El día lunes después de un breve enfrentamiento entre
simpatizantes y adversarios del gobierno venezolano, en el que habían apristas
e izquierdistas por ambos bandos, la policía del ministro Pérez Guadalupe
detuvo a Guillermo Bermejo, dirigente del grupo “Todas las Voces”, con notoria
cercanía a los líderes cocaleros y que en los últimos días había comentado,
desde Lima, la política represiva del Estado en Pichanaki.
La detención no fue en un acto flagrante, ni durante la
pelea de chavistas y antichavistas, sino después, cuando Bermejo caminaba por
las calles del centro de Lima, y tampoco respondía a orden alguna de un juez.
Pero no hay duda que lo intervienen (dicen que diez efectivos, en una camioneta
con la placa tapada) en un operativo contra su persona, como si fuera un
individuo de alto peligro, lo que podría anunciar otras detenciones en la selva.
Bermejo tiene una suerte especial. En el final del año 2006,
fue detenido 24 horas junto con un camarada de su organización, bajo una
acusación truculenta: pretender atentar contra el presidente Alan García en
Palacio de Gobierno, a nombre de una nueva organización terrorista. El asunto
derivó de un informe de seguridad que le llevaron al gobierno y las Fuerzas
Armadas los directivos de la empresa privada de seguridad Forza (Wilson Gómez
Barrios y Aldo Schwarz) basado en un “análisis” de la experta Giselle Gianotti
y consiguió movilizar tropa para asegurar Palacio, pero no hubo fiscal, juez o
policía que se comprara una historia tan traída de los cabellos.
Parece que ahora estamos ante lo mismo y el flamante
ministro da la impresión de quererse inaugurar con algo espectacular y para
ello escogió a Bermejo. La teoría de los “azuzadores” que lanzaron Ollanta y
Nadine estaría funcionando, después de los varios intentos de negociación. Como
ya habíamos anotado, el cambio de interlocutores en el diálogo (por más que
Mayorga y Figallo merecieran irse), fue una pésima señal, porque ahora cada
quién tiene su interpretación de lo acordado.
Podría ser que el gobierno esté perdiendo la paciencia y
luego de anunciar el retiro de Pluspetrol, estaría buscando revertir ese
planteamiento, lo que ha irritado a la población que ya baraja otro paro para
marzo. Lo que podemos presumir es que a Bermejo le quieren colgar la instigación
de esta conducta. Nadie se extrañe de esta oscilación y de los palos de ciego
del régimen frente a los movimientos sociales. Está en toda su trayectoria de
estos años, con el agravante que Pichanaki ha habido ya dos idas y venidas, y
todavía el gobierno no encuentra una línea para manejar el tema.
Bermejo puede terminar liberado en horas, porque su
detención es absolutamente ilegal. En tal caso diremos, que es otro papelón en
la suma de este gobierno. Pero mucho peor será si se interna en teorías de
conspiración, como lo hizo AGP la década anterior y terminó en brazos de
chuponeadores privados que lo espiaban a él mismo.
25.02.15
4 comentarios:
Nada de “anónimo”, soy Ambrosio
El que el defensor de los chavistas de Venezuela, Guillermo Bermejo Rojas, 39 años, alias “Che”, apoye sin complejos la dictadura totalitaria castrista, además de las detenciones arbitrarias en Venezuela, conjuntamente con encarcelamientos fallados en la corte de justicia chavista de Alicia en el país de la maravillas, pues, que ese tío acabe preso es para mí “justicia poética”.
Tu angelito Bermejo saldrá libre, tranquilo, Raúl.
Con la obcecación acostumbrada don Raúl asegura que Guillermo Bermejo Rojas es una inocente monjita de la caridad.
No es así. El héroe de Wiener es muy bueno para interrumpir carreteras, atentar contra la propiedad privada; Bermejo es un agitador profesional, un capitán de fuerzas de choque de la izquierda troglodita peruana, además de miembro del MRTA, viajar en el 2009 al VRAE a efectuar coordinaciones con el Neosendero Luminoso, y de ser acusado como terrorista el atentado contra la residencia de la embajada de Estados Unidos.
Ese tío está protegido por la Constitución y saldrá libre. En la Venezuela de los amores de Raúl Wiener, eso no ocurriría.
Aquí le doy a la policía una larga lista de sujetos prontuariados y ranqueados que caminan libres como el viento, para haber si los detienen.
-Alan pato gordo garcia perez
-jorgito opa del castillo
-omar quezada
-aurelito pastor
-meche matarina cabanillas
y a cualquier otro apriston.
Bermejo es un activista de la izquierda, siempre atento a los problemas sociales. Inmundo que lo detengan las fuerzas fascista de Humala.
¡Bermejo libertad!
Me jode leer al miserable de Ambrosio faltándole el respeto a Wiener.
Ambrosio, paredón!
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