Si Ollanta finalmente cede en los puestos claves del premierato y el Ministerio de Economía, acabará el caso Alexis. Es decir si al perdedor le damos las llaves de la casa recuperaremos la confianza, las inversiones volverán, y la prensa canalla callará hasta la siguiente ola de ataque.
La transferencia y el Caso Alexis
Raúl Wiener
LA PRIMERA
13.07.11
La transferencia y el Caso Alexis
Raúl Wiener
LA PRIMERA
13.07.11
Bueno, ¿qué decir?
Tal vez contar cómo me sentí el día lunes cuando oía a Daniel Córdova (varias veces fracasado “nuevo líder” de la derecha económica metida a la política), a Pablo Bustamante (que decía que el candidato que más les convenía en segunda vuelta era Keiko porque le ganaba con pobres y ricos a Ollanta) y Raúl Vargas, comentando la ratificación de Julio Velarde y extrayendo dos conclusiones:
- Ollanta ya se está dando cuenta de lo que es manejar la economía.
- Y lo bueno es que se está distanciando del equipo que elaboró el primer plan de gobierno.
Rosa María Palacios ha sido aún más cáustica en su programa por Radio Capital:
- Si la crisis de Alexis ha sido suficiente para que entregue el BCR y tal vez el MEF, ¿qué pasará con otras crisis en el futuro?
Obviamente me afectan estas celebraciones adelantadas de los doblemente derrotados del 10 de abril y el 5 de junio, que reafirman las ideas de los últimos veinte años: la economía es nuestro dominio; los intelectuales y economistas de izquierda no son gente de gobierno, y son en el fondo la misma cosa que Aduviri, Patria Roja o otros, que asustan empresarios; y no hay presidente que gobierne contra los medios que representan a “los mercados” (es decir al poder económico).
Pero, entonces, ¿ante qué estamos? Hay tres respuestas que circulan entre personas que votaron por Ollanta y ahora están medio desconcertadas:
Fujimori II, que entrega el gobierno a la derecha, para mantener la presidencia.
Toledo II, que intenta combinar derecha económica con izquierda social y termina en privatizaciones entrampadas (arequipazo), reformas declarativas (acuerdo nacional, mesas de pobreza, plan nacional de educación, plan de reparaciones, etc.,) que no se ejecutan, y menos de dos dígitos de aprobación.
Ollanta I, que cree que las tácticas de primera vuelta se pueden proyectar al mecanismo de gobierno, y que puede ceder algunas posiciones estratégicas a la derecha que luego recuperará, mientras avanza en otras decisiones que consoliden su popularidad y control de los instrumentos de poder más importantes.
Con el problema de que, para mala suerte, se empieza a la defensiva, por el bendito problema Alexis y el síndrome de “reclutada” de todo el nuevo gobierno, que no supo resolver una crisis que no era crisis, pero que permitió se convirtiera en una sospecha de corrupción, desorden y faltas a la verdad, que se ha traducido en desgaste automático y pérdida de iniciativa.
Yo pienso que estamos en el tercer escenario. Y que el presidente electo sigue pensando que sus amigos que tuvimos resistencias a su táctica electoral, no entendemos que la política es como la guerra, donde hay que avanzar por partes. Pero la cuestión es que mientras esto ocurre Ollanta debilita sus lazos con los que podrían apoyarlo y no entienden ni aceptan los movimientos que toma solo y para los que no escucha la voz de los demás.
Y recibe el abrazo del oso, de los que creen que él tampoco está para ser gobierno. Y que la cuestión es hacerle la camita. Como a Susana Villarán.
20.07.11
www.rwiener.blogspot.com
Tal vez contar cómo me sentí el día lunes cuando oía a Daniel Córdova (varias veces fracasado “nuevo líder” de la derecha económica metida a la política), a Pablo Bustamante (que decía que el candidato que más les convenía en segunda vuelta era Keiko porque le ganaba con pobres y ricos a Ollanta) y Raúl Vargas, comentando la ratificación de Julio Velarde y extrayendo dos conclusiones:
- Ollanta ya se está dando cuenta de lo que es manejar la economía.
- Y lo bueno es que se está distanciando del equipo que elaboró el primer plan de gobierno.
Rosa María Palacios ha sido aún más cáustica en su programa por Radio Capital:
- Si la crisis de Alexis ha sido suficiente para que entregue el BCR y tal vez el MEF, ¿qué pasará con otras crisis en el futuro?
Obviamente me afectan estas celebraciones adelantadas de los doblemente derrotados del 10 de abril y el 5 de junio, que reafirman las ideas de los últimos veinte años: la economía es nuestro dominio; los intelectuales y economistas de izquierda no son gente de gobierno, y son en el fondo la misma cosa que Aduviri, Patria Roja o otros, que asustan empresarios; y no hay presidente que gobierne contra los medios que representan a “los mercados” (es decir al poder económico).
Pero, entonces, ¿ante qué estamos? Hay tres respuestas que circulan entre personas que votaron por Ollanta y ahora están medio desconcertadas:
Fujimori II, que entrega el gobierno a la derecha, para mantener la presidencia.
Toledo II, que intenta combinar derecha económica con izquierda social y termina en privatizaciones entrampadas (arequipazo), reformas declarativas (acuerdo nacional, mesas de pobreza, plan nacional de educación, plan de reparaciones, etc.,) que no se ejecutan, y menos de dos dígitos de aprobación.
Ollanta I, que cree que las tácticas de primera vuelta se pueden proyectar al mecanismo de gobierno, y que puede ceder algunas posiciones estratégicas a la derecha que luego recuperará, mientras avanza en otras decisiones que consoliden su popularidad y control de los instrumentos de poder más importantes.
Con el problema de que, para mala suerte, se empieza a la defensiva, por el bendito problema Alexis y el síndrome de “reclutada” de todo el nuevo gobierno, que no supo resolver una crisis que no era crisis, pero que permitió se convirtiera en una sospecha de corrupción, desorden y faltas a la verdad, que se ha traducido en desgaste automático y pérdida de iniciativa.
Yo pienso que estamos en el tercer escenario. Y que el presidente electo sigue pensando que sus amigos que tuvimos resistencias a su táctica electoral, no entendemos que la política es como la guerra, donde hay que avanzar por partes. Pero la cuestión es que mientras esto ocurre Ollanta debilita sus lazos con los que podrían apoyarlo y no entienden ni aceptan los movimientos que toma solo y para los que no escucha la voz de los demás.
Y recibe el abrazo del oso, de los que creen que él tampoco está para ser gobierno. Y que la cuestión es hacerle la camita. Como a Susana Villarán.
20.07.11
www.rwiener.blogspot.com
6 comentarios:
A los izquierdistas de internet no nos importa este giro derechista del presidente electo. Mientras Ollanta Humala visite a Fidel Castro y Hugo Chávez, establezca relaciones con los iraníes y demás anti-imperialistas del mundo, nosotros tendremos satisfecho nuestro prurito ideológico y no molestaremos en absoluto al presidente. Los limeños tenemos fama de mansitos.
El problema lo tendrán con los izquierdistas de provincias, esos que salen a las calles y bloquean carreteras, que piden aumentos, distribución, inclusión y demás modas progres.
¡Diosito!, a esos sí hay que tenerles miedo, pues tratarán de voltear la tortilla (felizmente).
La zalamería y los ofrecimientos de la derecha llevó a la señora Susana Villarán no sólo a hacer declaraciones torpes contra el candidato nacionalista en las elecciones del 2006, sino que el 2011 a pie juntilla siguió un boicot milimétricamente elaborado que el francotirador Jaime Bayly describió con lujo y detalle. Era el cuento de "desbarrancar" a los "resentidos" y "fracasados" de la vieja izquierda, es decir, la alternativa Ollanta. Como sugería la inteligencia, el sentido común y la "modernidad", era hora de dar paso a la izquierda "responsable" que el país demanda: una socialdemocrácia a lo Willy Brandt, donde precisamente encajaba como anillo al dedo las pretenciones que traía la 'tía bacán' y su partiducho.
La ingenuidad de Susana Villarán la llevó a buscar lo prometido. Entonces, achoradaza salió en la portada de Correo la 'chiquita' MaríaT y una mancha de impresentables rabonas pro patroncitos:
La Chichi del 'responsable', Juanita alimaña de los Miró Popó, la gorda cocinera de RTT. Todas, al unísono:
Que la fiesta no es para feas.
"Susy, no puedes pasar. Además, a Lulú todo le llega al poto".
¿Servirá de algo el 'síndrome' de la temible Caperucita Roja que se pachamanqueó con el cojudazo del lobo feroz que representó la 'chiquita' MaríaT desde las páginas de Correo..?
¿O Ollanta representará el Segundo Acto de prometer hasta meter....?
Comino
Espero sinceramente q la respuesta si sea la de Ollanta I, Ollanta no puede perder esta oportunidad q la gente le dio y terminar como el cuarto piso del neoliberalismo en el Perú, pero seria justo q si la CONFIEP teine su ministro en el MEF, los sindicatos tenga lo suyo en otro Ministerio de importancia. Otro punto de importancia es el futuro de Gana Perú, o se convierte en un especie de Frente Amplio (ojalá) o, como varios congresistas quieren (erronemaente para mi), se vuelve unicamente en el membrete electoral del Partido Nacionalista, como "Unidad Nacional" para el PPC.
LA DEMOCRACIA NO EXISTE EN ESTE PAIS, SINO DIGANME: ¿ COMO ES QUE LOS PODERES FACTICOS DE LA DERECHA SIGUEN FUNCIONANDO DESDE LA EPOCA DE FUJIMORI HASTA AHORA ?
DEJENSE DE CUENTOS, DE UNA VEZ.
¿Gabinete de transición o gobierno de transición? El discurso de Ollanta Humala este 28 de Julio será definitorio de lo que venga. Si el gobierno, durante sus tres primeros meses, toma medidas que reflejen una voluntad política de cambio real, entonces los neoliberales en poco tiempo, entrarán en confrontación, y se terminará el cogobierno con Perú Posible, quedando el nuevo gabinete como sólo de transición. En esa circunstancia, el gobierno deberá recurrir al pueblo, para que éste exprese su voluntad de un nuevo ordenamiento institucional. Si, por el contrario, el nuevo gobierno no toma ninguna medida de impacto para mostrar voluntad de cambio, entonces quedará como un simple neo-toledismo, o gobierno de transición para asegurar la continuidad del modelo. En ese caso, la agudización de los conflictos sociales tornará impredecible nuestro futuro como república.
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