lunes, septiembre 01, 2008

La cuestión de las cifras de la CVR

Raúl Wiener
Unidad de Investigación

Para decir que los jefes de la guerra antisubversiva, incluido él mismo, no pueden ser investigados y menos procesados por que son vencedores, el almirante Giampietri es capaz de cualquier cosa, hasta de hablar de estadísticas. ¿Sabrá, por ejemplo, lo que estuvo en juego en el llamado debate sobre las cifras de la CVR, que ha mencionado últimamente, o se trata solamente de descalificar un Informe que incomoda? Para responder esta pregunta pensamos que es útil recordar algunos hechos en los que el suscrito fue protagonista. Todo empieza en una invitación al programa por televisión de César Hildebrandt, para explicar algunas observaciones que hicimos a las dos cifras claves subrayadas en las conclusiones de la CVR:

(a) Que entre el trabajo de registro de víctimas fatales (muertos y desaparecidos), hecho con sumo cuidado y esfuerzo por equipos de investigadores de la Comisión, utilizando diversas fuentes, y el dato final producto de una proyección estadística desde las mismas fuentes originales, había un disloque grave, ya que no se proyectaba el trabajo propio de registro, para ver hasta donde podía crecer lo que se tenía como muestra, sino que se aplicaba un método de estimación que inflaba el resultado[i], y daba origen a un dato de aparente impacto político -los 69,280-, que se convirtió en el “gran descubrimiento”. Esto condujo a un error de soberbia (se decía que nadie habría sabido la verdadera magnitud de la tragedia, antes de la CVR, como si ya se tuviese una cifra indiscutible), y a opacar las evidencias concretas logradas por los equipos de campo y de procesamiento que se encontraron con masacres, asesinatos, desapariciones y otras violaciones de derechos humanos que nadie conocía.
(b) Que a partir de la nueva cifra total, se redistribuía estadísticamente la responsabilidad por estas victimas entre los diferentes actores, y se corregía estadísticamente la tendencia que había hasta entonces que señalaba que la mayor proporción de casos fatales y otras violaciones de derechos humanos procedieron de las llamadas fuerzas del orden (confirmado por todas las fuentes). En cambio la CVR concluyó diciendo que Sendero Luminoso causó por si sólo el 54% de las víctimas (37 mil 411), lo que es usado insistentemente como una prueba de que no hay ánimo contra las instituciones encargadas de la represión. Sin embargo lo que es cierto es que es el método estadístico el que crea este efecto. Si la proyección general hace crecer el número total de víctimas en 188% (casi el triple), la parte de las causadas por agentes del Estado se eleva en 106% (casi el doble) y las causadas por Sendero en 391% (casi el quíntuple), lo que es difícilmente creíble.

Después de la entrevista fuimos convocados por un abogado que no conocíamos, que nos quería proponer un trabajo de sustentación de las críticas a las cifras de la CVR, con una buena paga, que sería financiada por algunos empresarios y militares en retiro. Con los días nos enteramos que uno de los promotores era un oficial de marina en retiro de nombre Luis Giampietri y varios de los exitosos de la empresa privada que figuran cerca del actual gobierno. El resultado de este intento fue obvio: explicamos que había una incompatibilidad de perspectivas y que no participaríamos del proyecto.

Poco después recibimos una carta del profesor Hugo Nopo, investigador de prestigio que reside en el extranjero, que nos indicó que compartía algunas de nuestras reflexiones, y agregó algunas críticas aún más sólidas y documentadas que las nuestras. Un día, el diario “Correo” (que todos sabemos para donde apunta), lanzó una primera página en la que se decía que Nopo desmentía las cifras de la CVR. Y al día siguiente hacían un nuevo titular donde Wiener era el especialista que confirmaba a Nopo (¡!). Sobre esto ha vuelto varias veces, de modo que Wiener es de lo peor en el 99% de los casos, pero es el bueno de la película si discrepa con la CVR.

Obviamente el debate de las cifras tenía un error de fondo: el Perú no está preparado aún para un debate serio sobre el balance de la guerra. Todavía estamos en el nivel primitivo de afirmar que cualquier intento de decir la verdad de lo que pasó sirve al enemigo. Los intelectuales cercanos a la CVR no se mostraron abiertos a la crítica y la discusión. Y la derecha lo único que ha querido tener son argumentos de descalificación para restarle valor a un enorme trabajo de documentación y a denuncias concretas ante las que no se puede cerrar los ojos, como es el caso Putis, derivado del Informe Final, frente al cual (fosa con más de cien cadáveres, asesinados por un destacamento del ejército), el actual gobierno ha guardado culposo silencio.

1.09.08
http://www.rwiener.blgspot.com/

[i] El profesor Ball, de los Estados Unidos, es el propulsor del método de “estimación de múltiples sistemas”, que se sustenta en que cuando existen varias fuentes, la dispersión de datos aumenta la proyección, y la concentración hace que disminuya. Esta operación, según pude entender, era equivalente a la que se había hecho en Kosovo, con el mismo método y la misma conclusión: disparar el balance final que en ese caso reforzó la intención de Estados Unidos de levantar un cargo por genocidio y limpieza étnica contra los serbios

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