viernes, diciembre 16, 2011

Inhumanidad de un indulto

¿Y si todos los reos deprimidos pidieran un indulto humanitario?

¿Y si todo condenado que sufrió una enfermedad de la que ya se encuentra restablecido, consigue un certificado de que puede volver a presentarla, porque nadie sabe lo que pasará en el futuro?

¿Y si son los hijos del prisionero, su médico personal y otros amigos, los que insisten en que no quieren verlo morir en la cárcel, a pesar de que no se está muriendo y toda la prensa publica sus declaraciones?

¿Se imaginan ustedes la cantidad de indultos que habría que producir con el sistema carcelario que tenemos?

Pero, claro, de todos los presos del Perú hay uno sólo que fue presidente, que tiene una bancada con 37 votos, un hijo congresista y una hija excandidata presidencial, un alto poder mediático y muchos amigos en la gran empresa.

Este diario ha publicado informes basados en documentos que son ocultados a la prensa como el Informe Anátomo Patológico Nº 0000231265, del INEN, del 21 de febrero del 2011, del paciente Alberto Fujimori, que habla de inflamaciones leves en la lengua y de “márgenes quirúrgicos libres de lesión”, es decir no hay cáncer en la zona operada ni en áreas nuevas.

Sin embargo al expresidente lo llevan constantemente al INEN por causas como hipertensión arterial, caída de la cama y hematomas en el oído, malestar gástrico, etc.; con el único objeto de asociar su figura con el cáncer y con clara complicidad de las autoridades de esa institución.

Es de la entidad del cáncer que proviene la conclusión siquiátrica de la supuesta existencia de un “trastorno depresivo… con evolución tórpida”, que se ha convertido en el segundo argumento para apremiar por el indulto. Algo así como que se va a morir de puro deprimido a pesar de todas las visitas que recibe en la vivienda de la DIROES que le sirve de calabozo.

Cuántas veces se ha exigido que el informe de salud mental del INEN sea verificado por un hospital o instituto especializado, se ha negado la posibilidad, como si una clínica psiquiátrica pudiera dar un diagnóstico de cáncer y darlo por concluyente para una decisión de la Justicia.

Más aún, el argumento de “evolución tórpida” que se consigna en los documentos del INEN, prueba que no está siendo bien tratado del disturbio emocional que padece. Entonces, ¿por qué no se cambia al tratante, en vez de presentar la negligencia de su actual psiquiatra como una razón para una decisión política y administrativa?

Y, sobre el sentimiento de los parientes cercanos no se puede sino respetarlo, pero asumiendo que casi todos los hijos quieren que sus padres salgan de la cárcel, pero eso no los hace inocentes. Tampoco se puede objetar que el médico de cabecera –en este caso el congresista Aguinaga-, haga declaraciones exagerando el mal, si eso favorece a su paciente. El problema es cuando entidades del Estado como el INEN se prestan a ese juego, convirtiéndose en una pieza de la fabricación maquiavélica de un indulto que pretende burlar la sentencia de la Corte Suprema.

El caso de salud de Alberto Fujimori debe ser evaluado al margen de intereses políticos y personales, con garantías de independencia departe de los médicos y la institución que hace el examen. Y si debe ser curado de algo que se le cure. Pero que nos cuenten la historia de que hay que ser humanitarios con quién paseaba sobre cadáveres y ordenaba actuar al grupo Colina.

16.12.11
www.rwiener.blogspot.com

No hay comentarios.: