleos en los sectores favorecidos (mejor deberían llamarse sub-empleos, por las duras condiciones de trabajo y bajísimos sueldos que imponen los empresarios agrícolas), pero en contraparte, en los sectores afectados se perderán miles de empleos. Cuando se haga el balance, serán más los empleos perdidos que los ganados. Pero hay algo más: los sectores más afectados, principalmente en zonas de menor desarrollo, como en la sierra y selva alta, generarán con esto mayores olas migratorias hacia las ciudades, principalmente de la costa, y por tanto, tenemos asegurado un mayor caos de crecimiento urbano en Lima y otras ciudades, con las consecuencias conocidas, de insuficiencia de servicios, sobrepoblación, delincuencia, etc. Otros grupos de afectados no migrarán a las ciudades sino harán lo que muchos ya vienen haciendo en la selva alta: dedicarse al rentable, aunque riesgoso, cultivo de coca destinado al narcotráfico. Algunos interesados en la vigencia del TLC aducen que se beneficiarán con él, los consumidores de los bienes cuyos precios disminuirán con la competencia, al darse la libre importación. Este tipo de comentario ignora totalmente que esos mismos consumidores, siguiendo la cadena productiva, basan su capacidad adquisitiva en la existencia de actividades agrícolas o de pequeña y mediana industria, y en las suyas propias. Una vez perjudicadas esas actividades debido a la libre importación de productos estadounidenses, ¿qué nivel adquisitivo tendrán esos consumidores?
El TLC tendrá efectos sobre otros sectores: los medicamentos de investigación más reciente encarecerán debido a la exclusividad por un largo período de la vigencia de las patentes, haciendo imposible su alcance a los sectores más pobres, y perjudicando a la Seguridad Social, pues Essalud tendrá que dedicar un mayor presupuesto a la adquisición de medicamentos y material médico, agravando su ya vulnerable situación; los productos culturales made in USA tendrán carta libre de entrada, con lo cual, por ejemplo, está descartado el desarrollo del cine peruano, que no tendrá leyes de promoción ni protección ante la avalancha de basura holiwoodense y sus poderosos canales de distribución ya existentes; asuntos que pueden parecer más ligeros, como la autenticidad del pisco, también se verán perjudicados, pues el TLC entre Chile y EEUU incluye el llamado "pisco chileno", y con el TLC entre Perú y EEUU, el pisco ingresará al mercado estadounidense bajo la denominación de "pisco peruano", ignorándose por tanto la exclusividad de denominación de origen.
El TLC implica un concepto de nuestro país y de su destino, de naturaleza netamente colonialista: el país que imaginan Toledo, Kuczynsky y los demás agentes de los organismos financieros internacionales, es uno que se dedica a producir bienes de exportación de escaso o nulo valor agregado, con un fuerte sector empresarial ligado a las transnacionales que se dedique a la exportación de esos bienes y a la libre importación de manufactura estadounidense de alto valor agregado, beneficiario del sistema, con bajos costos laborales (debido a la inexistencia de leyes de protección social), con libertad absoluta para movilizar capitales, y sin ninguna obligación de reinvertir sus utilidades dentro del país. Para decirlo crudamente, el Perú, como primer exportador de piedras y espárragos de América del sur, ocupará su lugar de economía primaria en el esquema global. ¿Industrializar el país? No será necesario, habiendo la manufactura estadounidense que vendrá libremente importada. ¿Autosuficiencia alimentaria? Nunca. Vendrán los cereales y carnes de producción estadounidense subsidiada, modificando los patrones de alimentación, al perjudicar la producción nacional. ¿Autosuficiencia energética? Tampoco. Se privilegiará, como ya se está haciendo, la exportación de gas hacia el primer mundo y se venderá para consumo interno a precio internacional. La nueva fuente de energía no servirá para industrializar el país, pues el gobierno no tiene planes al respecto, ni las transnacionales lo proyectan así. En el esquema de globalización neoliberal, países como el Perú deben producir bienes primarios destinados a la exportación, pero nunca tener un mercado interno que produzca sus propios bienes, con alto valor agregado, ya que esos bienes deben provenir de los excedentes del primer mundo (EEUU).
Ahora, debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿algún país ha salido del subdesarrollo, abriendo su comercio exterior, de la forma en que lo hace el TLC con Estados Unidos? No. Ninguno de los grandes países industrializados, como Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia o Alemania, aplicaron políticas de apertura comercial al exterior, antes de industrializarse. Esos países siguieron políticas proteccionistas y, solamente cuando se convirtieron en países industrializados, bajo una posición ventajosa, aplicaron la apertura comercial, y, ni aun así, en forma irrestricta. De esta manera el TLC conduce al Perú a una perennnización de su situación dependiente y subdesarrollada.
Otra cuestión que se plantea es la siguiente: ¿es pertinente hablar de autosuficiencias energética y alimentaria? Según sujetos como Boloña, Kuczynsky y otros agentes de los organismos financieros internacionales, no cabe, en un mundo globalizado, hablar de autosuficiencias. Esa posición es muy conveniente para los llamados 7 matones de la "Aldea global", pues favorece sus intereses y su posición de dominio. Es muy conveniente para una economía como la de EEUU, que requiere de fuentes crecientes de energía para mantener su consumo absolutamente irracional y contaminante (causante del efecto "invernadero" que trastorna el clima planetario). Debe tenerse en cuenta que se están agotando las fuentes de energía a nivel mundial, teniendo el petróleo, al ritmo de consumo actual, fecha no muy lejana de agotamiento de las reservas conocidas. De igual manera, hay cada vez mayor escasez de fuentes de agua dulce y, por tanto, habrá en el futuro escasez de alimentos. La desertificación y la disminución de los glaciares (debido al efecto "invernadero") traerán como consecuencia, si no se toman medidas para revertir esos procesos, una crucial lucha por la supervivencia de la especie humana en los próximos lustros. En estas circunstancias, tener autosuficiencia energética y alimentaria es una cuestión de soberanía nacional y de sobrevivencia, a largo plazo. Con el TLC tendremos una dependencia alimentaria creciente, y además, de acuerdo a los designios imperiales, las fuentes de energía serán prioritariamente destinadas a la exportación. Gobiernos como el de Toledo no tienen una política energética racional y todo lo libran a las leyes del mercado, que "sabiamente" (según los neoliberales) asignará los recursos.
El lacayo gobierno de Toledo ha cumplido su designio de firmar el TLC con EEUU ("sí o sí" dijo el Felipillo del siglo XXI). Falta ahora que sea ratificado como ley de la República por el repudiado Congreso que soportamos. Kuczynsky y demás sujetos del gobierno quieren que esto se haga antes que sea elegido el nuevo gobierno, para tener maniatado a éste, pues un incumplimiento del TLC (una vez ratificado) acarrearía sanciones por parte del gobierno yanqui. Del otro lado, quienes se oponen al TLC propugnan la realización de un referéndum, para que sea el propio pueblo, previa difusión de los términos del acuerdo, quien decida la aprobación del TLC. Significativamente, el gobierno de Toledo se niega hasta la fecha a difundir, en forma completa, los términos del TLC, ni en español ni en inglés, pese a tener todas las facilidades para hacerlo, mediante el Internet. Según las diferentes encuestadoras y órganos periodísticos como El Comercio, la mayoría de la población está a favor del TLC. Por tanto, no debieran tener ningún temor a que un referéndum decidiera la cuestión. Claro, las mismas encuestas indican que la gran mayoría de la población no tiene una información adecuada sobre el TLC. El gobierno y sus acólitos juegan a la desinformación y a justificar el hecho que entre las 4 paredes de un Congreso absolutamente repudiado, a espaldas del pueblo, se decida sobre un hecho tan grave como el TLC. La decisión, casi con toda seguridad será de aprobar el TLC, pues el Congreso está conformado mayoritariamente por bancadas como UN, PP y otros, de mentalidad pro-yanqui, y el APRA, como siempre, mantiene una posición oscilante e indefinida sobre el tema. La tarea de los partidos que se oponen al TLC, y que participan en el proceso electoral (UPP, Avanza País, FAI y PS), es aprovechar el espacio que se les presenta para impulsar la movilización popular, exigiendo la realización de un referéndum sobre el TLC e impedir que sea el Congreso, repudiado por el pueblo, el que sustituya la voluntad popular. La verdadera batalla política comenzará luego del 9 de Abril, cuando el establo parlamentario pretenda ratificar el TLC y definir el trágico destino del Perú.
Lima, 12 de Enero de 2006
Leyendo los comentarios ‘posteados’ hasta la fecha en distintos blogs, se deduce:
Los que están a favor del TLC tal como está concebido defienden su aprobación en los EEUU con uñas y dientes; es decir, insultando a quienes lo objetan e incluso a quienes hacen observaciones.
Sus "argumentos", helos:
”Tremenda estupidez política”.,, “telúrico tarado”; “ganas de fregar”; “¿Quien le paga”; “cojudeces”; “pérdida de tiempo” “darse la gran vida”; Y la oración que se lleva el campeonato mundial: “Complementando la opinión del dueño del blog, mi causita XXX, y aclarando también mi intervención anterior, se oponen por oponerse ..”
Los mismos que hasta hace pocos meses atrás jaloneaban la camiseta al cholo Toledo para que no anote gol, -desde las tribunas gritaban "Out side..!", “Juega limpio cholo sumiso y $%^%#*&^%”; y a chancletazos por la cabeza le caían porque la vaina del “si o si” olía a "mendicidad" ("rastrero" lo calificó Del Castillo) por lo que a la brevedad posible, -juraron- el TLC como estaba redactado había que revisarlo palabra por palabra, letra por letra, capítulo por capítulo. Incluso, poner en duda cualquier aspecto positivo...
Yo añado: “Porque del cholo siempre hay que desconfiar…”
Cosa curiosa, el "si o si" que ayer sacaba roncha, ahora se ha convertido en la pomadita milagrosa que todos se quieren untar: Cura todos los males, borra mentiras y falsedades, fotogénica sales en las diapositivas; genera amnesia conveniente y global, ideal para el cojudeo de mediano y largo alcance; por lo tanto es racional, moderna; integradora de pueblos y a través de ella se alcanza el progreso, y, porque no, un ‘super plus’ en el corto plazo: Es ideal..!
Por eso, los que ayer se escandalizaban porque no entendían, hoy, ya entendidos en la globalización y afines, están por el TLC "si o si" Además, -léanlos- hablan por el pueblo..!
Los argumentos de quienes se oponen al TLC tal como está diseñado y piden cautela, viendo los resultados del NAFTA en México (quiebra de miles de pequeños y medianos agricultores y manufactureros (maquilonas) aumento del desempleo y en consiguiente la emigración -ver Gallup) y la desigualdad distributiva que se refleja en el incremento de la brecha entre ricos y pobres en Chile, son legítimamente atendibles.
Esta “realidad” a quienes con mucha facilidad insultan, debería hacerlos reflexionar y explicar porque el rechazo mayoritario en México al TLC.
Además, la pésima información brindada hasta la fecha tanto por la administración Toledo como por el manicomio García debería superarse y a estas alturas la mayoría de peruanos deberíamos saber de qué realmente se trata.
No hay que olvidar que la traducción del TLC no se le dio a la opinión pública nacional con debida anticipación, y a última hora el congreso lo aprobó de madrugada, a la cañona, sin que el 99 por ciento de peruanos supiéramos de qué se trataba.
En conclusión, no se escuchó las opiniones de economistas y académicos entendidos en la materia, ni tampoco las opiniones discrepantes cuando el documento estuvo en el congreso, precisamente para su discusión.
Con ánimo de contribuir a mejorar el ambiente del intercambio de opiniones. En el discernimiento y en el uso de nuestras facultades en la búsqueda constante de nuevas verdades es necesario “pensar”, “imaginar”, “reflexionar” y en ese ejercicio la persona puede equivocarse, es algo entendible. Lo inteligente a quienes arribaron a “la” verdad con anterioridad, es explicar para que los otros también lleguemos a ese puerto a través del convencimiento. Explicación que debe hacerse con la cortesía del caso, sin insultar, sin ofender. Sin “olvidar” que el ejercicio de la inteligencia y la diversidad de opiniones siempre han sido estigmatizados, perseguido y asesinado tanto por el comunismo, como por sus pares en el fascismo.
Que algunos conceptos vertidos por participantes, o por algún político, saque de sus casilla, obnubile a consuetudinarios "demócratas" que a diario vemos fajándose desde sus blogs por salvar al país del caos y por simples opiniones caigan en pataleos e insultos patéticos, es lamentable.
(Sólo para ‘locos’..)
Algunos ‘locos’ creen que las injusticias sociales se han consumado a espaldas del ordenamiento jurídico. En su locura quieren eliminar las injusticias… precisamente con las leyes y las conductas que las generaron…” (That's me)
Hace un par de años en una visita que Bill Clinton realizara a Costa Rica por motivos ecológicos, a una pregunta sobre el TLC de los países latinoamericanos con los EEUU, aconsejó "esperar mejores tiempos". Lo dijo sonriendo...
Nadie en su sano juicio va creer que el ex presidente norteamericano al decir estas palabras estaba maquinando "contra" su país, sólo por no estar en el poder.
En La Cumbre de las Américas en Miami (hace como 15 años atrás) fue precisamente Clinton quien apadrinó la firma con Chile, México y Canadá.
Una cosa es el TLC que promueven los Republicanos: No protección al medio ambiente, ausencia de leyes laborales que permiten abusos con los trabajadores, madres gestantes, acuerdos de protección a los niños etc, etc..
El TLC de los Demócratas es distinto. Fundamentalmente se quejan de la asimetría de empresas altamente tecnificadas y subsidiadas por el Estado de la Unión -vs- productores rudimentarios de países del Tercer Mundo que tienen que competir desigualmente con los precios de las primeras que genera desempleo, hambre y por consiguiente aumenta la inmigración hacia los EEUU.
Es decir, los demócratas norteamericanos controlando la voracidad y codicia de sus empresas 'oversea'
El Perú de Toledo y ahora el de Alan García, ¿está con el "TLC" de los Republicanos o de los Demócratas..?
¿Adivinen..?
La respuesta es obvia. Estamos con el TLC Republicano al mismo que se oponen muchos Demócratas por ser leonino, abusivo, injusto, para los trabajadores.
Lejos de reflexionar, analizar la coyuntura, sopesar la pendularidad actual, nos mandamos a bailar con la más fea..! Y lo hacemos justo cuando los Republicanos están en su peor momento histórico desde que Richard Nixon se viera obligado a renunciar a la presidencia por el escándalo de Watergate.
Y, lo descabellado del manicomio García: Precisamente cuando la captura de la Casa Blanca y de una mayoría de curules en ambas cámaras, --aún más amplia que la alcanzada en las pasadas elecciones legislativas en los EEUU-- es evidente en pocos meses por parte de los Demócratas.
Más aún, ahora que comienzan a reaparecer los analistas políticos norteamericanos silenciados, mancillados, despedidos, por la administración Bush en los pasados tres años por oponerse a la guerra, y con los nuevos aires se comienza a escuchar que el candidato demócrata ganador no va ser algún John Kerry..! Sino, después de la debacle en Irak, todo indica que el próximo presidente de los EEUU será del ala radical del partido demócrata, eso es lo que el pueblo norteamericano está pidiendo en las encuestas. Entonces el ‘consejo' de Bill Clinton ahora cobra validez...
Toma validez también la ambición de García de "serrucharle" el piso al deteriorado presidente colombiano Alvaro Uribe con el cuento del Frente Atlántico: Perú, Chile y Colombia.
La multimillonaria ayuda norteamericana que recibe el "Plan Colombia" que sería(Perú) hasta la fecha en los últimos cinco años va alrededor de los CUATRO MIL MILLONES DE DOLARES..!
El "PLAN PERU" sería básicamente contra el "populismo" reinante en el cono Sur (Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, Uruguay...) "encapuchado" con la máscara de "lucha contra el narcotráfico" que abriría el territorio nacional al ejército norteamericano para monitorear "al Caballo de Bolivar que recorre el continente..." -como es la terminología que se utiliza despectivamente para referirse al giro a la izquierda que ha experimentado el continente en los últimos años
¿Permitiremos los peruanos que los EEUU le declararle la guerra al presidente venezolano Hugo Chávez a través de Alan García, y el Perú por mera ambición de su gobernante se enemiste con varios países hermanos poniendo en peligro la Seguridad Nacional...?
Ya en Washington a la salida de una reunión Alan García no hizo esperar al "manager" para que vea lo decidido que está, sin venir al caso declaró a la prensa "tenemos que frenar el estatismo de los Chávez..." (¿..? )
Para mi la cosa es clara y muy peligrosa.
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